INTERPRETANDO BLUES CON LA PIEL (Hercules parte 3)

This post is part of the series Cronicas de Venus

Por : Venus

Viene de:  El Lado Oscuro de Hércules … y Venus 

El miércoles transcurrio sin novedad, Plutón tuvo una cita con el sastre y ese día no se comportó como el demonio del inframundo, sino como todo un caballero.

Hércules envío un mensaje en el que ldecia “me muero por verte hoy Venus,aprovecha que hoy está de buenas… encargate de que Plutón tome bastante vino al almuerzo”. La diosa asumio la tarea, administrando ampliamente los Frutos de Baco y tomando ventaja del buen humor de Plutón, sonriendo sin cesar de pensar en la fuerza erótica que Hércules ejercia sobre ella y de todo lo que estaba sucediendo.

A las 5:45 Plutón declaró estar cansado y un tanto alicorado, acto seguido se despidio de Venus con un  “Muñeca, hoy fue un dia atareado, ¡te dejo! ten una buena noche” (todo según el plan) Venus se despide y piensa -Al fin libre-,  para mayor tranquilidad llamo a Orfeo que estaba ensayando con la banda y en medio de la cacofonía de instrumentos que escuchaba de fondo le dijo “tengo un evento, me demoro”, “ok” replica Orfeo.


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Citó a Hércules enviándole las coordenadas del café, sabia a ciencia cierta que seria la primera en llegar al lugar, la última vez que habia esperado a alguien fue varios años atrás, en el pregrado, aguardó por Caleus dos horas para finalmente darse cuenta que tener un novio al que debía esperar largamente, bajo un torrencial aguacero, sintiéndose en un papel más propio de el varón en esa realción no era lo suyo. Pero esta vez era diferente, ahora estaba allí con ansias, esperando a Hércules sin inseguridades, con la total convicción de que él llegaria allií, aunque, a pesar de su seguridad tenia los nervios rondandola.

Se sentó y pidio un capuchino, clavó la mirada en la puerta de entrada, sentía una mezcla de vértigo, excitación y deseo que la hacían poner pálida, así que se dispuso a mirarse al espejo para poder constatarlo, abrio su bolso para armarse de un espejo, se observó por un segundo y se dio cuenta que el color de la piel era el adecuado pero le falta sonreír para verse mucho mejor, menos expectante y al estar en la tarea de forzar una sonrisa escucha: “¿para que el espejo?, si siempre estas muy guapa”, subio la mirada y Hércules esta parado frente a ella observándola como pocas veces podía hacerlo, sin prevenciones ni temores. Ella mostró chispas en sus ojos marrón y le dijo “llegue a pensar que de pronto no pudieras venir”, él se acercó y se sentó al lado suyo.

Ya no podian esperar más, asi que ella alargó su mano y la posó en el cuello de Hercules, mientras él se acomodó atrayendola de la cintura. Un explosivo primer beso es todo, es descubrir todo un mundo -besaba mejor de lo que había soñado- era evidente que se estaban reconociendo, se olfateaban, se sentian, se mordian lo labios, no sabian donde poner sus manos, no podian parar, por primera vez tenian la libertad de abarcar al otro. Para cualquier espectador la escena debería estar cargada de muchísimo morbo, menos mal la cafetería no estaba muy llena y quienes la frecuentaban eran jóvenes, Venus sabía lo que hacía. Hercules deslizó disimuladamente sus manos bajo la chaqueta de Venus y retrajó la blusa con los dedos tocando brevemente la piel de su cintura, ella experimentó un vertigo tal que sintió que podia desmayarse, sentia que esos roces eran electricos y cada poro de su cuerpo se puso alerta, él se acercó a su oído y susurró:

– Así imaginaba tus besos, asi imaginaba tu piel, como me gustas, ¿qué está pasando?

– Hércules, Me estoy quemando de ganas

– ¡Vamonos de aqui!, ¿sabes a donde?

– Por supuesto, soy la asistente, siempre tengo la logística preparada- anotó picaramente levantando las cejas.

Él sonrio y la condujó de la mano, pagarón la cuenta y se dirigieron a un Hostal cercano, de camino desviaron la conversación la conversación para disipar su ansiedad, Hércules le platicaba todo lo que debió hacer para salir de casa de Plutón, ella se diviertia con la historia e imaginaba a su jefe con su enorme miedo a estar solo; un hombre con tanto dinero, con tanta historia, que grita enérgicamente, que pelea con minotauros, con temor a lo más simple: ¡a sí mismo! no habia duda, el inframundo debia ser un lugar muy, muy triste.

Arribaron al lugar,  habia tanta adrenalina en el aire que ella no se puso a reparar en ningún detalle en absoluto, solo queria seguir explorando a Hércules y todo lo que la embriagaba. Entrarón y pidieron una habitación,  al entrar se volvieron a besar frenéticamente, jadeando su reprimida atracción, pero, a pesar de todas esas vibraciones que se aceleraban, del afán por sentirse cerca, Hercules respiro profundo, bajo el ritmo y con ambas manos sosteniendo las mejillas de Venus le dijo: “estar contigo preciosa nunca será producto de un apuro, no hemos hecho todo esto para solo quitarnos la ropa y ya”, “¿de donde has venido? ¿porque siento todo esto?” preguntó ella.

Se sentaron en la cama con las piernas recogidas uno frente al otro, como dos niños que van a jugar. Él empiezó a acariciar a  Venus muy , muy despacio como si estuviera inventariandola, dandose el espacio para conquistar cada rincón, ella sueltó los botones de la camisa de Hércules de igual forma, uno por uno observando su tez clara y rozando con sus dedos muy brevemente la piel de su pecho que asomaba en los bordes de la abotonadura.

-Nena, no olvides que esto no es pura arrechera, esto es un sueño que soñamos los dos, o ¿me equivoco?

– No te equivocas, no quiero dejar de sentirte, quisiera que este instante fuera eterno

– Te deseo desde que te vi y así no pareciera te abarque con todos mis sentidos, te visualice y sentí que el destino nos unía

– A mi me sucedio igual, solo pensaba ‘¿Quién es? necesito saber de él´

Cuando él finalmente retiró su blusa se detuvo a rozar sus senos por encima de la línea del sostén y los besó centimetro a centimetro. Ella se estremeció olfateandole el cabello, porque siempre ha creído que la esencia de los dioses se guarda en el olor de su cuello y su cabello, debe ser un olor dulce pero varonil al tiempo, debe poder fundirse con el tuyo, debe describir sutilmente que es lo que él valora en un encuentro sexual y Hércules era silvestre, como fresas y rocío, como canela y anís entremezclados a fuego lento, en una infusión que podía curarlo todo especialmente la tristeza y la frustración, lenta y delicadamente ella observaba como la varonilidad de Hercules iba en crescendo .

Terminaron de despojarse de la ropa así; controladamente y grabándose en la memoria cada rincón, cada sensación, cada roce, cada acorde de esa melodía compuesta de pequeños gemidos y ansias , con él no sintió pena de nada, por el contrario se sintió libre y dueña de sí, se sintió bella y única, especialmente cuando veía sus hermosos ojos avellana brillando de excitación o sentía la arrolladora energía de sus manos blancas recorriendola.

Cuando estuvieron desnudos se acostaron uno frente del otro de medio lado y se miraron a los ojos acariciando el contorno del otro:

-Hercules , ¿sabes que estoy con alguien? ¿cierto?- pregunta Venus 

-Si lo sé, jamás voy a preguntar por eso, no porque no me importes, sino porque no te invite aquí para cuestionarte, por el contrario quiero que seas la diosa que eres- Ella pudo prever que una lágrima iba a escapar de sus ojos y entonces lo abrazo para secarla sin que él se diera cuenta

Todo sucedió lentamente; el era blues, de esas melodías que se deleitan en cada nota, se permitían degustar esa armonía, no dejaron de mirarse a los ojos, olvidaron absolutamente todo, lo único que permaneció fue esa sensación que ella guardaba desde el lunes anterior cuando él le dijo descaradamente cuánto la deseaba, así que cuando Hércules se acomodo encima de ella, mirándola a los ojos y suavemente ingreso en el valle de su sexualidad fue natural,  pausado, consciente y como ella llevaba dos días extasiada y contenida tuvo inmediatamente un primer orgasmo que fue como un escalofrío estremecedor, que se evidencio porque tembló, abrazo fuerte a Hércules y sus entrañas también lo apretaron porque al igual que su mente su esencia quería grabarselo todo: el perfume, las formas y las texturas de Hércules.

– Estas bien ? – preguntó  Hércules

– estoy muuuy bien – exhala envuelta de placer

– Y ademas estas muy húmeda, pensaba que tu aroma era lo máximo, y no, tu aroma de ahora ¡si que lo es!

– ¿Que voy a hacer para no enamorarme de ti? 

-No hagas nada, solo se quien quieres ser, la Venus que me pone volar, cuyas feromonas me enloquecen

Ese fue solo el principio, porque luego se libro un contrapunteo de roces, de rafagas de besos de todos los calibres y apuntados a todos los flancos; al cuello, al pecho, a la cintura, la entrepierna… y directo al corazón. MIentras los poros exaltados sentían un escalofrío de éxtasis total, con sus cuerpos entrelazados de todas las formas posibles, se observaron sinceramente como infantes descubriendo un paraíso inexplorado, allí no habrian mentiras, todo se dijo, desde el “me gustas” hasta “aahhhh Hercules estoy a punto de llegar y siento que voy a desfallecer”, esto sucede justo en un momento en el que Venus se encontraba sentada encima rodeando la cintura del semidios con sus gráciles y largas piernas,  mientras él, abarcaba firmemente sus caderas y nalgas con ambas manos,  mirándola hacia arriba y exhibiendo una expresión de lujuria, una expresión indescriptible e imborrable a la vez, caracterizada por unos ojos chispeantes y una boca entreabierta de donde sobresale su lengua inmóvil con la que ella misma se roza la quijada y el cuello. Sus senos estaban a la altura de los hombros de Hércules y desde allí hasta su sexo cada milímetro adherido al varonil cuerpo de esta deseable deidad, ambos alcanzan el clímax de sus refrenados deseos experimentando oleadas sofocantes de calor al no tener más remedio que acelerar el ritmo frenético de ese cortejo erótico apacible y pausado que iniciaron minutos atrás, no solo sientió calambres en las piernas, todo en ella se estremecio a tal punto que intentó gritar pero su cuerpo no se lo permitió, su ojos se abrieron de par en par y sus pupilas se dilataron porque por un segundo perdio la visión, acto seguido se escucho un gemido de Hércules y apretó copiosamente con sus manos las caderas de Venus, tan fuerte y contundente como la forma en que la llenaba una y otra vez, finalmente llegó al éxtasis exclamando entrecortadamente “¡Todo en ti me produce orgasmos!»

Nunca se sintió más sensual que cuando estuvo con Hércules por primera vez , el color de su cabello representaba el calor que Venus sentía por dentro y ya no podía dejar de pensar en él y amaba todo lo suyo: su voz , su sonrisa y hasta su aroma a marlboro light -lo único que tenía en común con Plutón-, la clandestinidad y la conquista diaria. Era el semidiós más auténtico, libre y apasionado que había conocido y era un poco menor que ella, esto le importaba muy poco, incluso a decir verdad también  la excitaba.

Les anuncio que hay otra parte de esta historia en remojo ….Porfavor comenten, es anónimo y gratis 🙂 ponganse el nombre que quieran !

Venus

Codigo Cronologico: JC12III

Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmena una reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura

Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.

Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.

Plutón Dios de los infiernos y de la riqueza (Hades en la mitología griega).

Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido. La versiòn màs completa del mito de Orfeo y Euridice se encuentra en la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas.

junio 10th, 2016 by

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