Sexismo en la Ciudad

Por :Venus 

Hemos discutido ampliamente el tema del agresivo y poco virtuoso acoso sexual que va desde el hostigamiento en internet (falos asesinos) hasta la invasión de la intimidad (acoso sexual laboral, acoso vs respeto). Pero, qué hay del sexismo? *Actitud discriminatoria de quien infravalora a las personas del sexo opuesto o hace distinción de las personas según su sexo, esto es una realidad, un hecho que nos atraviesa y hoy quiero ponerlo en el contexto en nuestra vida diaria al interior de estas grandes urbes de cemento que nos exige desplazarnos para llegar al trabajo como mujeres profesionales e independientes. Atrás quedaron la épocas en que las amas de casa estaban en su hogar todo el dia en las labores propias que demandaba su casa  y en donde el tema de seguridad se limitaba a accidentes domésticos; salimos a la calle, caminamos, laboramos, hacemos parte del aparato productivo, hoy somos transeúntes.

Así que hablemos del sexismo en esta realidad de la metrópoli, en la delincuencia común, en el hostigamiento de clases y en otro fenómeno menos criminal tal vez, pero del cual poco se habla: trabajo informal y mendicidad, algo común en nuestra dinámica urbana .

Los crímenes urbanos tienen una mayor incidencia de víctimas mujeres

El más recurrente es el hurto a personas, que afectó a 1,9 millones de ciudadanos. Los más propensos a los robos son los jóvenes entre los 15 y 29 años, y la mayoría de víctimas son mujeres. Esto coincide con la percepción de inseguridad entre esta población, pues son ellas precisamente quienes se sienten más vulnerables.

http://www.eltiempo.com/politica/justicia/delincuencia-comun-y-robo-a-viviendas-informe-del-dane/14743120

http://entremujeres.clarin.com/genero/Inseguridad-mujeres-afectadas_0_1334268810.html

Hoy por hoy soy incapaz de andar en servicio público masivo de transporte y la razón es sencillísima: me siento vulnerable, tal como lo manifiesta el estudio citado en el recuadro. Cuándo no tenía automóvil propio o la posibilidad de coger un taxi llegaron a robarme 3 veces en un mismo año, así que prefiero pagar parqueadero público cuando no puedo disponer del asignado por la empresa donde laboro o usar un taxi (a mi pesar), en definitiva, esto se traduce en que en virtud de ser mujer y por mi tranquilidad invierto un porcentaje considerable de mis ingresos en este servicio: “SEGURIDAD”.

El hecho de hacer el esfuerzo para tener tu vehículo no es que solucione el problema per se, es sólo que genera un espacio propio ampliado para deambular en la calle sobre el cual  tienes mucho más control que cuando eres peatón.

Tengo una regla básica de seguridad: jamás cuando estoy conduciendo sola bajo las ventanas de mi vehículo. Esta regla tiene su origen en una anécdota: Hace algún tiempo estaba en un trancón típico a plena luz del día cuando un “vendedor ambulante” paso y movió mi espejo del lado del conductor, lejos de asumir mala fe baje el vidrio para enderezar el espejo, el hombre se devolvió pidiendo disculpas “que pena mamita!, recibame esto” y ofeciendome insistentemente una varita de incienso, ingreso su cabeza y gran parte de su cuerpo en mi vehículo (invasión del espacio), acto seguido me atacó rasguñando mi cuello y rompiendo una cadena dorada (no de oro) que tenia puesta, la sensación de indefensión, miedo y frustración que experimente fue infinita, así que desde entonces pase lo que pase afuera NO ABRO LOS VIDRIOS!

Otro caso típico.. el ataque con jabón: estás en un semáforo esperando el cambio de luz y desvías tu mirada y te distraes con algo al interior del vehículo (celular, cambio de emisora o cambio del nivel de volumen, limpias algo con la bayetilla) y cuando levantas la mirada ves un chorro de jabón que te dispara en el parabrisas, yo siempre me asusto porque  jamás solicité el servicio de limpieza del vidrio, simplemente arrojaron el chorro por una razón sencilla … eres una mujer sola! y no es paranoia he comparado las veces que esto me sucede sola y con mi esposo al lado y en el último caso JAMÁS sucede. Así que he optado por denotar mi descontento con la mirada y arrancar mi propio chorro del limpiavidrios asumiendo el desastre de jabón seco que quedará en los bordes y aunque no debería molestarme tanto porque esto ya “hace parte del paisaje” en Colombia, el trasfondo más allá del resultado con el chorreón en mi carro es evidente… Todavía existe un arraigado sexismo en la sociedad!, todavía en algunos estratos sociales y en ciertos círculos las mujeres somos infravaloradas, si esta actitud callejera la trasladamos al hogar: ¿será que estos individuos tienen pareja? seguramente si, porque como dicen coloquial y vulgarmente “cada tiesto tiene su arepa” e intuyo que a esas parejas no les debe ir del todo bien con un hombre que impone su voluntad y agrede de la manera más cobarde cuando el otro está distraído. Ojala no sea así y esto lo dejo solo para la reflexión.

Nos hemos quebrado la voz exigiendo respeto por parte de género masculino y al interior del propio género femenino también y lo hemos logrado de alguna forma en nuestros círculos sociales, aunque falta mucho por recorrer, si se compara con hace no más 100 años hoy el equilibrio se manifiesta … pero qué hay de la calle? a veces percibo que afuera se asume que por ser mujeres somos la mata del sentimentalismo y la compasión por tanto estamos abocadas a aflojar monedas porque si, por caridad o peor, por miedo, sentimientos considerados netamente femeninos… pues todo esto es falso!. La necesidad de desplazarme solo pone una prioridad en mi cabeza: LLEGAR SEGURA A MI DESTINO!

Estas no son las única agresiones, que me dicen de los insultos; del típico “vieja bruta”, el pitazo en el oído porque no te ganas 2 metros de terreno o porque amablemente das paso a otro ciudadano motorizado o no?, es una lucha carnal carro a carro en donde todos desahogan su ira y su intolerancia tal vez porque la dinámica urbana nos ha llevado a obsesionarnos con la seguridad y entonces nosotras nos vemos imbuidas en una guerra ya instaurada en donde además, el ser mujer te pone en un bando ya de hecho despreciado, terminas sacando tambien tus armas y olvidas que todos quieren lo mismo: llegar a donde desean en “paz”.

Así que a mi no me vengan con el cuento de que todos deberíamos andar en transporte público urbano y si no, somos unos insensibles con el planeta, unos arribistas y en definitiva unas malas personas; si tengo la posibilidad de protegerme y trabajo para ello lo voy a hacer, aquí no hay ningún tipo de negociación en el corto plazo.  No estoy condenando a priori un servicio público, es solo que la seguridad en el uso de ese servicio no debe ser un privilegio sino un derecho… lo usare entonces cuando sea “DIGNO” y con esto me refiero a que no sienta mi espacio vital invadido, cuando no tenga que acorazarme detrás del volante para sentirme tranquila, cuando pueda subirme al transporte masivo con falda, tacones y perfume, o como se me de la regalada gana! sin ningún tipo de prevención, cuando pueda sonreir a mi compañero de silla e incluso entablar una pequeña conversación con él o ella desde el respeto, cuando no me sienta observada, manoseada y estrujada, cuando me vean como un ciudadano más y no como una presa fácil de hurto o acoso tal como el gato de cómics que ve en un pájaro que revolotea una cena ya rostizada y servida. Cuando no tenga que presenciar hechos bochornosos como una adolescente orinando en pleno bus, una mujer maltratando a sus pequeños, una banda chalequiando a alguien, malas palabras, malos olores, falta de cultura…en general, gente ofendiendo lo público, colándose al servicio mientras yo hago una fila como cualquier ciudadano …. Les parecen pocas razones?.

Se que ustedes muchachos también son víctimas de sexismo cuando las mujeres aluden a la victimización en pos de lograr algún favor, pero hablo desde mi experiencia y percepción de género. Tengo claro que la minoria de la que me quejo en este post no leera esto jamas, pero asumo mi derecho a expresarme por mi y por tantas otras mujeres y conciudadanas. Se que este no es un tema super sexy, pero los dilemas de género también nos construyen dentro del erotismo y la sexualidad, además soy una apasionada de los temas cívicos.

Un besito, especialmente para los que esperaban la continuación del relato de Hercules (aquí primera parte ) … me gusta tenerlos con ganas !

Venus

mayo 13th, 2016 by

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