*La imagen de este post corresponde a la carátula del libro Cougar: a guide for older women dating younger men de Valerie Gibson
Sigo creyendo que absolutamente todo en esta vida sucede por alguna razón. Hace algún tiempo una de mis amigas a la que le encantan los hombres menores me decía que no podía decir si me gustaban o no si en realidad no había probado alguno; para el efecto estamos hablando de diferencias de más de 8 años, por eso Hércules no cuenta para mi en la categoría de “pollo”. Mi amiga, incluso me decía que debía escribir respecto a esa experiencia que ella encuentra supremamente excitante, a lo cual me rehusé porque no podía hablar de una fiesta a la cual hasta el momento no había sido invitada.
Nunca he forzado situaciones en mi vida y para el caso particular debo agregar que encuentro muy curioso como los chicos que hoy tienen muchos años menos que yo, me miran con deseo y ganas de esas que no se ocultan ya que nunca fueron accesibles en la época en que yo gozaba de una edad similar a la que ellos ostentan hoy, es decir, nunca tuve suerte con mis pares de edad, pudo ser algo relacionado con mi estatura o con mi madurez o vaya uno a saber… realmente siempre he tenido mi “varita mágica para los más viejitos” como suelo decir.
Es un hecho que siempre sido más de hombres mayores; tal vez es un esquema aprendido con abuelos y padres en cuyas parejas él superaba por mucho la edad de ella en algo asi como 14 o 21 años, tal vez es que me gusta ser mimada o que encuentro que el erotismo es una dialéctica en donde la madurez, la experiencia y por ende (en la mayoría de los casos) la edad sí cuenta, también tengo cierta aversión a enseñar, a mi el tema de brindar iniciación en estos temas se me da bien poco.
Hoy quiero entonces contar a mis lectores que sí, que finalmente tuve la oportunidad de salir con un hombre menor hace algunos meses, ¡por fin viví esa experiencia!, así que ya tengo argumentos para responder a mi amiga Madelene y narrar como siempre y como me gusta, a partir de mi propia visión de los acontecimientos, asi que lo haré con esta epístola:
Querido Orfeo vesión 2.0,
Primero te agradezco entre otras cosas haberme dado la oportunidad de verte por última vez, a veces las diosas si queremos tener una despedida digna después de las experiencias vividas, el que manifestaras tus ganas de verme puso un dulcecito en la puerta de mi ego al cual no me pude resistir.
Llegaste a mi vida por casualidad, como debe ser, un amigo nos presentó, tu tienes un conocimiento importante para mi y yo quería aprender de ti. Gracias por esas lecciones, por la paciencia, siempre la valoraré.
En principio, debo reconocer que tus miradas lujuriosas y todos esos detalles bonitos, como tus historias de tragos y estados de trance, tus manos inseguridades y tus “estas linda” hicieron que saliera de mi letargo, cómo suelo llamar a ese etapa en donde el duelo y mi crisis de vida se conjugaron para hacerme sentir poco deseable, triste, melancólica y en la cual olvide mis pasiones, mi lujuria y la diversión de coqueteo.
De la interpretación de Deep Purple (nombre de pila de mi Saxofón) pasamos a mirarnos con ganas, yo empecé a imaginar tu piel al tiempo que hacía especulaciones sobre tu edad y aunque me sonroje también de tu dotación. Las de la edad se vinieron al piso cuando te vi sin barba supe que entre nosotros podia haber más de una decada de distancia y empece entonces a delirar. Si, Orfeo eres extremadamente sexy con tus ojos oscuros, tus cejas pobladas, tus rasgos angulosos y una delgadez que también puede ser un fetiche excitante.
Hicimos un trecho hasta ese beso intenso en el que supe que la suerte estaba echada y que mi cuerpo quería tenerte tanto como tú a mi. No hubo vacilaciones cuando me dijiste que no había vuelta atrás y que debíamos encontrarnos para por fin poder arrebatarnos mutuamente las ganas, las mismas ganas que me hicieron buscar la lencería sexy , el perfume irresistible y el maquillaje provocador, amo esos rituales y en ese momento más que nunca los extrañaba.
Fue ahí también cuando se consolidó otro ritual diferente, uno que me investía de cierto poder místico; porque yo escogía donde y pagaba la cuenta, mientras tu elegias cuando y te dejabas atender.
Fueron incontables los orgasmos en donde redescubrí mis squirts, al tiempo que con una fascinación muy mía volvía a sentirme dueña de este mundo en donde puedo gemir sin parar, en donde soy soberana de mi cuerpo al que amo con todo y sus imperfecciones. Un imperio en donde el rato de motel no alcanza, pero tu siempre debias correr para hacer algo importante en tu mundo de Ofeo renovado al servicio de la musa de musas, la música.
Confieso que fuiste una droga potente y que cuando desaparecias entraba en algo parecido a un síndrome de abstinencia, algo extraño para alguien como yo que a estas alturas de la vida se precia de tener total control de sí misma ya que tengo además multiples actividades y compañias con que distraer mis días.
Te ofrecí mi amistad porque siempre he pensado que pasar del affair al amigo sexual es un paso grato, creo que para ti no fue igual, porque fui testiga de tu falta de conversación y de los múltiples desplantes con respecto a proyectos en los que te ofreciste a ayudarme pese a que te insistí en que si era tu trabajo lo justo era que recibieras alguna retribución económica por ello, porque en ese sentido siempre seré justa y tengo claro que hacer las cosas por ´amor al arte´ es bonito pero también frustrante para quien tiene una actividad artística como profesión.
Entre una y otra de tus virtuosas apariciones y desapariciones un buen día me dijiste que ya no podíamos vernos más y fue claro que tenías una relación, pero también fue evidente que yo ocupaba un lugar algo oscuro en tu vida, mientras que para mi si tenias el lugar de «amigo» que no merecías, porque así soy, sincera y transparente en mis afectos. Mi ego explotó como hace mucho no lo hacía, ¿quién eras tú para despachar a una diosa?, ¿pero si hasta te estaba organizando un trío con una de mis mejores amigas? y vocifere las frases de cajón respecto a los pollos y me recrimine por tonta, por libidinosa y por romantizar como siempre mis hormonas. Aprendizajes de diosas que a veces llegan con Diógenes como mensajero y en esas transiciones la vida se encarga en mostrar que el camino se despeja para que otros dioses lo puedan transitar.
Pero con el tiempo también comprendí que fuiste un regalo, uno de esos que como una crema o un perfume un día se acaban, sin que por eso sean menos importantes que los duraderos como las joyas. Al estilo KongFuPanda supe que el presente, como me lo enseñó Lucifer, es lo único que tengo, es lo único que hay y que ese presente que fuiste y que ahora es pasado fue necesario en mi vida y que guardaré el recuerdo de ese aroma sobre mi piel cuando lo iba consumiendo y la satisfacción que sentía de poderlo tener, cada orgasmo, cada arracada de ropa, cada mirada, cada mojada y cada beso.
Ahora que resurgiste de tus propias cenizas para decirme que me extrañas y que anhelabas verme y luego de constatar por mis propios poros que la experiencia ya está agotada y que mis sentidos están habidos de otro tipo de vivencias, más espirituales tal vez y más complejas también, en donde me pueda reconocer a mi misma sin tener que marcar la pauta y brindando sin miramientos lo que soy bajo el convencimiento de que el erotismo se construye siempre desde el alma y sin reservas. No me queda más que agradecerte nuevamente por permitirme escribir esta carta y de paso para todas las diosas que también quieran vivir esto de disfrutar con alguien menor, no sin el warning de que si son mujeres como yo sólo será un peldaño que hay que subir sin mirar atrás.
Besos, Venus
Mi querida Madelene aquí resumo mi experiencia y te la comparto, gracias por la sujerencia, seguiré disfrutando a carcajadas de tus anecdotas en el galpón y recordando ¿por qué no? a mi pollito que se quemó en la puerta el horno de mi madurez, tal vez vengan otros, o de pronto me quedo con mis intelectuales mayores. Volver a escribir es un alivio para el alma y agradezco a quienes me leen siempre, dejenme saber de ustedes.
Los días pasan y yo me siento sin darte un beso como uno más…
Hércules llevaba dos semanas fuera de la oficina, estaba acompañando a Plutón a un viaje al Hades, para Venus fueron días sin color y sin brillo. Extrañaba a Hércules y aunque no lo quería admitir, entrar en la oficina de Plutón -a la que solo ella tenía acceso en su ausencia- sólo se justificaba por la remembranza de ese hombre que la tenía fuera de si, todavía podía sentir su aroma y se paseaba por lo rincones de ese lugar para captar algún vestigio de su esencia que hubiese quedado por allí a la espera de su anhelo. Se sentaba por momentos en el sofá, acariciando el cuero para recordar minuto a minuto de la noche en que profanaron ese sitio con descaro y lujuria http://venusyafrodita.com/venus-sigueme-y-veras-otra-version-del-inframundo-parte-4/.
No supo nada de él en esos días y aunque también era un alivio no tener que ver o saber de Plutón, el costo de la incertidumbre que pagaba con su ansiedad al no saber de Hércules parecía ser un precio muy alto.
Por arreglos locativos que se realizaron durante ese tiempo en el que el jefe visitaba sus dominios, Venus debió trasladar su oficina a un lugar cerrado en la planta baja.
Era martes en la mañana, de la semana en que estaba anunciado el regreso de Plutón, sin saberse a ciencia cierta qué día sería -por cuestiones de seguridad-.
Venus llevaba una falda lápiz en cuero negro, una blusa turquesa ajustada al cuerpo y zapatos estilizados de tacón alto igualmente negros; hace unos meses no se vestia asi, en realidad ella disfrutaba esa nueva versión suya más sensual y profesional. Entró en la improvisada oficina que ahora ocupaba, un espacio de paredes blancas, sin ventanas, un archivador gris en la esquina derecha al fondo y de frente un pesado escritorio en madera enorme, encima de él todos lo documentos a tramitar: cheques para firma, flujos de caja para revisar y propuestas para presentar a Plutón entre otros, odiaba ese paisaje de juzgado, así que respiró profundo para tomar impulso y poderlo tolerar.
De repente, sintió una presencia extraña y acto seguido fue rodeada por la cintura, ese brazo alrededor suyo la llevó contra la pared como en un baile ya ensayado y la colocó sin violencia pero con certeza detrás de la puerta aún abierta, cuando reaccionó se encontró con los ojos avellana de Hércules centelleando, en ese momento él cerraba la puerta con su mano izquierda, mientras que con la derecha recorría el contorno del cuerpo de Venus, que estaba sorprendida y exaltada, ella había quedado sin habla, pero al parecer él tampoco lograba articular palabra, acercó su cuerpo contra ella sin dejar de mirarla, entreabriendo la boca, para finalmente y luego de concluir la maniobra de cerrar la puerta, agarrar su mentón con fuerza y darle un mordisco en sus labios inmóviles por la sorpresa.
Los días grises habían llegado a su fin, la miraba fijamente, respiraban el mismo aliento cálido y acelerado. Luego de terminar de recorrerla toda como reconociendola y tomándole el mentón, se desabrochó el pantalón hábilmente, ella jadeaba y él dijo “necesito saciar mis ganas de ti o me enloquezco”, ella puso la palma de su mano en el pecho de Hércules desabrochando los primeros botones de su camisa, él pasó de sus pantalones a debajo de la blusa de ella jalandola para sacarla de la falda. Venus no dejaba de mirarlo y lentamente pero con una seguridad que desconocía en si misma, se arrodilló frente a él para encontrarse con el pene erecto de Hércules apuntando a su boca con la cual lo rodeo, el parecía perder el control y apoyó las manos a la pared, mientras ella saboreaba despacio y por primera vez el tótem de su deseo. Sentía que había querido hacer eso desde la primera vez que lo vio y un velo de culpa pasó por su mente, pero ahora, presa de la sorpresa y de tantas ganas acumuladas por días había sido capaz de rebasar el límite que le impedía apropiarse de Hércules de esa manera voraz, dentro de su boca, con el descaro de saber que había sabido darle la vuelta a un asalto que estaba dirigido inicialmente a ella.
«perseguiré los rastros de este afán»
Hercules echó su cabeza hacia atrás y jadeando con fuerza sentenció “Ahora si terminaré de obsesionarme contigo”, Venus se detuvo y miró hacia arriba con los ojos llenos de fuego y algunas lágrimas “¿si?…quince días sin saber de tí, no creo que haya mucha obsesión en esa o en esta cabeza” sonrió maliciosamente pasando su lengua entre los labios, una expresión que se le convertiría en un sello para expresar que estaba conectada con su lado más oscuro y lujurioso, a Hércules se le antojo que se veía inocente, cándida y demonica a la vez como si estuviera ejerciendo una especie de venganza caprichosa y eso encendió todo su poder, la tomó de los brazos con fuerza, subiendola de nuevo a su altura. Ahora fue él quien se inclinó para bajar la falda y las medias de nylon a la vez, deteniéndose sólo un instante observando las bragas y dando un beso a su “monte de Venus” por encima de estas, para luego bajarlas con fuerza.
Al volver a tenerla al frente la sostuvo del cuello, subió su pierna hacia su cintura y entró en ella con esa memoria vaga de todo lo que imaginó en la distancia, con espasmos que decían cuánto la había extrañado y cuánto ansiaba poseerla. Ella sentía que todo era irreal, tanto deseo conjugado, tantos sentimientos, tanto … A-M-O-R, que en lo único que pensaba cuando los dos al unísono alcanzaban el clímax era en <<te amo, te amo Hércules, no puedo estar sin tí>> pero esas palabras no fueron pronunciadas en realidad, en cambio empezó a gritar y él apretó su mano contra la boca de su Diosa para ahogar el sonido, ella mordió la palma de la mano de Hércules tratando de controlarse, tratando de recordar que estaba en la oficina , tratando de pensar solo en el deseo que sentía y no el amor que la invadía, un sentimiento que no había pedido, que era inesperado, que la hacía sentir que tal vez nunca había tenido sino hasta ahora esa mezcla perfecta de pasión y cariño por alguien que no se ahorraba ningún esfuerzo en darle orgasmos conscientes, elaborados y que no le pedía a cambio nada diferente al placer.
“Por Hércules todo -fantaseaba cuando se olfateaba los senos después en el baño atesorando el aroma de él en su piel como el mejor postre-, por Hércules visito el inframundo de ida y vuelta las veces que se me venga en gana, por Hércules soporto a Plutón, me doy la oportunidad de sentirme inmortal, y que el cielo me perdone porque esto es muy parecido al amor”, no lo quiso admitir pero su subconsciente se burlaba de ella despertándola a medianoche solo para imaginar a Hércules, su mirada, su poder, sus caricias y todo lo que se negaba a nombrar mientras una lágrima empapaba la sábana bajo su mejilla.
Un saludo a todos los que leen estas crónicas, mi vida ha cambiado mucho en el último año, oficialmente soy huérfana; despedí a mi madre a finales del año pasado, algo doloroso teniendo en cuenta el proceso de su enfermedad y el gran apego que tenía hacia ella, pero pensándolo bien, ¿que seria de quienes nos gusta escribir sin el dolor?. Mi historia se sigue escribiendo y yo debo recuperar mi esencia, volver a Venus, volver a la pasión por vivir, por escribir y como nos gusta a los escorpiones… resurgir de las cenizas. Esta crónica se la dedico especialmente a Afrodita. Gracias Mamacita por retornar a nuestra vida!
Y cómo esto debe continuar, aquí está precisamente la continuación de una historia previamente empezada, espero que encuentren gratos algunos cambios en mi estilo que serán evidentes.
Me gustaria que pusieran a rodar el link de la canción “slave to love” en el justo momento en que aparezca y que sigan leyendo.
Luego de haberse redescubierto en Hércules, la cotidianidad de Venus cambio, había faltado a sus promesas y había vislumbrado una tibia luz en su alma, esa esencia febril que la envolvía, rememorando la niña inquieta y apasionada de siempre, ávida por la búsqueda de lo prohibido, cándidamente arriesgada y dispuesta a todo por deseo.
El héroe de la fuerza y la diosa del amor se observaban largamente en la oficina, hablaban con parpadeos se palpaban a metros, sus ojos se encontraban en el epicentro mismo de la tormenta de las dudas que se apaciguaba cada vez que alguno tomaba el teléfono para teclear un nuevo mensaje:
Venus: ya no se que hacer, cada vez que te veo me derrito Hércules: Mi bonita, como soportar estas ganas que tengo de besarte toda Venus: Hércules, si eres real entonces eres un regalo, un secreto que guardo. Si no eres real entonces te inventé y soy la más lujuriosa de las esquizofrénicas. Hércules: Amo acariciar cada centímetro de tu cuerpo Venus: Añoro tu rostro de placer que ya tengo grabado en mi memoria. Hércules: Ya no me gustas un chingo, ahora te quiero un chingo
Cada mensaje era un delirio acompañado de un mudo gemido impronunciable, también lo era cada roce furtivo cuando se cruzaban en cumplimiento del deber, por breve que fuese, el corrientazo era suficiente para envenenar su razón, poner carmín en sus mejillas, sentir cosquillas en el vientre y fuegos artificiales entre sus piernas. Tenía memorizados sus movimientos, sus intenciones y su provocación constantes. Delante de ella, él se llevaba la mano al mentón, sonreía, se soltaba el rojizo y encantador cabello largo y luego lo recogía de nuevo, buscando el ángulo perfecto para hacer de Venus la única receptora de la lujuria dibujada en su rostro, permitiendo que tratara de leer la vocalización de alguna palabra incomprensible, pero invariablemente seguida del voluptuoso rose de sus dientes contra su labio inferior que inmediatamente la hacía evocar suavecitos mordiscos al mejor manjar de chocolate blanco bañado en velvet, ipso facto disparaba su olfato femenino poniéndola en la tarea del sabueso buscando la huella de la esencia silvestre que descubrió en él aquel martes; tan suya, varonil y candente.
Cualquier día Plutón se despidió temprano de su asistente dejándola en su escritorio culminado tareas, porque iba a atender a alguna “amiga” que le iban a presentar. Varios minutos transcurrieron entre uno y otro quehacer: ella tomó unos postits y un lapicero, desconfiaba de su distraída memoria; los papelitos amarillos eran lucecitas de alarma que la centraban en el deber. Inconsciente, llevó la pluma a su boca meditando aplicadamente: “solicitar el cheque de…”, “llamar a…”. Su responsable concentración se vio interrumpida por el sonido de unos pasos entrando a su área de trabajo, rogó al olimpo en pleno porque ese andar no fuese el retorno inesperado de su jefe, cortó su respiración expectante y ansiosa, se giró atónita en torno al tap tap tap que se aproximaba cada vez más, entreabrió la boca con el lapicero todavía posado entre los labios, entrecerró los párpados para visualizar mejor lo que parecía ser la silueta de… un hombre muy conocido para ella.
Hercules, aminoró el paso y sonrió, su mirada chispeante e impenetrable con ella en la mira, estaba solo, no titubeo cuando se detuvo justo enfrente y apoyó sus manos blancas y varoniles en el escritorio de ella, la observó fijamente, sus cejas instalaron en su rostro una depredadora expresión, luego, elevo su mirada y volteo levemente su cabeza haciendo una mueca en dirección a la oficina de Plutón.
La invitación fue clara, ella se levantó de su silla, embrujada, él prosiguió delante suyo en la ruta indicada y extendió tras de sí su mano, reafirmando la propuesta, ella aceptó alcanzando la punta de sus dedos y apretandolos valerosamente en sinónimo de su infinita confianza hacia él.
Ya de frente en el lugar en el que tantas veces ella había sido destruida moralmente, cerraron la puerta a sus espaldas, se encontraban justo en donde Plutón había vociferado contra todo lo humano y lo divino haciendo uso de un ego elevado en el pedestal del dinero, pero empobrecido, en últimas, por su falta de sensibilidad hacia lo terrenal en virtud de su fascinación por el Hades.
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Se vio en la necesidad de echar su cuerpo hacia atrás, como consecuencia de la fiereza con la que él la asía de la cintura para atraerla hacia su cuerpo, él aprovechó esto para invadir de besos su desnudo cuello, bastaron solo unos segundos para denotar lo ansioso que se encontraba porque cada vez la apretaba más y más fuerte contra su cintura y su pelvis protuberante tibiamente anunciaba la intensidad reafirmada por el el ritmo de su respiración que iba en ascenso. Se olfateaban como lo hacían durante todo el día buscando en el otro ESE detonante, pero claro, esta vez con el acelerado ritmo cardiaco que envuelve el regocijo de haberlo encontrado. Como los cerillos contra el rastrillo de la cajita que los contiene buscando ser encendidos.
Ella avanzó rodeada por sus brazos en dirección del sofá, abandonando los zapatos de tacón alto a su paso y perdiendo altura, haciéndose más vulnerable y por ende sintiéndose más excitada. La frecuencia acelerada de las pulsaciones era evidente cada vez que sus pechos se estrellaban en cada beso, era una especie de ritual en el que estaban significando que Plutón nunca jamas tendria sus almas que volaban clandestinamente cada vez que se encontraban, porque compartían el mejor de los secretos; de respiraciones entrecortadas, roces llenos de adrenalina en su sexo y palpitaciones paralizantes en su razón.
Hércules podía tener a Venus sin mentiras, sin velos , sin manipulaciones, por la sencilla y basta razón de ser quien era, ¿acaso existía una explicación más exacta a aquella fascinación muda?, al diálogo con roces, tatuandose al otro entre delirios y evocaciones, desear poder poseer el tiempo y suspenderse en la gloria misma de cada espasmo, alimentando ansias día a día de un romance perfecto porque se leían entre parpadeos, ya no habría futuro que superarse ese presente lleno de mágico magnetismo, cargado de sincera atracción.
Término poniéndola frente a sí de espaldas y ella poso sus antebrazos en el sofá porque era consciente de que esta vez se perdería el deleite de ver el rostro de placer Hércules, pero en compensación podría sentir como la invadiria por completo, se sentía libre siendo su presa y su esclava, porque él ya la poseía entera. Todo su poder entró en ella sin tregua, dolorosamente incandescente, perturbador y dulce. Superando cualquier sueño o el insomnio pensativo en que a veces se sumergía tocando su sexo. Ella quería quedarse en ese instante llena de su dios etéreo desde esa noche y para siempre, entre jadeos mudos y ropa desperdigada en el oficina del amo del infierno, para escribir una nueva historia después de tanto tiempo de haber olvidado protagonizar su mundo … a su manera.
La inundo por dentro, ella perdió las pocas fuerzas que le quedaban, pero él la sostenía como si de ello dependiera su poder, ella mordía el cuello de su blusa abierta para no gritar y el ahogaba sus propios gemidos apretando las nalgas de Venus que tenía las medias pantalón en la rodilla. Hércules antes de la embestida final presa de un momento de locura toma el cabello recogido de ella con una mano y la hala hacia sí violentamente diciéndole “dame todo lo que tengas, muéstrame cuánto me deseas” mientras ella gritaba ya sin control y juntos dieron paso a una descarga húmeda en el brazo del sofá.
Para qué detallar lo que sucedio despues o como Venus seguía temblando en el taxi de regreso a casa una hora y media después de despedirse de Hércules desprevenidamente en la calle, porque Plutón tenía ojos en la noche. Se sentía desgarrada, amada, renovada y deseada como nunca en la vida, esa noche hubiera dejado todo por poder dormir junto a Hércules para terminar de aprenderse cada curva y cada nota de su piel, pero los deseos no son completos y algunos se realizan a medias aunque con toda la intensidad.
El miércoles transcurrio sin novedad, Plutón tuvo una cita con el sastre y ese día no se comportó como el demonio del inframundo, sino como todo un caballero.
Hércules envío un mensaje en el que ldecia “me muero por verte hoy Venus,aprovecha que hoy está de buenas… encargate de que Plutón tome bastante vino al almuerzo”. La diosa asumio la tarea, administrando ampliamente los Frutos de Baco y tomando ventaja del buen humor de Plutón, sonriendo sin cesar de pensar en la fuerza erótica que Hércules ejercia sobre ella y de todo lo que estaba sucediendo.
A las 5:45 Plutón declaró estar cansado y un tanto alicorado, acto seguido se despidio de Venus con un “Muñeca, hoy fue un dia atareado, ¡te dejo! ten una buena noche” (todo según el plan) Venus se despide y piensa -Al fin libre-, para mayor tranquilidad llamo a Orfeo que estaba ensayando con la banda y en medio de la cacofonía de instrumentos que escuchaba de fondo le dijo “tengo un evento, me demoro”, “ok” replica Orfeo.
Citó a Hércules enviándole las coordenadas del café, sabia a ciencia cierta que seria la primera en llegar al lugar, la última vez que habia esperado a alguien fue varios años atrás, en el pregrado, aguardó por Caleus dos horas para finalmente darse cuenta que tener un novio al que debía esperar largamente, bajo un torrencial aguacero, sintiéndose en un papel más propio de el varón en esa realción no era lo suyo. Pero esta vez era diferente, ahora estaba allí con ansias, esperando a Hércules sin inseguridades, con la total convicción de que él llegaria allií, aunque, a pesar de su seguridad tenia los nervios rondandola.
Se sentó y pidio un capuchino, clavó la mirada en la puerta de entrada, sentía una mezcla de vértigo, excitación y deseo que la hacían poner pálida, así que se dispuso a mirarse al espejo para poder constatarlo, abrio su bolso para armarse de un espejo, se observó por un segundo y se dio cuenta que el color de la piel era el adecuado pero le falta sonreír para verse mucho mejor, menos expectante y al estar en la tarea de forzar una sonrisa escucha: “¿para que el espejo?, si siempre estas muy guapa”, subio la mirada y Hércules esta parado frente a ella observándola como pocas veces podía hacerlo, sin prevenciones ni temores. Ella mostró chispas en sus ojos marrón y le dijo “llegue a pensar que de pronto no pudieras venir”, él se acercó y se sentó al lado suyo.
Ya no podian esperar más, asi que ella alargó su mano y la posó en el cuello de Hercules, mientras él se acomodó atrayendola de la cintura. Un explosivo primer beso es todo, es descubrir todo un mundo -besaba mejor de lo que había soñado- era evidente que se estaban reconociendo, se olfateaban, se sentian, se mordian lo labios, no sabian donde poner sus manos, no podian parar, por primera vez tenian la libertad de abarcar al otro. Para cualquier espectador la escena debería estar cargada de muchísimo morbo, menos mal la cafetería no estaba muy llena y quienes la frecuentaban eran jóvenes, Venus sabía lo que hacía. Hercules deslizó disimuladamente sus manos bajo la chaqueta de Venus y retrajó la blusa con los dedos tocando brevemente la piel de su cintura, ella experimentó un vertigo tal que sintió que podia desmayarse, sentia que esos roces eran electricos y cada poro de su cuerpo se puso alerta, él se acercó a su oído y susurró:
– Así imaginaba tus besos, asi imaginaba tu piel, como me gustas, ¿qué está pasando?
– Hércules, Me estoy quemando de ganas
– ¡Vamonos de aqui!, ¿sabes a donde?
– Por supuesto, soy la asistente, siempre tengo la logística preparada- anotó picaramente levantando las cejas.
Él sonrio y la condujó de la mano, pagarón la cuenta y se dirigieron a un Hostal cercano, de camino desviaron la conversación la conversación para disipar su ansiedad, Hércules le platicaba todo lo que debió hacer para salir de casa de Plutón, ella se diviertia con la historia e imaginaba a su jefe con su enorme miedo a estar solo; un hombre con tanto dinero, con tanta historia, que grita enérgicamente, que pelea con minotauros, con temor a lo más simple: ¡a sí mismo! no habia duda, el inframundo debia ser un lugar muy, muy triste.
Arribaron al lugar, habia tanta adrenalina en el aire que ella no se puso a reparar en ningún detalle en absoluto, solo queria seguir explorando a Hércules y todo lo que la embriagaba. Entrarón y pidieron una habitación, al entrar se volvieron a besar frenéticamente, jadeando su reprimida atracción, pero, a pesar de todas esas vibraciones que se aceleraban, del afán por sentirse cerca, Hercules respiro profundo, bajo el ritmo y con ambas manos sosteniendo las mejillas de Venus le dijo: “estar contigo preciosa nunca será producto de un apuro, no hemos hecho todo esto para solo quitarnos la ropa y ya”, “¿de donde has venido? ¿porque siento todo esto?” preguntó ella.
Se sentaron en la cama con las piernas recogidas uno frente al otro, como dos niños que van a jugar. Él empiezó a acariciar a Venus muy , muy despacio como si estuviera inventariandola, dandose el espacio para conquistar cada rincón, ella sueltó los botones de la camisa de Hércules de igual forma, uno por uno observando su tez clara y rozando con sus dedos muy brevemente la piel de su pecho que asomaba en los bordes de la abotonadura.
-Nena, no olvides que esto no es pura arrechera, esto es un sueño que soñamos los dos, o ¿me equivoco?
– No te equivocas, no quiero dejar de sentirte, quisiera que este instante fuera eterno
– Te deseo desde que te vi y así no pareciera te abarque con todos mis sentidos, te visualice y sentí que el destino nos unía
– A mi me sucedio igual, solo pensaba ‘¿Quién es? necesito saber de él´
Cuando él finalmente retiró su blusa se detuvo a rozar sus senos por encima de la línea del sostén y los besó centimetro a centimetro. Ella se estremeció olfateandole el cabello, porque siempre ha creído que la esencia de los dioses se guarda en el olor de su cuello y su cabello, debe ser un olor dulce pero varonil al tiempo, debe poder fundirse con el tuyo, debe describir sutilmente que es lo que él valora en un encuentro sexual y Hércules era silvestre, como fresas y rocío, como canela y anís entremezclados a fuego lento, en una infusión que podía curarlo todo especialmente la tristeza y la frustración, lenta y delicadamente ella observaba como la varonilidad de Hercules iba en crescendo .
Terminaron de despojarse de la ropa así; controladamente y grabándose en la memoria cada rincón, cada sensación, cada roce, cada acorde de esa melodía compuesta de pequeños gemidos y ansias , con él no sintió pena de nada, por el contrario se sintió libre y dueña de sí, se sintió bella y única, especialmente cuando veía sus hermosos ojos avellana brillando de excitación o sentía la arrolladora energía de sus manos blancas recorriendola.
Cuando estuvieron desnudos se acostaron uno frente del otro de medio lado y se miraron a los ojos acariciando el contorno del otro:
-Hercules , ¿sabes que estoy con alguien? ¿cierto?- pregunta Venus
-Si lo sé, jamás voy a preguntar por eso, no porque no me importes, sino porque no te invite aquí para cuestionarte, por el contrario quiero que seas la diosa que eres- Ella pudo prever que una lágrima iba a escapar de sus ojos y entonces lo abrazo para secarla sin que él se diera cuenta
Todo sucedió lentamente; el era blues, de esas melodías que se deleitan en cada nota, se permitían degustar esa armonía, no dejaron de mirarse a los ojos, olvidaron absolutamente todo, lo único que permaneció fue esa sensación que ella guardaba desde el lunes anterior cuando él le dijo descaradamente cuánto la deseaba, así que cuando Hércules se acomodo encima de ella, mirándola a los ojos y suavemente ingreso en el valle de su sexualidad fue natural, pausado, consciente y como ella llevaba dos días extasiada y contenida tuvo inmediatamente un primer orgasmo que fue como un escalofrío estremecedor, que se evidencio porque tembló, abrazo fuerte a Hércules y sus entrañas también lo apretaron porque al igual que su mente su esencia quería grabarselo todo: el perfume, las formas y las texturas de Hércules.
– Estas bien ? – preguntó Hércules
– estoy muuuy bien – exhala envuelta de placer
– Y ademas estas muy húmeda, pensaba que tu aroma era lo máximo, y no, tu aroma de ahora ¡si que lo es!
– ¿Que voy a hacer para no enamorarme de ti?
-No hagas nada, solo se quien quieres ser, la Venus que me pone volar, cuyas feromonas me enloquecen
Ese fue solo el principio, porque luego se libro un contrapunteo de roces, de rafagas de besos de todos los calibres y apuntados a todos los flancos; al cuello, al pecho, a la cintura, la entrepierna… y directo al corazón. MIentras los poros exaltados sentían un escalofrío de éxtasis total, con sus cuerpos entrelazados de todas las formas posibles, se observaron sinceramente como infantes descubriendo un paraíso inexplorado, allí no habrian mentiras, todo se dijo, desde el “me gustas” hasta “aahhhh Hercules estoy a punto de llegar y siento que voy a desfallecer”, esto sucede justo en un momento en el que Venus se encontraba sentada encima rodeando la cintura del semidios con sus gráciles y largas piernas, mientras él, abarcaba firmemente sus caderas y nalgas con ambas manos, mirándola hacia arriba y exhibiendo una expresión de lujuria, una expresión indescriptible e imborrable a la vez, caracterizada por unos ojos chispeantes y una boca entreabierta de donde sobresale su lengua inmóvil con la que ella misma se roza la quijada y el cuello. Sus senos estaban a la altura de los hombros de Hércules y desde allí hasta su sexo cada milímetro adherido al varonil cuerpo de esta deseable deidad, ambos alcanzan el clímax de sus refrenados deseos experimentando oleadas sofocantes de calor al no tener más remedio que acelerar el ritmo frenético de ese cortejo erótico apacible y pausado que iniciaron minutos atrás, no solo sientió calambres en las piernas, todo en ella se estremecio a tal punto que intentó gritar pero su cuerpo no se lo permitió, su ojos se abrieron de par en par y sus pupilas se dilataron porque por un segundo perdio la visión, acto seguido se escucho un gemido de Hércules y apretó copiosamente con sus manos las caderas de Venus, tan fuerte y contundente como la forma en que la llenaba una y otra vez, finalmente llegó al éxtasis exclamando entrecortadamente “¡Todo en ti me produce orgasmos!»
Nunca se sintió más sensual que cuando estuvo con Hércules por primera vez , el color de su cabello representaba el calor que Venus sentía por dentro y ya no podía dejar de pensar en él y amaba todo lo suyo: su voz , su sonrisa y hasta su aroma a marlboro light -lo único que tenía en común con Plutón-, la clandestinidad y la conquista diaria. Era el semidiós más auténtico, libre y apasionado que había conocido y era un poco menor que ella, esto le importaba muy poco, incluso a decir verdad también la excitaba.
Les anuncio que hay otra parte de esta historia en remojo ….Porfavor comenten, es anónimo y gratis 🙂 ponganse el nombre que quieran !
Venus
Codigo Cronologico: JC12III
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido. La versiòn màs completa del mito de Orfeo y Euridice se encuentra en la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas.
Aunque no lo pareciera, era Romano, procedía de una familia de guerreros inmigrantes de otras tierras que se asentaron en una hermosa población aledaña a la gran ciudad, era el menor de varios hermanos, fue criado con carácter y sacrificio pero en un hogar lleno de cariño, emigró al Tártaro con su hermana Morta en busca de un mejor futuro. Morta por otra parte era una mujer admirable; fuerte, muy dueña de sí -su influencia en Venus es algo que jamás se podrá dimensionar- era divertida pero centrada, responsable, aterrizada y muy trabajadora. ¿Qué hacía Hércules trabajando con Plutón? se encargaba de la seguridad y los desplazamientos del amo y señor del inframundo.
Algun lunes, después de su jornada como asistente, soportando gritos que iban y venían por parte de Plutón porque: “todos son incompetentes y todos me están robando!”este la invitó a tomar una copa en su café-restaurante de preferencia y le pregunta “¿Quieres que Hércules se siente con nosotros preciosa?“ ella contesta de inmediato “Claro que si Plutón!”. Se sentaron a hablar los tres de alguna cosa, Plutón ya había recibido en la oficina su ración de halagos por los que pagaba a su séquito de trabajadores, su ego está dichoso y en ese café, a media luz, con Hércules al frente y Plutón al lado Venus empieza a sentir vértigo, en el momento oportuno Plutón se para de su silla para dirigirse al baño y Hércules aprovecha para tocar las piernas de Venus bajo la mesa y con una explosión de brillo en la mirada le dice:
-No voy a poder dormir hasta que haga el amor contigo!- ella quedó atónita y él insistió-¿no te gustaria?…
– Si, claro que si-i-i
– Pues tienes una cara de terror, ¿eso te causa que te desee?
– Estoy asimilandolo… perdón – toma un sorbo de agua para aclararse la garganta en un intento de poner todo en orden en su cabeza.
– Di algo, no me hagas esto Venus, me matas.
– Me encantas!, solo se eso, me fascinas, cada vez que leo un mensaje tuyo o te siento cerca a mi me lleno de vida- se muerde los labios al decirle esto
– ¿Entonces?
– Sígueme escribiendo y enton….
En ese instante reaparece Plutón un poco alicorado y se acomoda nuevamente en su lugar, Venus experimenta mucha adrenalina que se manifiesta con una taquicardia incontrolable, es la primera vez en su vida que siente ganas de arrancarle la ropa a alguien en un lugar público, afina su olfato para seguir percibiendo el olor de Hércules, sonríe nerviosisima mientras Plutón habla y habla de las mismas cosas de siempre, en un instante elabora imagenes de Hercules recorriendo todo su cuerpo y partir de allí no podría sacarlo de su mente, sentía cosquillas de solo saber que estaba allí muy cerca pero inaccesible. En su mente ya estaba penetrándola tan fuerte que se sonroja y bajo la mesa se rasguña sus propias piernas con medias de seda fria, lo hace para controlarse, para que un poco de dolor autoinfligido la haga aterrizar… no tiene éxito, sigue bebiendo vino y observándolo por encima de la copa de cristal, olfatea el vino encontrando ciertas notas de ese bouquet que se parecen a las que emana él mismo Hércules; igual de adictivo, de sexy, de misterioso y entonces siente como humedece sus panties, esto la obliga a cruzar las piernas y a apretarlas contra sí misma muy fuerte, cierra los ojos un instante para imaginar a su interlocutor de enfrente en otra expresión diferente a la que realmente tiene en el momento emulando escuchar atentamente a Plutón, es irremediable, Venus decide que lo que declara Hercules se cumplirá, ya no lo puede evitar….
LLegó a su casa luego de que uno de los conductores a cargo de Hércules la llevara, abrió el portón y se detuvo a pensar en lo que sentía, tanta lujuria y tanto deseo guardado, buscó a Orfeo que estaba en el estudio frente a su computador.!
– Hola! -Saluda Venus
– Hola la bebé, ya comiste algo? – responde Orfeo con los ojos inmersos en la pantalla
– Si, y tu ?
– Claro no en un lujoso restaurante como tú, pero bien.- Ella esboza una sonrisa, le da un beso en la mejilla y le pregunta
– mmm… vamos a dormir ?
– No dale tú , yo seguiré aquí, tengo una secuencia que no me cuadra y no podría conciliar el sueño.
– Entiendo, eso me pasaba a mí con el álgebra y el cálculo diferencial, me gustaria poder ayudarte, pero lo que sé de música está en mi inconsciente jaja … entonces nos vemos mañana – se dan un fugaz beso en la boca.
Venus se dispone a subir las escaleras y se siente por un instante culpable de que Hércules la desee, de estarle dando rienda suelta a esa situación. Ya en el dormitorio y luego de mimar a los gatos se alista para dormir, al estar acostada de medio lado en la cama, jala el cuello de la camiseta de la pijama hacia afuera para hundir su cabeza y poder olfatearse a sí misma, esto le recuerda la comodidad del hogar de sus padres, tal vez porque heredó el aroma de su mamá, esa notica acaramelada que le brinda paz, luego con la otra mano alcanza uno de sus redondos senos y por primera vez se lo palpa detenidamente, no es muy grande pero es redondo, consistente y pasa sus dedos por su pezón que siempre está erguido, se siente cómoda con lo que siente y piensa que no puede evitar a Hércules, su mirada penetrante en cada parte de su cuerpo, todo el misterio que envuelve y esa especie de orgasmos reprimidos que son cada uno de sus mensajes … y ahora, su reciente declaración de deseo justo frente a ella. Finalmente concilia el sueño acariciando sus senos y llevando su otra mano entre sus piernas para hacer un poco de presión sobre su clítoris que está inflamado pero por la excitación que experimenta esa noche, así que su centro de placer palpita sutilmente bajo su mano anunciandole que su cuerpo esta ansioso y sensible a la vez.
Al día siguiente, un martes, Venus arribo al trabajo, luego llegó Plutón seguido de sus conductores, estaba malhumorado y todos tenían cara de acontecimiento, Venus busca infructuosamente a Hércules con la mirada, definitivamente no estaba por ninguna parte, esto no pintaba nada bien …
Plutón la llama a su oficina y le solicita pedir cita con un sastre para horas de la tarde, ella le informa en un tono muy tranquilo que el sastre había manifestado dos dias atras solo tener tiempo para el dia siguiente, la cita estaba agendada y ya se lo había comunicado a él, pero que sin embargo, lo llamaría para insistirle, dicho esto Plutón entró en cólera y gritó enérgicamente: que cualquier cliente era menos importante que él y que eso solo denotaba que ella era una mujer común y corriente, que no tenía madera para trabajar con él ni con nadie más. Venus sale de allí moralmente destruida y llama al sastre a rogarle que vaya, sin embargo no tiene éxito en su empresa, así que el miedo se apodera de ella.
Venus entra a refugiarse en la cocina para exorcizar su ira y frustración apoyándose contra la pared, temblando y respirando profundamente, siente que va a desfallecer. Hércules aparece! entrando afanosamente en la cocina y exhibiendo preocupación en sus bellos ojos, se nota en su expresión que ya le han narrado lo sucedido, se acerca a ella apoyando una mano en la pared, posando la otra en la mejilla de ella y declarando:“no eres nada de lo que él te haya dicho OK !, mírame, nunca, óyeme bien, NUNCA le daras el gusto de que te vea llorando, él no merece las lagrimas de una diosa y yo espero en cambio merecer tu sonrisa y be-sa-rte…” ella clava sus ojos enrojecidos en los de Hércules que en ese momento son su salvavidas, él por otra parte observa fijamente sus labios, se acercan suavemente, ella tiembla copiosamente y siente el halo de su aliento… como si fuera una especie de invitación a escapar de la realidad, cuando de repente la señora del servicio irrumpe y ese ansiado beso queda solo en un suspiro ahogado…se incorporan rápidamente y se ven en la necesidad de simular otra situación, como si Hércules le estuviese entregando a Venus unos recibos de gastos de la caja menor o algo asi.
Ese día almuerza cualquier cosa sola, porque Plutón no la quiere ver y ella tiene un apretado nudo en la garganta; Hércules en cambio si lo acompaña pero desde allá envía un mensaje de texto a Venus
-Ya está más calmado este loco del infierno, tu no te preocupes, todavía estoy temblando por ese beso que no te pude dar – ella responde
– Él no va a perturbar mi paz jamás, en cambio, gracias a ti hasta por el beso inconcluso y por todo!
– Me encantas Venus, Cuando te veo?
– Mañana?!
– En la tarde?, después de dejar a este loco en su casa
– Perfecto! yo te digo donde
– Ya estoy nervioso!!… y feliz
Ella también estaba dichosa pero no sabía de lugares de encuentros clandestinos, solo tenía claro que debía ser en un entorno conocido así que busca la dirección de un motel cerca a la universidad donde está estudiando su posgrado, así pueden verse primero en un café al que ella acude habitualmente luego de clases.
Si, esto continua ! Viene lo que todos esperan….
VENUS
Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido. La versiòn màs completa del mito de Orfeo y Euridice se encuentra en la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas.
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Este post está escrito a propósito de nuestro primer taller (inscribirte aquí antes del 16 de junio) .
por Afrodita.
Gracias al temor que sentimos de quedarnos solos en algún momento de nuestra vida, de una u otra manera nos hemos visto obligados a mentir y lo que es peor, mentirnos a nosotros mismos; es por tanto que, muchas veces nos sometemos a situaciones o relaciones que no nos agradan, con tal de seguir un patrón cultural y social; y así evitar el señalamiento colectivo.
Colombia, así como gran parte de América Latina, no es ajena a este tema, ya que ha vivido con el yugo del machismo impuesto por la sociedad, heredado generación tras generación, siendo en ocasiones, las mismas mujeres quienes fomentan esto. Muchas de ellas dispuestas a servir, de modo que aveces prefieren, someterse y ser tratadas como un objeto sexual; sin embargo es importante también no dejar de lado el feminismo radical o el feminismo mal interpretado por aquellas que de cierta manera se sienten oprimidas o agobiadas, y que de algún modo, ven al género masculino como una amenaza para su entorno… creo que todo debe tener su propio equilibrio en la balanza.
Día tras día, nos debatimos entre relaciones que nos agobian y en tal sentido, en ocasiones nos hemos atrevido a cuestionar o señalar diferentes situaciones, que la sociedad nos ha puesto en el inconsciente colectivo de manera determinada. Por ejemplo, si un hombre no se casa, o es homosexual o un verdadero promiscuo. Y en el caso de las mujeres no es diferente, o es lesbiana, poco mujer o una vagabunda.
Nos hemos pasado toda la vida buscando la aceptación por parte de otros para encajar socialmente, tanto que, nos olvidamos de nuestra verdadera esencia, nuestro “YO” interior. Es por tanto, que a diario nos encontramos con miles de familias que demuestran una perfección inexistente dentro de su núcleo. Pero si miramos al interior de estas, nos podemos preguntar realmente ¿qué tan felices son? Si en muchos casos, tanto mamá como papá, duermen en camas separadas, o incluso en habitaciones distintas. Con una comunicación completamente fracturada y en ocasiones, con relaciones extramatrimoniales, de uno o de ambos, porque ya ni siquiera se soportan. Pero de alguna forma seguimos ahí, llenando esos vínculos de fachada y de rótulos, con el único propósito de aparentar e intentar sentirse mejor que los demás. Criando hijos de tal manera, que continuén con la tarea de aparentar lo que no son, donde a futuro puedan encajar en círculo social que se ha encargado de lo mismo, generaciones atrás. Y lo peor, golpeando, señalando, criticando y de algún modo, destruyendo a aquellos que se atreven a salir de su absurda zona de confort. Tal vez, porque se desea estar allí, justamente del otro lado de la barrera; pero el miedo se apodera de nosotros, nos acobarda y preferimos quedarnos exactamente donde la sociedad nos permite, para evitar cuestionamientos propios o ajenos.
¿Qué nos ha hecho tan desdichados, o querer vernos de esa manera? Con los años me he dado cuenta que cuando alguien intenta salirse del camino trazado o de la curva de la llamada “normalidad” dictaminada por las normas sociales, de manera inmediata los diferentes entes, llámense religión, sicología, familia sociedad y más.., actúan para poder “CORREGIR Y DE NUEVO ENCAMINARNOS POR LA VÍA, QUE DEBEMOS SEGUIR”, en lugar de ayudarnos a pensar en la forma en que podamos para alcanzar la libertad y ejercer con autonomía e independencia, no solo espiritual, económica, cognitiva y en tal sentido sexual.
Así mismo, nuestro caminar por la vida está ha estado dirigido a preocuparnos por lo que hacen los demás, antes que encaminarnos hacia lo realmente importante, ahondar en nuestro autoconocimiento. Es gracioso pensar en los orgasmos que nuestras parejas deben darnos, sin antes habernos regalado muchos más, para saber lo que realmente nos gusta. Es por tanto que, los individuos se casan, no para vivir y construir propósitos en pareja, sino para aparentar y pertenecer al selecto grupo de entes que encajan perfectamente, bajo los patrones del yugo y la falacia de una sociedad con doble moral.
Con todo lo dicho anteriormente, es necesario traer a colación el amplio y complejo campo de la sexualidad humana. Y debo decir que: La mayoría de las personas no se conocen puesto que NO saben dar ni recibir SEXO, de manera que, la exploración del mismo, está demarcada por los parámetros que dispone la sociedad, la iglesia o en el peor de los casos la pornografía. De igual forma, las tres producen taras sexuales, que en muchas ocasiones son difíciles de derrocar. Ya sea por falta de interés, por vergüenza o por el simple hecho de creer que ya tiene todo aprendido. Esto ocurre en hombres y mujeres, siendo los primeros, quienes incurren en mayor proporción, y esto se debe generalmente, a su lado machista y/o egocentrista. Para lo anterior quiero poner unos ejemplos concretos.
Santiago, quien es de ascendencia costeña y machista, a sus tan solo 8 años de edad, su padre, su abuelo y sus hermanos mayores le preguntaban acerca de ¿cuántas hembritas tenía?. al día de hoy él tiene su esposa con la que comparte la crianza de sus tres hijas, además de 5 mujeres fuera del matrimonio, a las cuales tiene engañadas, a quienes complace en la cama y algo económicamente, con la única defensa de sentirse el macho alfa.
Por otra parte, cuando Juanita tenía entre 8 y 10 años, fue descubierta por su madre mientras se masturbaba. Ella, con el afán propio que le dan los estigmas sociales, irrumpe explicándole a Juanita, las razones por las cuales no debe practicarlo y que bajo ninguna circunstancia debe repetirlo. Luego de 10 años, Juanita le niega a la sociedad que ella recurre casi a diario a la masturbación para proporcionarse placer, obvio no sin antes cerciorarse de que nadie la vea.
Por otra parte, en otro escenario, Carmen, quien fue testigo del maltrato físico y sicológico que su padre le dió a su madre; hoy en día Carmen es la que le propina golpes a su esposo, para asegurarse de que ella es quien manda en la casa.
Definitivamente esta sociedad se encuentra llena de paradigmas demarcados los cuales son objetos de ensayos que a su vez, terminan en la mayoría de casos, en un fatídico ERROR. De esta forma, lo que en ocasiones funciona bien para algunos individuos, no se puede proyectar a modo general, porque seguramente no funcionará en otros. Por ejemplo:
Carlos quien nunca antes había tenido alguna experiencia sexual, quiere proporcionarle placer a su novia, masturbándola, tal como lo ha visto en algunas películas porno o como según él, le han dicho sus amigos. Pero en su ingenuidad trata de hacerlo introduciendo sus dedos dentro de ella, como si fuera una batidora. Entre tanto Betty, su novia, desconoce el mundo de los orgasmos por falta de masturbación, puesto que toda su vida ha escuchado que solo las RAMERAS y las necesitadas lo hacen. En tal sentido, Betty finge disfrutar delante de Carlos de estos movimientos. Pero en lugar de proporcionarle algo de placer, la alejan aún más del desconocido mundo del placer sexual. Carlos, convencido total de hacer bien lo que hace, lleva más de las mitad de su vida, masturbando de igual forma, a todas las mujeres que han pasado por su cama. Además de eso, todas ellas, sin las agallas suficientes para desmentirlo. Ya sea, por falta de identidad, miedo al qué dirán, o desconocimiento total de sí mismas.
En otro caso: María vive hace más de 10 años con su esposo, quien es un experto en finanzas. Ella por acuerdo de ambos, dejó su trabajo hace más de 5 años, para dedicarse al hogar. María es una mujer a la que le gusta leer temas de interés para mantenerse al día. Un dia cualquiera le comenta a su esposo que leyó acerca del famosísimo “squirt” del que últimamente han hablado mucho. Así que le propone hacerlo para experimentar. Durante días se disponen a practicarlo, con resultados fallidos porque él no le estimulaba de manera correcta su “punto G”. Tanto que ella muy esperanzada, se lo hace saber. Él con su posición de ejecutivo sabelotodo, la insulta, tildándola de “Ganosa y enferma sexual”, puesto que según Sebastian, su esposo, esas prácticas son de mujeres de la vida alegre y no de una señora casada y decente. Ahora María se masturba una y otra vez a escondidas de su marido, dándose placer a sí misma y obteniendo en pocos minutos, el deseado “squirt” que tantas mujeres anhelan probar.
En tal sentido, los ejemplos antes mencionados, son sólo un abrebocas de las múltiples historias que podría mencionar y todas ellas con un componente principal. LA DESINFORMACIÓN, LA IGNORANCIA Y LOS TABÚES.
Estas letras son una invitación a reflexionar acerca de lo que ocurre en nuestro caminar por la vida, lo que queremos de ella, es un llamado a cuestionarnos sobre la influencia que ha tenido la sociedad, e indudablemente también la iglesia en cuanto a lo que es bueno o malo para nosotros y lo que esperamos de nuestra entorno erótico-sexual y amoroso. Llenarnos de argumentos es importante a la hora de tomar una decisión, madura. Y nunca, nunca juzgar sin tener conocimiento de causa. Construyamos relaciones a partir de su autosinceridad, autoconciencia y autoconocimiento, en el que la comunicación sea el ingrediente principal en nuestro diario vivir y el de nuestra pareja. De modo que, hablar de sexo de forma libre, abierta y transparente sea un claro reflejo de la confianza mutua. Porque si decidimos callar, seguiremos haciendo parte de la castración sexual de esta sociedad.
Un beso gigante para todos y en mi próximo post, esperen la segunda parte de Hermes (ver acá 1ª parte).
Prometí contar esta historia hace algún tiempo, intenté que el momento fuera adecuado e incluso me trate de comunicar infructuosamente con su protagonista. Hércules: a veces la vida tiene recuerdos de todos los sabores, pero seguro los que atesoro de ti son dulces y no los abandonaré jamás así tenga un ataque de alta glicemia….por Venus
Trabajaba en un lugar absurdo en donde se sentía como si fuera perteneciente a una especie de secta religiosa extraña, una de esas cooperativas de trabajo asociado con todas las herramientas para evadir la ley laboral, fue el trabajo que Venus consiguió después de meses de desempleo (Ver: El acoso sexual laboral si existe).
Su vida cambió cuando recibió una llamada para asistir a una entrevista de trabajo y va allí con expectativas, aunque un poco escéptica. El futuro Jefe de Venus, a quien llamaremos “Plutón” era un hombre particular, alguien que estaba jugando a ser empresario con algo más de 58 años, luego de una existencia de lujos y placeres y de, como pocos en este mundo, tener la oportunidad de desarrollar su hobbie como “profesión” porque el dinero de la familia era suficiente para vivir en la opulencia y sin preocupaciones finacieras. Él la recibe en una entrevista poco usual en donde simplemente le hace un par de preguntas en inglés: do you speak english?, would you like to work with us? .
Orfeo se ocupaba de lo suyo: de soñar sin medida, de componer canciones, de inventar obras de arte en mundos sonoros surrealistasy de negarse a replicar el estilo de vida común en donde el trabajo más que un placer es una obligación sacrificante. Venus envidiaba el modus vivendi de su dios consorte al que trataba como un niño indefenso, ella era un reemplazo burdo de la madre de Orfeo; le daba consejos, lo invitaba a cenar en opulentos sitios, lo admiraba profundamente como artista, su creatividad y su disposición a hacer música diferente. Eran los mejores amigos sin duda, pero… algo estaba pasando entre ellos, Venus luchaba contra el conformismo en que fue levantada, mientras que Orfeo seguía en su doctrina del arte por el arte; había una conexión que se rompía poco a poco.
Tres días después de la entrevista recibe la llamada en donde le confirman que sería contratada, le realizan una visita domiciliaria en donde tuvo que enviar al padre de Orfeo a dar un paseo con los perros; Venus no lo soportaba, era el polo opuesto de su propio padre un hombre machista, de malas maneras, incapaz de trabajar o de hacer tareas domésticas. Por otra parte tener convivir con la familia de su pareja siempre fue un conflicto para Venus.
Así que, renuncia a la secta contra la dignidad laboral y llega a su nuevo empleo armada de ilusiones. Le impartieron un día completo de inducción y le detallaron sus responsabilidades laborales. Estuvo charlando con Plutón y con Morta quien lo conocía de años atrás y lo asistía en el Tártaro, especialmente en su afición de doblegar minotauros en el circo romano jineteando corceles. Morta se encargó de decirle a Venus que no podía olvidar que Plutón era del inframundo y que debía siempre pensar con cabeza fría para no dejarse arrastrar a sus dominios, no debía permitir que dañara su alma, tenía que mantenerse fiel a lo que era y sobretodo priorizar el valor de las cosas que son realmente importantes -tal como le enseño su padre-.
Plutón viaja a su tierra durante cuatro días, al regresar, llega a decirle a su nueva asistente de presidencia “Hola Venus, ven aquí, quiero que conozcas algunos de mis caprichos de hombre adinerado”. Detrás de él se acerca un dios al cual ella no pudo quitarle la mirada: cabello largo del color del fuego y recogido, tez blanca, labios exoticamente gruesos y unos ojos avellana que revoloteaban en sus pupilas mirándola fijamente. Tal vez uno de los momentos más enigmáticos y eróticos de su vida, que más se puede pensar cuando se conoce a un dios que se te ha presentado en sueños desde niña? “hola mmm soy Hércules, mucho gusto!” “Venus, igualmente” se dan la mano brevemente y ella siente su energía tal como la imaginaba: impenetrable, única, auténtica y poderosa.
Como Plutón era ególatra, luego de entrar en su oficina y explicarle que pasabocas, tipo de cigarrillos y marca de agua consume, sale a atender una llamada dejándolos solos viendo un video de sus enfrentamientos con minotauros, Hércules comenta sobre el video de Plutón que es un arte difícil de dominar, la técnica, la relación con el corcel, los movimientos gráciles todo esto sin alejar los ojos del televisor y luego hace esta afirmación:
– Ya mi hermana Morta me había hablado de ti, aunque se quedó un poco corta en sus apreciaciones.
-Perdón, ¿me hablas? – pregunta Venus, pensando en que no imaginaba que Morta y Hércules fuesen hermanos
– Pues a quien más, a la niña linda que tengo al lado- voltea a mirarla y se topa con una Venus sonriendo que piensa -convencidisimo, puede tener esos ojos y ese cabello pero eso no le da derecho!! jajaja- y responde
– por aqui nos estaremos viendo ¿no?
– No lo dudes, Ve-Nus!- sintió un corrientazo al escuchar su nombre pronunciado con un acento medio tártaro, medio romano de boca de Hércules que parecía retarla con el brillo de su mirada
Los días pasaron, entre reuniones y charlas, ya Venus empezó a entrever el verdadero carácter de Plutón. Por otra parte, Hércules apenas tenía oportunidad se acercaba al escritorio de la diosa y se inventaba alguna excusa para hacerla reír. Tenerlo cerca, sentir su humor y rozar aunque fuera brevemente su cuerpo, a ella la empezó a llenar de ansias y excitación, de esas que no se le confiesan absolutamente a nadie… En alguna ocasión se sienta justo frente a ella a leer y ella lo detalla maravillada, él sonríe malicioso levantando la mirada de tanto en tanto y cuando sabe que tiene la atención de ella pronuncia “di-vi-na” sin emitir sonido y mordiéndose los labios, Venus pierde la noción del tiempo y su corazón da un vuelco por tanto empieza a respirar agitadamente.
Cada vez llegaba más temprano a trabajar con la expectativa de lo que serían sus encuentros con Hércules, tuvieron fugaces charlas sobre arte, él era más adepto a los ritmos del pop latino, ska y rock urbano, ella en cambio era fiel a su rock clásico. Hércules confesó que una de sus películas favoritas era “El lado Oscuro del Corazón” y ella anotó en su memoria ese título para verla luego… un dia encuentra en el escritorio una hoja de papel con esto:
Como su labor en casa, con Orfeo, era de la aterrizada, la que pagaba las cuentas, la responsable, nunca, jamás entendió la profundidad de este detalle, además estaba estudiando matemáticas, por lo cual le pareció eso: solo una táctica fríamente “calculada” por Hércules, pero no dejaba de inquietarla este dios hipersexy y empezó a masturbarse en la noche con su imagen mientras Orfeo componía o hacía arreglos musicales hasta la madrugada. Como él estaba en época creativa no tocaba a Venus ni por error, ella a veces le decía coquetamente “Orfeo ven aqui! te quiero besar” a lo que él respondía “Venus no! tengo que terminar mi disco, tu no entiendes la trascendencia de esto?, ya estuve tomando un café contigo hace un rato ¿qué más quieres?” ella solo se ponía su pijama con los ojos encharcados -que triste es sentir que tu esposo es la persona más inalcanzable de tu vida-, a veces abrazaba a su gato y al oído le decía “tu eres mi verdadero amor, mi esposo en una dimensión onírica en la que soy naturaleza..” mientras se quedaba dormida. Empezó a pensar que el arte era una especie de maldición y que no tenía ya ella tiempo para tanta sensibilidad, eso solo le correspondía a Orfeo, cada lágrima la hizo más fuerte, cada desplante la volvió más fría …
Plutón llegó a pensar que Venus sería su nuevo juguete, una especie de exótica mujer joven de mostrar en las reuniones de negocios, admiraba su belleza y le decia que tenia genes italianos envolatados (Claro, Venus es Latina), ella empezó a usar faldas y Hércules enloquecía con su piernas, así como el mismo Plutón que incluso llegó a decir descaradamente que ofrecería un millon de dolares por esas piernas.
Ella compro un movil, el primero de su vida y Hércules aprovecha un momento de distracción de Plutón para pedir su número, desde entonces, aprendió para qué servían en verdad los mensajes de texto!. Hércules pasaba y saludaba de cualquier forma frente a su escritorio y luego escribía el verdadero saludo “Estas tan hermosa hoy… me pones a volar” “Venus hola, no veía la hora de ver tu sonrisa, eres muy guapa lo sabías?” “Cuándo podré tener el placer de mirarte a los ojos largamente?” ella se sonrojaba, leia y releia los mensajes y respondía “me gusta ese Blazer azul Hércules” “¿así de tanto me piensas?” “mmm y para que me quieres mirar, si aquí lo haces siempre, a mi y a las demás!” a lo que él siempre respondía con la frase final que a ella la enloquecía y que retumbaba en sus oídos “Me gustas un chingo!”*
Esas miradas lascivas y cómplices por parte de Hercules rescataron la sensualidad de Venus, quien tras el pago de su primer sueldo en esa compañía salió directo al salon de belleza más costoso que encontró, se compró una blusa color celeste y junto con una falda de cuero que le habían regalado años atrás, se decide a conquistar el mundo y a volver a ser quien era, por primera vez se daba gusto, por primera vez se sentía realmente independiente, su lucha estaba dando frutos… (continuación en este link)
Se les quiere y como siempre añoró comentarios y saludos !!!
VENUS
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Muchas veces, el valor omite a una generación o más, así que está en nosotras como mujeres, devolvérselo a las generaciones anteriores y asegurarnos que no sea apagado en las que vienen.
Dedicado a su hija.
Por Afrodita
Hace un par de días Afrodita se encontraba con su pequeña hablando, de diferentes temas, de esos que de una u otra manera le causan curiosidad a los niños de su edad. Entre preguntas y respuestas hubo un par de estas, que por un segundo la dejaron sorprendida.
“-Mami, ¿Por qué Dios es hombre? y ¿Por qué los ángeles son hombres? Debería haber una diosa y ángeles mujeres ¿no crees?-”
El hecho de que su pequeña con tan sólo cinco años le preguntara esto, la dejó perpleja. Enseguida a su cabeza vinieron un millón de ideas, del porqué se cuestionaba justamente eso. Una y otra vez, esas preguntas retumbaron en su cerebro, como cuando devuelves un “casette” tantas veces para poder entender esa canción que tanto te gusta. Así que, para discernir un poco más lo que ella quería saber, Afrodita le devolvió la pregunta.
“-Nena, ¿por qué me preguntas eso?-”
“-Mami, pues porque hay mujeres y hombres, niños y niñas, chicos y chicas. Entonces quiero saber, ¿por qué no hay una diosa y por qué todos los ángeles son hombres y no hay mujeres?
Ante lo que dijo la pequeña, la diosa quedó más confundida. Y es que, como carajos le argumentas a una niña de tan solo cinco años algo como esto, sin rayar entre el feminismo, machismo, y/o sexysmo?. Y que además todo tiene que ver con la concepción judeocristiana, que desde sus inicios le dió un papel secundario a la mujer. Una cuidadosa mirada a los relatos de la historia de la Creación revela las diferencias sustanciales entre hombre y mujer. En donde a esta última la muestran como, objeto del pecado, la encarnación de la tentación, es decir, la mala del cuento y por ende inferior…. en fin, eso ya lo sabemos.
Después de repensar, cuál debía ser la respuesta para cada una de las preguntas que su chiquita le había hecho, intentó argumentarle de la manera más coherente posible sin tener que adentrarse en temas que por ahora se que no entendería. Así que, sólo le contestó: “-Nenita, bueno, tanto Dios como los ángeles son seres de luz, y como seres de luz, son asexuados, es decir que, no tienen género. No se puede afirmar que sean hombres o mujeres”– y concluyó: “bueno por hora es un poco confuso para tí, sin embargo, poco a poco irás entendiendo más”.
Y así, una y otra pregunta venían en torno a su respuesta. Y creánme, para la pequeña no fue suficiente, ya que, le refutó varias veces, por el hecho de que en su colegio le dijeron que Dios era hombre. Con la gran inocencia que caracteriza a una niña de su edad, defendía una y otra vez su género frente a sus amiguitos y les decía, “-hay un Dios y una diosa-”. Y como era obvio, hasta la profesora concluyó: “-Dios es hombre, porque así lo dice la bíblia.” Ahhh!!!!! que tal esta respuesta de la profesora. Y claro, después de que la maestra de su hija dijo esto, era lógico que llegara a preguntarle acerca del tema y más aún cuando le pidió que le leyera una parte de la creación del mundo de la cual habían hablado en días anteriores en clase…
En otro escenario…(anterior)
Afrodita de pronto recrea en su mente un poco de la vida de su madre, quien es la cuarta hija de 13 hermanos (11 mujeres y 2 hombres), recuerda que ella fue criada muy de la mano con la religión. Su etapa escolar durante la primaria y secundaria, las cursó en varios colegios de monjas porque así lo dispusieron sus padres; y como en todas las familias grandes de la época, habían hermanas, amantes totales de ir a misa a diario, otras que lo hacían para no entrar en discusión y quedar bien con sus padres y maestros y un par, como la madre de Afrodita, que intentaban revelarse ante ésta imposición que les parecía un tanto ortodoxa. A la abuela de Afrodita, la llamaban a darle quejas de su mamá, porque según las monjas: “esa muchachita, tenía el diablo metido”. Detestaba que la obligaran a asistir a misa todos los días incluso dos veces por día. Pero claro en esa época los padres sabían cómo dominar a sus hijos. A punta de lo que llamaban: REJO.
De esta forma, la madre de Afrodita -a sus escasos 12 años- tuvo que verse en varias ocasiones en la penosa situación de asistir al colegio con sus piernas marcadas por los azotes que le daban sus padres, al intentar revelarse a no ir un domingo a la iglesia.
Según lo que la madre de la diosa le contaba a ésta, no le resultaba cómodo que le impusieran cosas y menos que la obligaran a rezar taaaanto, sobretodo cuando en algunas ocasiones, fue testigo de eventos protagonizados por las mismas monjas del colegio. Uno de aquellos fue, cuando la madre superiora en alguna ocasión hizo llamar a su despacho a una de las estudiantes preferidas, ya que para la gran mayoría de religiosas, por no decir que todas, era la típica niña, que llevaba una vida ejemplar, de recato y prudencia. En otras palabras, una estudiante de admirar. Según la propia monja, debía darle alguna recomendación acerca de un evento próximo en la institución. Pero para gran sorpresa de algunas estudiantes, la escena que descubrieron no era nada más que un momento en donde monja y alumna juntaron su cuerpos para dejarse llevar por el deseo y la lujuria que les invadía. Jaaa!, a menos que aquellas recomendaciones, se trataran de cómo gemir en un momento de pasión desenfrenada. Y como éste, hubo otros episodios, protagonizados por las nunca bien ponderadas religiosas de postura parca, casta y hasta célibe. Aquellas religiosas, eran las mismas que juzgaban a la madre de Afrodita y le repetían una y otra vez, e incluso en público, que tenía el diablo en su interior.
Siempre en su juventud intentó salirse de una u otra manera de ese estereotipo convencional de la sociedad de comienzos de los años setenta, y más aún, en su época de estudiante universitaria cuando justamente se estaba gestando la corriente del hippismo. Sin embargo, el momento tal vez no era el mejor para una mujer que no estaba de acuerdo con imposiciones de una sociedad machista. Así que, decidió guardar a la chica valiente que por varios años intentó liberarse, y decidió, seguir los patrones sociales impuestos por esta sociedad opresora, dejando atrás la mujer que en algún momento deseó ser.
Cuando llegaron a este mundo, Afrodita y sus dos hermanos, dispuso que lo mejor para sus hijas (en contravía a lo exigido al único varón), era seguir las reglas y comportarse con recato y prudencia. De esa manera, según ella, sus hijas no tendrían problemas de aceptación social. Pero como bien lo contó Afrodita en su primer post (ver los inicios del viaje de Afrodita), por más que intentó, su verdadero YO, explotó en algún momento.
La evolución libre de la feminidad
Ahora bien, con el episodio de lo ocurrido con su hija, Afrodita se detuvo a pensar que ella jamás y menos a esa edad pensó o imaginó algo similar. Cuando era chica, sabía por la biblia, la religión, lo profesores y demás, que Dios era hombre y punto, nunca lo discutió, ni preguntó nada. Así que esto definitivamente reafirma la idea que en varias ocasiones han hablado con Venus: Como mujeres empoderadas tienen un camino que las lleva de alguna manera a generar un cambio escalonado en el pensamiento femenino, generación tras generación, son la evolución de sus madres!.
Es indiscutible pensar que esta transgresión generacional, se encuentra en cada mujer y cada generación llega hasta un límite o inclusive alcanza a sus ancestras. Afrodita es la evolución mejorada de su madre, mucho más libre claro está y con más elementos de juicio; por otra parte su hija, será una versión más desarrollada de su abuela y por supuesto de la propia Afrodita.
Es por eso, que la invaden un millón de sensaciones cuando piensa en ello. El creer que su hija será la evolución de la mujer que habita en la diosa, de aquella que se encuentra en la cabeza, el alma y el corazón de la misma que esta escribiendo frente a un teclado, entregándoles en cada letra y en cada palabra sus pensamientos más profundos y más íntimos y entonces se pregunta: ¿Quién será su hija más adelante?, ¿Cuál será su proceder, su posición? La responsabilidad en parte la tiene ella (Afrodita). Hacerle saber, que no hay diferencia de derechos entre hombres y mujeres, que se sienta libre responsablemente, no la va hacer menos que nadie. Que un hombre no está con una mujer porque ella lo necesite, que tampoco necesita a un macho para crecer intelectualmente o a nivel profesional. Que cuando decida casarse o tener un compañero es para crecer juntos, para construir una vida en pareja pero en igualdad de condiciones. Donde ambos tengan los mismos derechos sin importar su condición y sobretodo que su exploración sexual sea libre, equilibrada y responsable. Que sea ella misma, por encima de todo lo que la gente pueda pensar, y que por supuesto, su amor propio, es lo que le dará la fuerza y el empoderamiento que necesita para construir sus alas y sentirse segura. Que pueda decir “NO” cuantas veces sea necesario. y que al contrario, pueda decir SI, cuantas veces también lo desee.
Afrodita sabe que con todas las preguntas que de una u otra manera se hace la pequeña, se esta cultivando una diosa en ella. Sabe por experiencia propia lo que ha pasado por su cabeza a lo largo de su vida, desde que era tan solo una niña. Cuando comenzó a sentir y empezaron a despertar cosas sin comprender, porque no hubo quien la guiará en su caminar por su sexualidad. Seguramente ocurrirá lo mismo con su pequeña, o quizas no, Sin embargo, no teme a ello, porque sabe perfectamente que estará allí, como madre, como amiga, como diosa.
De alguna manera Afrodita sabe gracias a su experiencia durante todos estos años, esas verdades esenciales sobre la sexualidad femenina, y todo lo que le costó algún tiempo entenderlas. Como lo expreso en su post (ver Lo que nos diferencia (a Las mujeres) de ellos.) El porqué de esa carga tan erótica que poseemos las mujeres y su dominio particular de la propia sexualidad femenina cuando puede ser expresada de manera abierta y franca… Aún cuando muchos desean o han intentado ahogar los gritos de libertad femenina en medio de ese bosque árido que compone esta sociedad desde tiempo atrás.
Por su puesto no quiere adentrarse en un campo que aún desconoce, sólo vislumbra en su hija a una diosa en potencia. Pero prefiere dejarle al destino y a su intuición todo, sin apresurarse a hechos que aún no existen. Sabe y es consciente que estará allí para cuando su pequeña lo necesite y se permita cuestionar en algún momento, la manera en la que se enfrentará al mundo erótico, sexual y afectivo. Donde ella y su hija se permitan construir un lazo de confianza donde pueda acompañarla y guiarla hasta el momento en que sea necesario y nunca limitar su expresión como mujer…
Porque al igual que la misma Afrodita, quizá también entenderá, que es de diosas proponer. Y que ese estereotipo del placer perseguido en la manzana prohibida del paraíso, al contrario de hacer un mal, le brindó a la mujer oportunidad de escoger y decidir a la medida de cada uno y de nuestros sueños.
Hace un tiempo Rambha nos suguirio un hermoso ejercicio de redactar un manifiesto individual como mujer y entonces pensé “Debo hacerlo como Venus o como yo?” y luego concluí: una cosa es ser la bandera, otra es llevarla pero en la procesión tanto el individuo como el símbolo son igual de importantes.
Uso este seudónimo porque soy una soñadora, aunque algunos saben quien realmente está detrás del teclado, de los comentarios sarcásticos y de los apuntes jocosos sobre el erotismo y el sexo, aquellos, los que saben quien soy en verdad son mis compañeros de vida; curiosamente en ese grupo no hay ningún familiar consanguíneo, tal parece que quienes te aceptan como sos son aquellos a los que te aproximas por la vía de la amistad, a los que eliges como fraternos cómplices en el camino de la existencia, no quienes forman parte de tu núcleo familiar.
Encontrar mujeres dispuestas a ver la vida más alla de los convencionalismos sido un oasis, en realidad me siento más acompañaday, ya no me auto considero una enferma sexual, Y si, sueño con esa mujer cualquiera sea Paola, Andrea, Artemisia o Juno, cualquiera que un día me lea y diga “Y esta ¿porque habla de esas cosas que a veces yo también he sentido?” para empiecen a plantearse que están de alguna forma estan momento histórico de la historia en que deben hacer las paces con su alterego suxual antes que reprimirlo.
Cuando estuve en la Universidad me enamore de la libertad, de la vida de estudio que me permitía construir mis creencias con argumentos, pero sobretodo me enamore de una definición de ese ámbito académico “Unidad en la diversidad” y es que la feminidad tambien es asi, cada una es un mundo y al interior de ese mundo tomamos decisiones, decisiones de vida y aprendemos lecciones, lecciones de amor, eso es lo que nos hace mujeres más alla del maquillaje, en un mundo como el actual en el cual ser competente ya no se trata solamente de saber un montón de cosas académicas sino de ser integral; saber sobrellevar todas las facetas de la vida con equilibrio, inteligencia y libertad. A la larga tenemosvarias cosasa en común, sensaciones y percepciones de la existencia que nos unen, antes de hacernos competir, una actitud ridícula en la que nos empeñamos las mujeres con unos celos absurdos.
Todos usamos una máscara y somos responsables de cómo la administramos, yo cambie la máscara por un sincero alterego, así que no escondo lo que soy, simplemente escojo los momentos para conversar con él y convivimos armónicamente, a este alterego y gracias a un afortunado encuentro que cambió mi vida lo bautice VENUS, a quien le permito despacharse en el teclado del computador, dejarse halagar por cuanto dios, semidiós o plebeyo (dije halagar, no ofender ni acosar). A Venus la dejo ser todas esas cosas que socialmente despiertan sentimientos adversos: la consentida, la ególatra, la hedonista, incluso la segurisima, la que inventa mundos paralelos, es suspicaz y ya no le importa nada, porque su tarea en mi vida es dejarme explotar mi creatividad y desatarme.
Pero cuidao, para los amigos y la pareja no se deben tener máscaras, allí es donde la connotación del alter ego es más válida; una faceta, un superyó, más no algo que cubra lo que en el fondo soy, no es una actuación de perfección por el contrario es permitirse con toda imperfección SER.
No delego responsabilidades a Venus ella es lo que debe ser sinceramente, pero yo tengo el control como mujer de hasta donde dejo que el icono de la diosa me lleve, en medio de mis preocupaciones mundanas: el trabajo y el hogar, sin embargo, es excitante tener la herramienta de la divinidad que se permite decir tranquilamente: me masturbo, me excitan los dioses, amo los orgasmos, me pone mal escuchar palabras sucias en la cama, coquetear es lo mío definitivamente, que rico ser una zunga y otro montón de afirmaciones que ya han leído en este espacio durante este tiempo y que son lo que llamamos los cimientos del Olimpo.
No creo que mi historia de vida sea tan diferente de quienes me leen, solo que mediante un ejercicio creativo le pongo magia a lo que he vivido, de allí que Lucifer sea un torrente de pasiones, pero en la vida real sea lo que es; un hombre interesante, misterioso e incluso porque no depresivo, Saturno es el primer amor de Venus, quien la conoce como nadie aunque tenga problemas cotidianos como cualquier mortal y Vulcano… bueno es mi proyecto de vida, el regalo guardado cuando estaba por a ciertos parametros comunes de la vida, a la larga el puede tener algo que ver en el descubrimiento de Venus y le permitió estar aquí , de eso se trata, de exaltar lo mejor, de quedarnos con lo bueno, de no trasegar en círculos viciosos en lo malo o autojuzgarnos, de dejar de darnos garrote para ser las mejores versiones de nosotros mismos que podamos ser, sobretodo en lo erótico y es que ese ámbito de la vida es tan importante como dormir, comer o subsistir, ¿porque nos empeñamos en negarlo a menudo?
Gracias a Venus descubri :
Que el sexo es lo mejor como ejercicio de feminidad consciente siempre que lo disfrute y me sienta plena
Que cada vez me gusta más lo que soy
Que lo que pasa con mi cuerpo es solo mi responsabilidad y yo la asumo, ni mi familia, ni mi pareja y mucho menos personajes ajenos que representan instituciones alienadoras como la iglesia tienen nada que opinar al respecto.
Que mi camino como mujer en la transición de milenio me ha llevado más lejos de lo que cualquiera de mis congéneres de principios del siglo 20 hubieran soñado jamás y me siento orgullosa y visionaria al respecto
A reirme con picardia de lo hipersexual y hormonal que puedo llegar a ser.
Así,que me queda un buen camino por recorrer, pero a Venus le debo ponerme alas por un ratito para mirar todo desde una perspectiva más amplia y así avanzar un poco más rápido.
El llamado entonces es a descubrir su alter ego interior y ¿porque no? jugar con él. La vida es muy corta para enredarse con pendejadas que se superaran en la próxima generación de seguro, así que seamos visionarias siendo realistas en cuanto a lo que pensamos de nosotras mismas no autoidealizandonos.
Por: venus
Ella se levanta muy temprano me dice que ya no quiere cambiar su país pero que de algo debe vivir para darnos los gustos que merecemos: los paseos, las rumbas , la ropa sexy y los zapatos y que ahora, juntas tenemos una misión más importante: encontrar diosas en otras mujeres . Antes de salir de casa arrastrada por ella, Vulcano palmea mi trasero en señal de despedida haciéndome pensar … “siii debería estar arrunchada contigo, tal vez hacer el amor en la ducha mmm” pero nos despedimos porque hay mucho por hacer, ya en el carro empezamos a charlar mientras escuchamos y cantamos algo de rock o pop. Le recuerdo a ella que tenemos que escribir sobre Hercules, sobre el sexismo, sobre la conciencia de las hormonas, sobre la conquista, sobre esos picantes encuentros sw, ella sonríe y me dice “ok, ok todo a su debido tiempo, respira Venus, a propósito que buen programa de radio el de ayer ¡ese apunte sobre los hombres pulpo estuvo estupendo!”…
Durante el día convivimos en una armonía diafana que antes de que me encontrara y me bautizara no teníamos; yo soy la que se da cuenta de las miradas lascivas a nuestras piernas en el ascensor por parte de sus compañeros de oficina y me divierto. Tiene dos compañeros que la buscan con el propósito de encontrarme a mí, porque saben que existo, me piden consejos eroticos y he logrado que pasen momentos increíbles con sus parejas, en algún ratico me apodero de la situación y abro la carpeta de borradores de escritos y empiezo a escribir con esta tecnología que en la Roma originaria jamás me habría imaginado, ¡que fortuna!
Asi que estoy buscando a un montón de diosas como Diana, Dana, Flora y otras que son la voz interior que se niegan a reprimir muchas mujeres para no encajar en unos esquemas sociales intrincados e inculcados por mucho tiempo -algo que la verdad yo no entiendo- que no les permiten explorarse sexualmente y que solo marcan limitaciones al ejercicio de la sexualidad consciente, las busco en pos de que con argumentos digan “No más esto de vivir para los demás!, esta diosa me pertenece y quiero que viva dentro de mi”
Por otra parte debo anotar que de ella no debo aprender mucho, solo a sobrevivir, ojala algún día le pueda ayudar en esa tarea, somos dos facetas en un cuerpo, somos la dualidad que crea y desde que nos reconocimos y empezamos a encontrar otras duplas mujer- diosa ¡somos imparables!
Afrodita y yo podremos ser tachadas de inmorales o libertinas, no importa, de cuantas cosas no nos han tachado por años y años en el cuerpo de otras mujeres, pero aquí estamos, rompiendo cadenas, diciendo verdades y sobretodo: amando lo que somos, porque cuando cae la noche y vamos al mundo de los sueños todas nuestras fantasias eroticas se hacen realidad y evolucionamos con el tiempo fundiendonos cada vez más con ellas, las mujeres de verdad.
Gracias por estar aquí y leernos, un beso …Con cariño VENUS !
Saturno pasa a tomar ambas muñecas de Venus por encima de su cabeza con una sola mano, haciéndolas fuertemente y con la que tiene libre empieza a acariciar los labios de Venus con su pulgar como dibujando ochos horizontales en ellos (el símbolo de la eternidad), finalmente y mirando sus labios fijamente introduce ese pulgar en la boca de Venus, ella lo saborea ansiosa, con sus ojos clavados en la mirada expectante de Saturno; no lo puede creer, no solo lo desea todavía sino que además le genera una vibración exuberante de querer recuperar parte de su pasado y de sus sentimientos de antaño, la aprieta con espasmos fuertes y rítmicos de sus caderas contra la pared y ella exhala un gemido ahogado, le suelta los brazos y entonces ella recorre con sus manos el pecho de Saturno de arriba abajo empezando por sus hombros enormes y terminando en su cintura y entonces hala su camiseta con fuerza para permitirse sentir el calor de su piel y tocar su abdomen, él hace lo propio y saca sus dedos de la boca de ella y empieza a desapuntar apuradamente los botones de esa camisa leñadora con una mano mientras con la otra aprieta su cabeza enredando en sus dedos el rizado cabello de Venus, los ojos de ambos empiezan a brillar y entonces la piel de los dos se junta cuando ella logra sacarle la camiseta, èl rodea su cintura y la trae hacia sí de un golpe «Seré lo que tu quieras, hasta saciarnos!» luego de escuchar esa declaración de labios de Saturno oye el sonido de la cremallera de sus propios jeans al ser bajada por sus audaces y varoniles manos.
– No te apures- dice Venus
– No me pidas eso amor o ¿piensas hacerme esperar otros 10 años para perderme en ti?- le dice Saturno mientras la mira a los ojos y agarra sus nalgas frenéticamente
– Cierto, el tiempo suele jugar en mi contra- dice Venus agitada y pausando cada palabra, haciendo un esfuerzo enorme porque se entienda que ha esperado esto largamente.
Aqui esta de nuevo la danza de besos que ella jamás olvida, como cuando por fin logró tener una tarde con Saturno cinco años después de haberlo conocido, en su transición de crisálida a diosa.
El poseía la llave mágica del cerrojo del erotismo de Venus y la tenía guardada esperando, para abrir de nuevo la puerta como lo hizo por primera vez años atrás. Ahí estaba el incontrolable movimiento de los senos de Venus erguidos mientras respiraba fuertemente y recordaba cuanto podía entregar sin esperar nada a cambio, sólo por satisfacción y deseo.
Quería saciarse en ese instante para siempre y regocijarse en cada sensación en cada espasmo acompañado de un torrente de humedad que la empezaba a invadir y la ahogaba en placer sin permitirle hablar, mientras él la llevaba y la conducía al pasado diciéndole al oído cuántas ansias le producía.
Al abrir la compuerta y descubrir el éxtasis que los embriagaba, ella sentía sus varoniles manos en cada rincón suyo, mientras sus bragas húmedas eran arrastradas por sus jeans que ya caían al suelo y entonces decide volver a besarlo con la mente en blanco y hacer lo propio bajando la cremallera de la bragueta de Saturno, jala el cinturón con fuerza como un látigo y arranca luego el botón con la violencia y el apuro que los caracterizaba… entonces buscan la cama en medio de un beso ansioso porque es inevitable para ese momento fundirse.
Saturno la tumba en la cama y luego de terminar de quitarse prestamente sus propios jeans, se acomoda encima de ella para decirle “ningún beso será como el primero que te di, lo se, pero este también será memorable” y apoyando sus manos en el colchón la besó haciendo un recorrido desde su boca hasta su sexo pasando por el mentón, el valle entre sus senos y su ombligo con besos cada vez más agudos y estremecedores hasta llegar hasta el punto vital (álgido) de la diosa quien solo dice:
– Pues he vivido varios así, en mis fantasías
– Ninguna fantasía superará esto! – afirma èl, mientras con sus dedos la penetra mirando fijamente en la acción que empieza a suceder allí en su vulva y detallando cada espasmo acompañado de humedad delirante y sigue besando su clítoris mientras retadoramente clava sus ojos en la expresión de éxtasis en el rostro de Venus.
– Ahh, mas fuerte! Mmmm– exclama ella retorciéndose de placer y reprimiendo un grito
– Dime lo que quieres y cuánto lo quieres
– Maaas Saturno!
– Venus, sabes que el tiempo no importa, sabes que hay historias para ser vividas repetidamente y no me importa cuántos hombres conoces desde que pueda siempre verte transportada como estas ahora con tu humedad en mis manos, te tengo en mis manos!
– Y yo, te tengo en mis ganas! – Hay un brillo propio de la lujuria en los ojos de Venus que tiene nuevamente un tinte malvado
Saturno besa nuevamente la abertura de Venus pasando su lengua como quien saborea un helado y en un instante, para ella infinito, se apresta para penetrarla y lo hace diciendo:
– Aqui esta el tiempo para recordarte de que estas hecha y para reclamar esas fantasías que le pertenecen.
– Apropialas y llenalas entonces- Responde Venus amiga de las sensaciones intensas apretando con los dientes la falange de su dedo medio derecho.
Ella estruja su espalda y entonces él la embiste con toda la fuerza que tiene el tiempo, con la fuerza de poseer la llave primigenia de su volubilidad y de tener la clave secreta en su forma de hablar, estaba dentro de ella, ocupando el lugar que simbólicamente le pertenecía en sus memorias atesoradas… tal vez entonces, al verla así suspendida en el instante, Saturno sabe que es ahora su momento de acompañarla y acelera el ritmo frenéticamente, ella lo ayuda fundiéndose con él y moviendo sus caderas rítmicamente y se chocan en el éxtasis y la exuberancia de sus deseos más bien guardados y desentrañados.
Pasaron por su mente los pasajes de esas elaboraciones mentales románticas humanas; las cenas que jamás tuvieron, la cotidianidad fantaseada, los fracasos y éxitos juntos inventados, los aciertos y desaciertos. Todo en unos segundos como dicen que sucede justo antes de morir y sentía taquicardia porqué solo hay una vida, solo una y a veces sentía que solo había una oportunidad de amar por primera vez y de tatuarse la mente con deseos y semblanzas agónicas hechas de humo y sudor en momentos de autocomplacencia. Por que a la larga un orgasmo es como una pequeña agonía, una pequeño fallecimiento y nacimiento a la vez mientras experimentaba cada embestida con más y más calor sofocante. Allí se presentan los espasmos del clímax como es habitual en ella y en ese momento en que hierve lo abraza y hace que él de la vuelta para cabalgar encima suyo, sin pestañear, porque quiere grabarse cada gesto del orgasmo de este dios que reta el tiempo una y otra vez, observa también el lobo tatuado en su hombro y en un instante absurdo y demente incluso tiene la visión de verlo aullar a la luna que para entonces ya empieza a vislumbrarse por la ventana de la habitación. Hasta que llega el momento culmen de verlo transfigurado de placer apretando los dientes y diciendo “Nada te supera Venus; ni de niña, ni de diosa”
Otra vida…
Sin embargo Saturno pertenece a otro mundo, uno que Venus no entiende y que a veces se torna lleno de misterios, ella no sabe a que se juega con él y todo se convierte en una montaña rusa, no hay tiempo real con Saturno, porque él mismo es el tiempo: el pasado (conocerlo, lo que aprendió) , el presente (conocerse ella misma) y el futuro (amar cada vez màs la vida y con ella el erotismo) pero el deseo se conserva intacto a pesar de los años, el olvido no es una posibilidad así lo abrigue porque es imposible alimentarlo cuando el recuerdo lo sobrepasa y dos escorpiones auténticos no se pueden olvidar. Después de todo al viernes le sigue siempre el sábado.
De alguna forma, existen dioses con los que se experimenta una fuerza de gravedad incontrolable y eso fue lo que sucedió con Saturno desde que se miraron por primera vez y estaban destinados tal vez, por un juego extravagante del destino a desearse y a saciarse cada tantos años, no importa, acababan de burlar ese destino nuevamente, seguirán así, gravitando el uno al otro; por eso, Venus tendida a su lado luego de concebir ese orgasmo explosivo dijo “Vamos a vivir esto sin tiempo y sin eternidad, siempre!”
Importante que escuchen esta cancion (banda sonora) y encuentren los sentimientos de este encuentro en cada acorde….Como un vicio…SIEMPRE habrá: amor?
Venus, no siente melancolía por Saturno como antes, lo ve como lo que es, un símbolo perpetuo de lo que ella es en lo más recóndito de su alma. Pero siempre se permitirá amarlo, porque existen tipos de amor y para él tiene separado un capítulo especial en su corazón y en su piel.
Todas las diosas tenenos en nuestra vida un Saturno apasionado que nos hace sentir muy mujeres y nos recuerda la genesis de nuestras fantasias pase al tiempo… Ahora los invito a visitar la lista de reproducción de Saturno en nuestro canal de Youtube
y los reto a comentar en cualquier medio porque incluí la última canción de la lista?, una de mis favoritas, si aciertan y son creativos hay un regalito esperando !
Código Cronologico: JD06II
VENUS
SaturnoDios del Tiempo (asociado a Crono) (en latínSaturnus) era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Fue identificado en la antigüedad con el titán griego Crono, entremezclándose con frecuencia los mitos de ambos.Aunque Saturno cambió enormemente con el tiempo debido a la influencia de la mitología griega, era también una de las pocas deidades claramente romanas que retuvieron elementos de su función original.