The Wall … versión sexualidad femenina

Por: Venus

Cuando Afrodita sugirió el icono de este blog inspirada en una escena animada de tan memorable película, no lo dude, esa era la que reflejaba la connotación erótica que queríamos trasmitir! además dentro del contexto de una pieza fílmica que es en si misma una alegoría sobre el desprendimiento de las cadenas y barreras sociales, para nuestro caso, de la sexualidad femenina, que es la historia de vida de muchas mujeres.

Así es, tenemos en frente un muro construido al que defendemos y al que nos aferramos, cuyos ladrillos están unidos con toda esa descarga de dogmas religiosos que nos imparten desde niños, haciéndonos pensar que Dios se siente triste si nos exploramos o queremos experimentar vivencias sexuales, sin capacidad crítica, asumimos que la búsqueda del placer es incorrecta y que el sexo es una tentación, cuyo único fin es desviarnos del denominado ‘camino del bien’, para que posteriormente ese Dios castigador nos juzgue por habernos dejado tentar por lo prohibido. Desafortunadamente, quienes imparten todos esas doctrinas no están libres de culpa … pero si arrojan las piedras!. Muchos de los padres más abrumadores y represivos en la educación de sus hijas son aquellos que en realidad no son el dechado de virtudes que quieren mostrar, otros, como los míos, tenían la férrea convicción de que la religión es el auto-regulador por excelencia del ser humano. El colegio de monjas aporto muchos ladrillos y cemento a mi muro, pero, la vida,  mis cuestionamientos constantes y mi búsqueda del deleite sexual fueron abriendo grietas que me permitieron ver del otro lado para finalmente demoler esa burda edificación. 

Sin embargo, nos aseguramos al muro porque nos protege de lo que hay del otro lado, pero sin darnos cuenta, que lo que está allá es precisamente la misma vida que secretamente queremos y podemos vivir a fin de realizar nuestras necesidades sexuales, que  forman también parte de nuestros apetitos humanos como el hambre, la sed, vivir en comunidad o querer reconocimiento.

The wall

Un día charlando con mi amigo Jano*, sobre alguna mujer, amiga suya, que por el muro cultural sufre de anorgasmia llegue a la conclusión que era necesario escribir esto, para cuestionarnos:  ¿qué tan nocivo se nos ha vuelto el muro?, nos aprisiona y nos hace sufrir!. Jano por otra parte se sorprendió cuando le conté que cuando me masturbaba de niña el sentimiento que sobrevenía luego del tímido orgasmo infantil era de frustración y culpa; porque las princesas no hacen eso, deben pedir permiso para quitarse los calzones o tocarse; porque en el fondo,  sentía que estaba traicionando a mis padres y particularmente a mi mamá. Claro! también tuve una mamá moralista que revisaba mis diarios y esculcaba en busca de pruebas de mi despertar sexual, odió con todas sus fuerzas al novio con quien tuve mi primera vez sin haberme casado y a los 17 años, me botaba las minifaldas y las blusas ombligueras,  sufrió cuando se dio cuenta que yo era una infiel profesional y luego, más recientemente, se chocó cuando supo que no iba a tener hijos. Así que, me revele en varias cosas que debía cumplir según mi manual de instrucciones de vida que se redactó desde mi nacimiento o tal vez antes, aprendí a punta de golpes y una empecinada convicción a ser yo misma a hacerme fuerte y a defender -eso sí, con argumentos- mi filosofía de vida que expongo en parte a continuación y con la que he encontrado plenitud:

Nuestros padres son educadores no son nuestro ideal o nuestros verdugos

Tenemos que ver a nuestros padres como lo que son, estar agradecidos con ellos por darnos la vida,  pero construir nuestra propia feminidad consciente, pensémoslo de esta forma: ellos (nuestros padres), hicieron lo mejor de nosotros con las herramientas que tenían disponibles, pero el solo hecho de darnos lo «mejor que pudieron» nos moldeo también como seres un poco egoístas y hedonistas, ellos tuvieron que construir y poblar un país que apenas estaba erigiendo sus dinámicas sociales, muchos de ellos fueron desplazados de la violencia y cambiaron los paisajes, la vida sencilla y el caballo, por las calles adoquinadas, la prevención con la «gente» y los trolleys en la ciudad, vieron y vivieron tantos cambios en sus vidas y tuvieron que ajustarse a tantas cosas en tan poco tiempo, que reevaluar la educación sexual de sus hijos pudo haber pasado a un segundo plano dentro de sus prioridades, así que simplemente dejaron que la religión y la sociedad impusiera sus estándares colectivos sin demasiado análisis y sin formar una opinión crítica en torno a una renovada visión de la sexualidad que clandestinamente también se estaba levantando en nuestro mundo, especialmente en cuanto a la feminidad y el papel de la mujer como precursora de erotismo.

Por otra parte, soy una convencida de que los hijos vienen con su personalidad ya definida, lo padres educan y nos hacen buenos seres humanos, si tenemos suerte, pero controlar, guiar o realizar la carga sexual que algunos tenemos (y que generalmente es heredada), no es uno de los módulos de esa educación. Así que debemos ser realistas y conscientes de que tan prioritario es el sexo dentro de nuestra personalidad y allanar un camino para alcanzar la plenitud. 

La Ética y la «felicidad»

Pienso que Dios cualquiera sea su connotación espiritual individual, no está observando nuestras acciones con una visión moralista, la moral es una construcción humana… para Dios son importantes 2 cuestiones 1) Realización: ¿Eres feliz? (esta preocupación está también en tus padres y tus seres queridos) y 2) Ética: ¿Estas dañando a alguien con lo que haces?; la respuesta a  la primera cuestión debe ser positiva , la respuesta a la segunda en cambio negativa. La satisfacción de estas dos condiciones es lo que llamo el «Equilibrio Vital» .. Que además tiene mucho de espiritual.

Es cierto que la felicidad es relativa y nuevas discusiones hablan de simplemente llevar la vida de la mejor forma y ser muy competentes, pero yo en mi experiencia si he sido feliz. El hecho de encontrarme y de vivir sin pesos moralistas aporta una tranquilidad que me ha permitido sentir una satisfacción tal, que, si no puedo denominarla felicidad, por lo menos, se le acerca bastante. 

Sentir culpa por explorarse sexualmente no tiene sentido, siempre y cuando esa exploración cumpla con el equilibrio vital, en la cuestión ética además debe incluirse a sí mismo, es decir, ninguna acción debe dañar la propia integridad.

El sexo además es algo supremamente placentero, nos brinda goce y nos permite ser mejores personas, cuando nos ponemos a prueba y empezamos a derrocar el muro, decidimos ser mejores amantes porque estamos en capacidad de brindar placer a otros sin restricciones y esto nos potencia como seres humanos. Existen personas expertas en hacerse daño y que por la mencionada culpa se embarcan en relaciones lesivas y posesivas, desprovistas de ética, viven una doble vida y pierden su identidad, siendo infieles a sí mismos o en ocasiones, auto juzgándose como su peor verdugo.

Competencia femenina

Abordemos ahora el tema de la competencia.  Ese es un ítem muy femenino y sensible por cierto, está bien ser competente pero no arrollar a los demás en este proceso, allí, la competitividad se torna en competencia, la feminidad tiene herramientas de competencia efectivas y sutiles para rivalizar e imponerse; el chisme, juzgar a las congéneres o manipular la opinión de la gente en general respecto a otra mujer, son las manifestaciones propias de eso. Por algo, muchas personas piensan que la amistad entre mujeres no existe. Etiquetamos a aquellas no van con nuestra forma de pensar con palabras descalificadoras y fuertes, esto solo eleva aún más el muro.

Yo creo, que las relaciones femeninas se deben construir desde una renovada complicidad, entendiendo que la otra tiene la misma necesidad de reconocimiento que yo, pero somos diversas, porque que harto seria que todas fuéramos iguales; algunas damos más importancia a la estética que otras, algunas son inmensamente intelectuales y eso es admirable, otras en cambio defienden causas múltiples, unas nacieron para ser madres y entregar a la sociedad personas integras, otro grupo de mujeres preferimos realizarnos sin hijos y dejar otro tipo de legado – por eso escribo este blog-, en cuanto a sexualidad existen también muchas formas de vivirla para cada mujer, ahora, también existen infinitas combinaciones o portafolios de estos y muchos otros atributos femeninos lo que resulta en una diversidad inimaginable de posibilidades … entonces: ¿porque juzgar a nuestras congéneres con el mismo rasero del molde prefabricado que tenemos sólo en nuestra cabeza, como si fuese el único válido? y etiquetar a quienes no encajan en el molde. Es más, el portafolio esta siempre en construcción y a lo largo de nuestras vidas nos desplazamos por diferentes combinaciones de lo que somos y nos vamos encontrando realzando o abandonando ciertos atributos, en ese orden de ideas y perdón por ser tan técnica: muchos portafolios pueden cumplir las condiciones del equilibrio vital.

Equilibrio Vital en la practica y en la sexualidad

Una buena noticia es que al final de sus días y en la medida que los padres se hacen más viejos terminan por volverse sosegados y dejan de preocuparse por bobadas morales, se dan cuenta que nuevamente están viviendo otro cambio social y en el fondo, admiran que seamos ahora tan dueños de todo, ya no preguntan cómo concebimos nuestra sexualidad, la información extra no les interesa y tampoco les agrega valor a sus vidas, saben de nuestros fracasos amorosos; muchos de ellos con divorcios incluidos o hijos que viven con un solo padre.  Saben y tal vez muy en el fondo, entienden que en búsqueda de la felicidad hemos faltado al equilibrio vital, nos hemos estrellado y hemos aprendido y al final, hemos derrocado o estamos en proceso de derrocar el muro con todas nuestras fuerzas, con rabia, hasta con desesperación, ya no nos pueden ayudar en esta empresa, aunque quisieran, porque sienten que completar esa tarea ya le corresponde a nuestra generación, así como a ellos les toco otra misión en su época.

Dejemos de sentirnos juzgados, cuestionados y condenados, vivamos conscientemente lo que somos y arriesguémonos a tumbar el muro con amor, SI! con amor a nosotros mismos, seamos éticos, digamos siempre la verdad y no hagamos de la infidelidad, la mentira o el auto-flagelo la única manera de vivir plenamente la sexualidad [ser swinger en una sociedad en donde es más permitido ser infiel]. 

Si hay alguna fantasía erótica rondando tu mente, aprópiala!, las fantasías también nos ayudan a conocernos, pensemos que todo lo que hemos vivido sexualmente es una construcción y no de un muro sino de un oasis propio, desechemos todo lo que nos hace daño y busquemos el clímax de nuestra exploración sexual, te sorprenderás de cuanta gente hay del otro lado del muro y de todo lo que puedes hacer para realizarte. Cada vez que una amiga me cuenta complacida y con los ojos brillantes que vivió una nueva experiencia libidinosa, siento una enorme emoción y me regocijo en el relato notando como ella va deponiendo sus barreras. 

Estoy convencida de que la inspiración de este post -al que desde ya tendré especial cariño- me llego una noche hace dos meses, desde algún lado, desde un pedacito de mi alma que ya no está en este mundo sino que está allá, donde nada se juzga, de donde viene la energía para cumplir con la tarea y hacer pedazos el muro… gracias papá!

Mis querid@s diosas y dioses arriesgad@s, bienvenidas a la construcción de su propio imperio sensual, espero comentarios al final del post, utilicen un seudónimo anónimo, porque sus datos son totalmente confidenciales.

Venus

*Jano: Dios de las puertas y de los principios (toda cosa que comienza).

septiembre 16th, 2015 by

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