Por: Venus
Nací en una familia de esas tradicionales y de muy buenas costumbres, en la época en que hablar de sexo con los hijos era vedado e incómodo además. He tenido la convicción de que los niños nacen con su personalidad ya asignada desde su concepción pero que se moldean y adaptan con los años.
El sexo me causo curiosidad desde niña, pero no de una manera morbosa -los niños no saben de morbo- esto fue, de una forma romántica: Desde los ocho años espere ansiosamente mi primer beso y me masturbaba en las noches aun sin saber de qué se trataba en la práctica una relación sexual, era una sensación eróticamente inocente pero tangible y placentera.
Mis fantasías eróticas infantiles eran difusas, asi como cuando en las telenovelas solo insinuaban la atracción entre dos personajes con besos largos, deliciosos y muy bien interpretados. Obvio, estas fantasías incluían al príncipe azul, pero no ese bárbaro que conquista una nueva colonia con dinero, machismo y virilidad extrema sino aquel que deslumbra con galantería, inteligencia y admiración hacia una mujer que encuentra diferente, independiente y que lo hace sonreír, un príncipe cómplice, un amigo que brindaba seguridad, claro esta, pero en un contexto más equitativo y además íntimamente poderoso y lleno de magia.
En mis juegos infantiles mi rol siempre era de mujer casada pero sin hijos -las pocas veces que los tenia los olvidaba a los pocos minutos de iniciar el juego- , el día inventado del juego pasaba volando porque algo me decía que había cierta magia en las noches de una pareja casada algo místico que trascendía el arrunche y el abrazo en el que había visto a mis padres, que por cierto, también interpretaban a la maravilla esos besos de telenovela.
Mi padre me convenció de que debía ser libre, de que un hombre solo podía entrar en mi vida si me trataba muy bien y me daba valor por lo que soy; no por mi belleza, no por mi virginidad, no por mi sumisión, ni mucho menos por riquezas que no poseía, que yo era quien moldeaba mi destino y elegía ser feliz y que en mis manos estaba buscar ese compañero al que debía descubrir con los ojos del alma y estar atenta a cualquier alarma de que no fuese poseedor de algunas virtudes de las que alardean por igual príncipes, nobles y plebeyos pero que en realidad no ostentan. Esa es la verdadera travesía: Aceptarse y amarse para darse a la tarea de sentir y descubrir en la sexualidad un medio de satisfacción personal y pleno que nos lleve a mundos eróticos, para así escribir nuestra propia telenovela, en mi caso por cierto, con un ingrediente erótico adicional.
Venus
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junio 30th, 2015 by V & A
Me gusta compartir con ustedes su pagina.
Que bueno que nos lean y nos compartan Gracias !!
Es interesante como hombres y mujeres somos seres tan sexuales y sexuados desde nuestra infancia, este relato me hizo recordar aquellas épocas donde entre mis juegos de guerra o de policías y ladrones, existía algún contenido erótico, no recuerdo bien si este llegaba de manera inocente o no, pero si me hace pensar si somos pocos los que tenemos ese instinto lujurioso y lascivo tan latente o en realidad somos todos, y que solo nos reprimimos en este mundo hipócrita, lleno de tabúes y cohibiciones. Gracias por existir y poder identificarme con ustedes hermosas Diosas!!
Hemos llegado casi que al final de los usuarios que visitaban tu web y leian tus blogs….
Pero hemos llegado para quedarnos !
Hemos encontrado parte de nuestra alma gemela en tus relatos y asumimos que parte de tu vida…. como mujer, como hombre y como pareja que somos,,,,,
Besos a montón !
Key & Ale.
Es qur este Blog se alimenta de comentarios tan bonitos como este , lo hago porque me gusta asi que la la retribucion febe ser proporcional en el gusto que me manifiesten lectores tan picantes y llenos de ideas como ustedes… diosa forever. Como me decian por ahi.