Los días pasan y yo me siento sin darte un beso como uno más…
Hércules llevaba dos semanas fuera de la oficina, estaba acompañando a Plutón a un viaje al Hades, para Venus fueron días sin color y sin brillo. Extrañaba a Hércules y aunque no lo quería admitir, entrar en la oficina de Plutón -a la que solo ella tenía acceso en su ausencia- sólo se justificaba por la remembranza de ese hombre que la tenía fuera de si, todavía podía sentir su aroma y se paseaba por lo rincones de ese lugar para captar algún vestigio de su esencia que hubiese quedado por allí a la espera de su anhelo. Se sentaba por momentos en el sofá, acariciando el cuero para recordar minuto a minuto de la noche en que profanaron ese sitio con descaro y lujuria http://venusyafrodita.com/venus-sigueme-y-veras-otra-version-del-inframundo-parte-4/.
No supo nada de él en esos días y aunque también era un alivio no tener que ver o saber de Plutón, el costo de la incertidumbre que pagaba con su ansiedad al no saber de Hércules parecía ser un precio muy alto.
Por arreglos locativos que se realizaron durante ese tiempo en el que el jefe visitaba sus dominios, Venus debió trasladar su oficina a un lugar cerrado en la planta baja.
Era martes en la mañana, de la semana en que estaba anunciado el regreso de Plutón, sin saberse a ciencia cierta qué día sería -por cuestiones de seguridad-.
Venus llevaba una falda lápiz en cuero negro, una blusa turquesa ajustada al cuerpo y zapatos estilizados de tacón alto igualmente negros; hace unos meses no se vestia asi, en realidad ella disfrutaba esa nueva versión suya más sensual y profesional. Entró en la improvisada oficina que ahora ocupaba, un espacio de paredes blancas, sin ventanas, un archivador gris en la esquina derecha al fondo y de frente un pesado escritorio en madera enorme, encima de él todos lo documentos a tramitar: cheques para firma, flujos de caja para revisar y propuestas para presentar a Plutón entre otros, odiaba ese paisaje de juzgado, así que respiró profundo para tomar impulso y poderlo tolerar.
De repente, sintió una presencia extraña y acto seguido fue rodeada por la cintura, ese brazo alrededor suyo la llevó contra la pared como en un baile ya ensayado y la colocó sin violencia pero con certeza detrás de la puerta aún abierta, cuando reaccionó se encontró con los ojos avellana de Hércules centelleando, en ese momento él cerraba la puerta con su mano izquierda, mientras que con la derecha recorría el contorno del cuerpo de Venus, que estaba sorprendida y exaltada, ella había quedado sin habla, pero al parecer él tampoco lograba articular palabra, acercó su cuerpo contra ella sin dejar de mirarla, entreabriendo la boca, para finalmente y luego de concluir la maniobra de cerrar la puerta, agarrar su mentón con fuerza y darle un mordisco en sus labios inmóviles por la sorpresa.
Los días grises habían llegado a su fin, la miraba fijamente, respiraban el mismo aliento cálido y acelerado. Luego de terminar de recorrerla toda como reconociendola y tomándole el mentón, se desabrochó el pantalón hábilmente, ella jadeaba y él dijo “necesito saciar mis ganas de ti o me enloquezco”, ella puso la palma de su mano en el pecho de Hércules desabrochando los primeros botones de su camisa, él pasó de sus pantalones a debajo de la blusa de ella jalandola para sacarla de la falda. Venus no dejaba de mirarlo y lentamente pero con una seguridad que desconocía en si misma, se arrodilló frente a él para encontrarse con el pene erecto de Hércules apuntando a su boca con la cual lo rodeo, el parecía perder el control y apoyó las manos a la pared, mientras ella saboreaba despacio y por primera vez el tótem de su deseo. Sentía que había querido hacer eso desde la primera vez que lo vio y un velo de culpa pasó por su mente, pero ahora, presa de la sorpresa y de tantas ganas acumuladas por días había sido capaz de rebasar el límite que le impedía apropiarse de Hércules de esa manera voraz, dentro de su boca, con el descaro de saber que había sabido darle la vuelta a un asalto que estaba dirigido inicialmente a ella.
«perseguiré los rastros de este afán»
Hercules echó su cabeza hacia atrás y jadeando con fuerza sentenció “Ahora si terminaré de obsesionarme contigo”, Venus se detuvo y miró hacia arriba con los ojos llenos de fuego y algunas lágrimas “¿si?…quince días sin saber de tí, no creo que haya mucha obsesión en esa o en esta cabeza” sonrió maliciosamente pasando su lengua entre los labios, una expresión que se le convertiría en un sello para expresar que estaba conectada con su lado más oscuro y lujurioso, a Hércules se le antojo que se veía inocente, cándida y demonica a la vez como si estuviera ejerciendo una especie de venganza caprichosa y eso encendió todo su poder, la tomó de los brazos con fuerza, subiendola de nuevo a su altura. Ahora fue él quien se inclinó para bajar la falda y las medias de nylon a la vez, deteniéndose sólo un instante observando las bragas y dando un beso a su “monte de Venus” por encima de estas, para luego bajarlas con fuerza.
Al volver a tenerla al frente la sostuvo del cuello, subió su pierna hacia su cintura y entró en ella con esa memoria vaga de todo lo que imaginó en la distancia, con espasmos que decían cuánto la había extrañado y cuánto ansiaba poseerla. Ella sentía que todo era irreal, tanto deseo conjugado, tantos sentimientos, tanto … A-M-O-R, que en lo único que pensaba cuando los dos al unísono alcanzaban el clímax era en <<te amo, te amo Hércules, no puedo estar sin tí>> pero esas palabras no fueron pronunciadas en realidad, en cambio empezó a gritar y él apretó su mano contra la boca de su Diosa para ahogar el sonido, ella mordió la palma de la mano de Hércules tratando de controlarse, tratando de recordar que estaba en la oficina , tratando de pensar solo en el deseo que sentía y no el amor que la invadía, un sentimiento que no había pedido, que era inesperado, que la hacía sentir que tal vez nunca había tenido sino hasta ahora esa mezcla perfecta de pasión y cariño por alguien que no se ahorraba ningún esfuerzo en darle orgasmos conscientes, elaborados y que no le pedía a cambio nada diferente al placer.
“Por Hércules todo -fantaseaba cuando se olfateaba los senos después en el baño atesorando el aroma de él en su piel como el mejor postre-, por Hércules visito el inframundo de ida y vuelta las veces que se me venga en gana, por Hércules soporto a Plutón, me doy la oportunidad de sentirme inmortal, y que el cielo me perdone porque esto es muy parecido al amor”, no lo quiso admitir pero su subconsciente se burlaba de ella despertándola a medianoche solo para imaginar a Hércules, su mirada, su poder, sus caricias y todo lo que se negaba a nombrar mientras una lágrima empapaba la sábana bajo su mejilla.
Un saludo a todos los que leen estas crónicas, mi vida ha cambiado mucho en el último año, oficialmente soy huérfana; despedí a mi madre a finales del año pasado, algo doloroso teniendo en cuenta el proceso de su enfermedad y el gran apego que tenía hacia ella, pero pensándolo bien, ¿que seria de quienes nos gusta escribir sin el dolor?. Mi historia se sigue escribiendo y yo debo recuperar mi esencia, volver a Venus, volver a la pasión por vivir, por escribir y como nos gusta a los escorpiones… resurgir de las cenizas. Esta crónica se la dedico especialmente a Afrodita. Gracias Mamacita por retornar a nuestra vida!
Y cómo esto debe continuar, aquí está precisamente la continuación de una historia previamente empezada, espero que encuentren gratos algunos cambios en mi estilo que serán evidentes.
Me gustaria que pusieran a rodar el link de la canción “slave to love” en el justo momento en que aparezca y que sigan leyendo.
Luego de haberse redescubierto en Hércules, la cotidianidad de Venus cambio, había faltado a sus promesas y había vislumbrado una tibia luz en su alma, esa esencia febril que la envolvía, rememorando la niña inquieta y apasionada de siempre, ávida por la búsqueda de lo prohibido, cándidamente arriesgada y dispuesta a todo por deseo.
El héroe de la fuerza y la diosa del amor se observaban largamente en la oficina, hablaban con parpadeos se palpaban a metros, sus ojos se encontraban en el epicentro mismo de la tormenta de las dudas que se apaciguaba cada vez que alguno tomaba el teléfono para teclear un nuevo mensaje:
Venus: ya no se que hacer, cada vez que te veo me derrito Hércules: Mi bonita, como soportar estas ganas que tengo de besarte toda Venus: Hércules, si eres real entonces eres un regalo, un secreto que guardo. Si no eres real entonces te inventé y soy la más lujuriosa de las esquizofrénicas. Hércules: Amo acariciar cada centímetro de tu cuerpo Venus: Añoro tu rostro de placer que ya tengo grabado en mi memoria. Hércules: Ya no me gustas un chingo, ahora te quiero un chingo
Cada mensaje era un delirio acompañado de un mudo gemido impronunciable, también lo era cada roce furtivo cuando se cruzaban en cumplimiento del deber, por breve que fuese, el corrientazo era suficiente para envenenar su razón, poner carmín en sus mejillas, sentir cosquillas en el vientre y fuegos artificiales entre sus piernas. Tenía memorizados sus movimientos, sus intenciones y su provocación constantes. Delante de ella, él se llevaba la mano al mentón, sonreía, se soltaba el rojizo y encantador cabello largo y luego lo recogía de nuevo, buscando el ángulo perfecto para hacer de Venus la única receptora de la lujuria dibujada en su rostro, permitiendo que tratara de leer la vocalización de alguna palabra incomprensible, pero invariablemente seguida del voluptuoso rose de sus dientes contra su labio inferior que inmediatamente la hacía evocar suavecitos mordiscos al mejor manjar de chocolate blanco bañado en velvet, ipso facto disparaba su olfato femenino poniéndola en la tarea del sabueso buscando la huella de la esencia silvestre que descubrió en él aquel martes; tan suya, varonil y candente.
Cualquier día Plutón se despidió temprano de su asistente dejándola en su escritorio culminado tareas, porque iba a atender a alguna “amiga” que le iban a presentar. Varios minutos transcurrieron entre uno y otro quehacer: ella tomó unos postits y un lapicero, desconfiaba de su distraída memoria; los papelitos amarillos eran lucecitas de alarma que la centraban en el deber. Inconsciente, llevó la pluma a su boca meditando aplicadamente: “solicitar el cheque de…”, “llamar a…”. Su responsable concentración se vio interrumpida por el sonido de unos pasos entrando a su área de trabajo, rogó al olimpo en pleno porque ese andar no fuese el retorno inesperado de su jefe, cortó su respiración expectante y ansiosa, se giró atónita en torno al tap tap tap que se aproximaba cada vez más, entreabrió la boca con el lapicero todavía posado entre los labios, entrecerró los párpados para visualizar mejor lo que parecía ser la silueta de… un hombre muy conocido para ella.
Hercules, aminoró el paso y sonrió, su mirada chispeante e impenetrable con ella en la mira, estaba solo, no titubeo cuando se detuvo justo enfrente y apoyó sus manos blancas y varoniles en el escritorio de ella, la observó fijamente, sus cejas instalaron en su rostro una depredadora expresión, luego, elevo su mirada y volteo levemente su cabeza haciendo una mueca en dirección a la oficina de Plutón.
La invitación fue clara, ella se levantó de su silla, embrujada, él prosiguió delante suyo en la ruta indicada y extendió tras de sí su mano, reafirmando la propuesta, ella aceptó alcanzando la punta de sus dedos y apretandolos valerosamente en sinónimo de su infinita confianza hacia él.
Ya de frente en el lugar en el que tantas veces ella había sido destruida moralmente, cerraron la puerta a sus espaldas, se encontraban justo en donde Plutón había vociferado contra todo lo humano y lo divino haciendo uso de un ego elevado en el pedestal del dinero, pero empobrecido, en últimas, por su falta de sensibilidad hacia lo terrenal en virtud de su fascinación por el Hades.
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Se vio en la necesidad de echar su cuerpo hacia atrás, como consecuencia de la fiereza con la que él la asía de la cintura para atraerla hacia su cuerpo, él aprovechó esto para invadir de besos su desnudo cuello, bastaron solo unos segundos para denotar lo ansioso que se encontraba porque cada vez la apretaba más y más fuerte contra su cintura y su pelvis protuberante tibiamente anunciaba la intensidad reafirmada por el el ritmo de su respiración que iba en ascenso. Se olfateaban como lo hacían durante todo el día buscando en el otro ESE detonante, pero claro, esta vez con el acelerado ritmo cardiaco que envuelve el regocijo de haberlo encontrado. Como los cerillos contra el rastrillo de la cajita que los contiene buscando ser encendidos.
Ella avanzó rodeada por sus brazos en dirección del sofá, abandonando los zapatos de tacón alto a su paso y perdiendo altura, haciéndose más vulnerable y por ende sintiéndose más excitada. La frecuencia acelerada de las pulsaciones era evidente cada vez que sus pechos se estrellaban en cada beso, era una especie de ritual en el que estaban significando que Plutón nunca jamas tendria sus almas que volaban clandestinamente cada vez que se encontraban, porque compartían el mejor de los secretos; de respiraciones entrecortadas, roces llenos de adrenalina en su sexo y palpitaciones paralizantes en su razón.
Hércules podía tener a Venus sin mentiras, sin velos , sin manipulaciones, por la sencilla y basta razón de ser quien era, ¿acaso existía una explicación más exacta a aquella fascinación muda?, al diálogo con roces, tatuandose al otro entre delirios y evocaciones, desear poder poseer el tiempo y suspenderse en la gloria misma de cada espasmo, alimentando ansias día a día de un romance perfecto porque se leían entre parpadeos, ya no habría futuro que superarse ese presente lleno de mágico magnetismo, cargado de sincera atracción.
Término poniéndola frente a sí de espaldas y ella poso sus antebrazos en el sofá porque era consciente de que esta vez se perdería el deleite de ver el rostro de placer Hércules, pero en compensación podría sentir como la invadiria por completo, se sentía libre siendo su presa y su esclava, porque él ya la poseía entera. Todo su poder entró en ella sin tregua, dolorosamente incandescente, perturbador y dulce. Superando cualquier sueño o el insomnio pensativo en que a veces se sumergía tocando su sexo. Ella quería quedarse en ese instante llena de su dios etéreo desde esa noche y para siempre, entre jadeos mudos y ropa desperdigada en el oficina del amo del infierno, para escribir una nueva historia después de tanto tiempo de haber olvidado protagonizar su mundo … a su manera.
La inundo por dentro, ella perdió las pocas fuerzas que le quedaban, pero él la sostenía como si de ello dependiera su poder, ella mordía el cuello de su blusa abierta para no gritar y el ahogaba sus propios gemidos apretando las nalgas de Venus que tenía las medias pantalón en la rodilla. Hércules antes de la embestida final presa de un momento de locura toma el cabello recogido de ella con una mano y la hala hacia sí violentamente diciéndole “dame todo lo que tengas, muéstrame cuánto me deseas” mientras ella gritaba ya sin control y juntos dieron paso a una descarga húmeda en el brazo del sofá.
Para qué detallar lo que sucedio despues o como Venus seguía temblando en el taxi de regreso a casa una hora y media después de despedirse de Hércules desprevenidamente en la calle, porque Plutón tenía ojos en la noche. Se sentía desgarrada, amada, renovada y deseada como nunca en la vida, esa noche hubiera dejado todo por poder dormir junto a Hércules para terminar de aprenderse cada curva y cada nota de su piel, pero los deseos no son completos y algunos se realizan a medias aunque con toda la intensidad.
El miércoles transcurrio sin novedad, Plutón tuvo una cita con el sastre y ese día no se comportó como el demonio del inframundo, sino como todo un caballero.
Hércules envío un mensaje en el que ldecia “me muero por verte hoy Venus,aprovecha que hoy está de buenas… encargate de que Plutón tome bastante vino al almuerzo”. La diosa asumio la tarea, administrando ampliamente los Frutos de Baco y tomando ventaja del buen humor de Plutón, sonriendo sin cesar de pensar en la fuerza erótica que Hércules ejercia sobre ella y de todo lo que estaba sucediendo.
A las 5:45 Plutón declaró estar cansado y un tanto alicorado, acto seguido se despidio de Venus con un “Muñeca, hoy fue un dia atareado, ¡te dejo! ten una buena noche” (todo según el plan) Venus se despide y piensa -Al fin libre-, para mayor tranquilidad llamo a Orfeo que estaba ensayando con la banda y en medio de la cacofonía de instrumentos que escuchaba de fondo le dijo “tengo un evento, me demoro”, “ok” replica Orfeo.
Citó a Hércules enviándole las coordenadas del café, sabia a ciencia cierta que seria la primera en llegar al lugar, la última vez que habia esperado a alguien fue varios años atrás, en el pregrado, aguardó por Caleus dos horas para finalmente darse cuenta que tener un novio al que debía esperar largamente, bajo un torrencial aguacero, sintiéndose en un papel más propio de el varón en esa realción no era lo suyo. Pero esta vez era diferente, ahora estaba allí con ansias, esperando a Hércules sin inseguridades, con la total convicción de que él llegaria allií, aunque, a pesar de su seguridad tenia los nervios rondandola.
Se sentó y pidio un capuchino, clavó la mirada en la puerta de entrada, sentía una mezcla de vértigo, excitación y deseo que la hacían poner pálida, así que se dispuso a mirarse al espejo para poder constatarlo, abrio su bolso para armarse de un espejo, se observó por un segundo y se dio cuenta que el color de la piel era el adecuado pero le falta sonreír para verse mucho mejor, menos expectante y al estar en la tarea de forzar una sonrisa escucha: “¿para que el espejo?, si siempre estas muy guapa”, subio la mirada y Hércules esta parado frente a ella observándola como pocas veces podía hacerlo, sin prevenciones ni temores. Ella mostró chispas en sus ojos marrón y le dijo “llegue a pensar que de pronto no pudieras venir”, él se acercó y se sentó al lado suyo.
Ya no podian esperar más, asi que ella alargó su mano y la posó en el cuello de Hercules, mientras él se acomodó atrayendola de la cintura. Un explosivo primer beso es todo, es descubrir todo un mundo -besaba mejor de lo que había soñado- era evidente que se estaban reconociendo, se olfateaban, se sentian, se mordian lo labios, no sabian donde poner sus manos, no podian parar, por primera vez tenian la libertad de abarcar al otro. Para cualquier espectador la escena debería estar cargada de muchísimo morbo, menos mal la cafetería no estaba muy llena y quienes la frecuentaban eran jóvenes, Venus sabía lo que hacía. Hercules deslizó disimuladamente sus manos bajo la chaqueta de Venus y retrajó la blusa con los dedos tocando brevemente la piel de su cintura, ella experimentó un vertigo tal que sintió que podia desmayarse, sentia que esos roces eran electricos y cada poro de su cuerpo se puso alerta, él se acercó a su oído y susurró:
– Así imaginaba tus besos, asi imaginaba tu piel, como me gustas, ¿qué está pasando?
– Hércules, Me estoy quemando de ganas
– ¡Vamonos de aqui!, ¿sabes a donde?
– Por supuesto, soy la asistente, siempre tengo la logística preparada- anotó picaramente levantando las cejas.
Él sonrio y la condujó de la mano, pagarón la cuenta y se dirigieron a un Hostal cercano, de camino desviaron la conversación la conversación para disipar su ansiedad, Hércules le platicaba todo lo que debió hacer para salir de casa de Plutón, ella se diviertia con la historia e imaginaba a su jefe con su enorme miedo a estar solo; un hombre con tanto dinero, con tanta historia, que grita enérgicamente, que pelea con minotauros, con temor a lo más simple: ¡a sí mismo! no habia duda, el inframundo debia ser un lugar muy, muy triste.
Arribaron al lugar, habia tanta adrenalina en el aire que ella no se puso a reparar en ningún detalle en absoluto, solo queria seguir explorando a Hércules y todo lo que la embriagaba. Entrarón y pidieron una habitación, al entrar se volvieron a besar frenéticamente, jadeando su reprimida atracción, pero, a pesar de todas esas vibraciones que se aceleraban, del afán por sentirse cerca, Hercules respiro profundo, bajo el ritmo y con ambas manos sosteniendo las mejillas de Venus le dijo: “estar contigo preciosa nunca será producto de un apuro, no hemos hecho todo esto para solo quitarnos la ropa y ya”, “¿de donde has venido? ¿porque siento todo esto?” preguntó ella.
Se sentaron en la cama con las piernas recogidas uno frente al otro, como dos niños que van a jugar. Él empiezó a acariciar a Venus muy , muy despacio como si estuviera inventariandola, dandose el espacio para conquistar cada rincón, ella sueltó los botones de la camisa de Hércules de igual forma, uno por uno observando su tez clara y rozando con sus dedos muy brevemente la piel de su pecho que asomaba en los bordes de la abotonadura.
-Nena, no olvides que esto no es pura arrechera, esto es un sueño que soñamos los dos, o ¿me equivoco?
– No te equivocas, no quiero dejar de sentirte, quisiera que este instante fuera eterno
– Te deseo desde que te vi y así no pareciera te abarque con todos mis sentidos, te visualice y sentí que el destino nos unía
– A mi me sucedio igual, solo pensaba ‘¿Quién es? necesito saber de él´
Cuando él finalmente retiró su blusa se detuvo a rozar sus senos por encima de la línea del sostén y los besó centimetro a centimetro. Ella se estremeció olfateandole el cabello, porque siempre ha creído que la esencia de los dioses se guarda en el olor de su cuello y su cabello, debe ser un olor dulce pero varonil al tiempo, debe poder fundirse con el tuyo, debe describir sutilmente que es lo que él valora en un encuentro sexual y Hércules era silvestre, como fresas y rocío, como canela y anís entremezclados a fuego lento, en una infusión que podía curarlo todo especialmente la tristeza y la frustración, lenta y delicadamente ella observaba como la varonilidad de Hercules iba en crescendo .
Terminaron de despojarse de la ropa así; controladamente y grabándose en la memoria cada rincón, cada sensación, cada roce, cada acorde de esa melodía compuesta de pequeños gemidos y ansias , con él no sintió pena de nada, por el contrario se sintió libre y dueña de sí, se sintió bella y única, especialmente cuando veía sus hermosos ojos avellana brillando de excitación o sentía la arrolladora energía de sus manos blancas recorriendola.
Cuando estuvieron desnudos se acostaron uno frente del otro de medio lado y se miraron a los ojos acariciando el contorno del otro:
-Hercules , ¿sabes que estoy con alguien? ¿cierto?- pregunta Venus
-Si lo sé, jamás voy a preguntar por eso, no porque no me importes, sino porque no te invite aquí para cuestionarte, por el contrario quiero que seas la diosa que eres- Ella pudo prever que una lágrima iba a escapar de sus ojos y entonces lo abrazo para secarla sin que él se diera cuenta
Todo sucedió lentamente; el era blues, de esas melodías que se deleitan en cada nota, se permitían degustar esa armonía, no dejaron de mirarse a los ojos, olvidaron absolutamente todo, lo único que permaneció fue esa sensación que ella guardaba desde el lunes anterior cuando él le dijo descaradamente cuánto la deseaba, así que cuando Hércules se acomodo encima de ella, mirándola a los ojos y suavemente ingreso en el valle de su sexualidad fue natural, pausado, consciente y como ella llevaba dos días extasiada y contenida tuvo inmediatamente un primer orgasmo que fue como un escalofrío estremecedor, que se evidencio porque tembló, abrazo fuerte a Hércules y sus entrañas también lo apretaron porque al igual que su mente su esencia quería grabarselo todo: el perfume, las formas y las texturas de Hércules.
– Estas bien ? – preguntó Hércules
– estoy muuuy bien – exhala envuelta de placer
– Y ademas estas muy húmeda, pensaba que tu aroma era lo máximo, y no, tu aroma de ahora ¡si que lo es!
– ¿Que voy a hacer para no enamorarme de ti?
-No hagas nada, solo se quien quieres ser, la Venus que me pone volar, cuyas feromonas me enloquecen
Ese fue solo el principio, porque luego se libro un contrapunteo de roces, de rafagas de besos de todos los calibres y apuntados a todos los flancos; al cuello, al pecho, a la cintura, la entrepierna… y directo al corazón. MIentras los poros exaltados sentían un escalofrío de éxtasis total, con sus cuerpos entrelazados de todas las formas posibles, se observaron sinceramente como infantes descubriendo un paraíso inexplorado, allí no habrian mentiras, todo se dijo, desde el “me gustas” hasta “aahhhh Hercules estoy a punto de llegar y siento que voy a desfallecer”, esto sucede justo en un momento en el que Venus se encontraba sentada encima rodeando la cintura del semidios con sus gráciles y largas piernas, mientras él, abarcaba firmemente sus caderas y nalgas con ambas manos, mirándola hacia arriba y exhibiendo una expresión de lujuria, una expresión indescriptible e imborrable a la vez, caracterizada por unos ojos chispeantes y una boca entreabierta de donde sobresale su lengua inmóvil con la que ella misma se roza la quijada y el cuello. Sus senos estaban a la altura de los hombros de Hércules y desde allí hasta su sexo cada milímetro adherido al varonil cuerpo de esta deseable deidad, ambos alcanzan el clímax de sus refrenados deseos experimentando oleadas sofocantes de calor al no tener más remedio que acelerar el ritmo frenético de ese cortejo erótico apacible y pausado que iniciaron minutos atrás, no solo sientió calambres en las piernas, todo en ella se estremecio a tal punto que intentó gritar pero su cuerpo no se lo permitió, su ojos se abrieron de par en par y sus pupilas se dilataron porque por un segundo perdio la visión, acto seguido se escucho un gemido de Hércules y apretó copiosamente con sus manos las caderas de Venus, tan fuerte y contundente como la forma en que la llenaba una y otra vez, finalmente llegó al éxtasis exclamando entrecortadamente “¡Todo en ti me produce orgasmos!»
Nunca se sintió más sensual que cuando estuvo con Hércules por primera vez , el color de su cabello representaba el calor que Venus sentía por dentro y ya no podía dejar de pensar en él y amaba todo lo suyo: su voz , su sonrisa y hasta su aroma a marlboro light -lo único que tenía en común con Plutón-, la clandestinidad y la conquista diaria. Era el semidiós más auténtico, libre y apasionado que había conocido y era un poco menor que ella, esto le importaba muy poco, incluso a decir verdad también la excitaba.
Les anuncio que hay otra parte de esta historia en remojo ….Porfavor comenten, es anónimo y gratis 🙂 ponganse el nombre que quieran !
Venus
Codigo Cronologico: JC12III
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido. La versiòn màs completa del mito de Orfeo y Euridice se encuentra en la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas.
Aunque no lo pareciera, era Romano, procedía de una familia de guerreros inmigrantes de otras tierras que se asentaron en una hermosa población aledaña a la gran ciudad, era el menor de varios hermanos, fue criado con carácter y sacrificio pero en un hogar lleno de cariño, emigró al Tártaro con su hermana Morta en busca de un mejor futuro. Morta por otra parte era una mujer admirable; fuerte, muy dueña de sí -su influencia en Venus es algo que jamás se podrá dimensionar- era divertida pero centrada, responsable, aterrizada y muy trabajadora. ¿Qué hacía Hércules trabajando con Plutón? se encargaba de la seguridad y los desplazamientos del amo y señor del inframundo.
Algun lunes, después de su jornada como asistente, soportando gritos que iban y venían por parte de Plutón porque: “todos son incompetentes y todos me están robando!”este la invitó a tomar una copa en su café-restaurante de preferencia y le pregunta “¿Quieres que Hércules se siente con nosotros preciosa?“ ella contesta de inmediato “Claro que si Plutón!”. Se sentaron a hablar los tres de alguna cosa, Plutón ya había recibido en la oficina su ración de halagos por los que pagaba a su séquito de trabajadores, su ego está dichoso y en ese café, a media luz, con Hércules al frente y Plutón al lado Venus empieza a sentir vértigo, en el momento oportuno Plutón se para de su silla para dirigirse al baño y Hércules aprovecha para tocar las piernas de Venus bajo la mesa y con una explosión de brillo en la mirada le dice:
-No voy a poder dormir hasta que haga el amor contigo!- ella quedó atónita y él insistió-¿no te gustaria?…
– Si, claro que si-i-i
– Pues tienes una cara de terror, ¿eso te causa que te desee?
– Estoy asimilandolo… perdón – toma un sorbo de agua para aclararse la garganta en un intento de poner todo en orden en su cabeza.
– Di algo, no me hagas esto Venus, me matas.
– Me encantas!, solo se eso, me fascinas, cada vez que leo un mensaje tuyo o te siento cerca a mi me lleno de vida- se muerde los labios al decirle esto
– ¿Entonces?
– Sígueme escribiendo y enton….
En ese instante reaparece Plutón un poco alicorado y se acomoda nuevamente en su lugar, Venus experimenta mucha adrenalina que se manifiesta con una taquicardia incontrolable, es la primera vez en su vida que siente ganas de arrancarle la ropa a alguien en un lugar público, afina su olfato para seguir percibiendo el olor de Hércules, sonríe nerviosisima mientras Plutón habla y habla de las mismas cosas de siempre, en un instante elabora imagenes de Hercules recorriendo todo su cuerpo y partir de allí no podría sacarlo de su mente, sentía cosquillas de solo saber que estaba allí muy cerca pero inaccesible. En su mente ya estaba penetrándola tan fuerte que se sonroja y bajo la mesa se rasguña sus propias piernas con medias de seda fria, lo hace para controlarse, para que un poco de dolor autoinfligido la haga aterrizar… no tiene éxito, sigue bebiendo vino y observándolo por encima de la copa de cristal, olfatea el vino encontrando ciertas notas de ese bouquet que se parecen a las que emana él mismo Hércules; igual de adictivo, de sexy, de misterioso y entonces siente como humedece sus panties, esto la obliga a cruzar las piernas y a apretarlas contra sí misma muy fuerte, cierra los ojos un instante para imaginar a su interlocutor de enfrente en otra expresión diferente a la que realmente tiene en el momento emulando escuchar atentamente a Plutón, es irremediable, Venus decide que lo que declara Hercules se cumplirá, ya no lo puede evitar….
LLegó a su casa luego de que uno de los conductores a cargo de Hércules la llevara, abrió el portón y se detuvo a pensar en lo que sentía, tanta lujuria y tanto deseo guardado, buscó a Orfeo que estaba en el estudio frente a su computador.!
– Hola! -Saluda Venus
– Hola la bebé, ya comiste algo? – responde Orfeo con los ojos inmersos en la pantalla
– Si, y tu ?
– Claro no en un lujoso restaurante como tú, pero bien.- Ella esboza una sonrisa, le da un beso en la mejilla y le pregunta
– mmm… vamos a dormir ?
– No dale tú , yo seguiré aquí, tengo una secuencia que no me cuadra y no podría conciliar el sueño.
– Entiendo, eso me pasaba a mí con el álgebra y el cálculo diferencial, me gustaria poder ayudarte, pero lo que sé de música está en mi inconsciente jaja … entonces nos vemos mañana – se dan un fugaz beso en la boca.
Venus se dispone a subir las escaleras y se siente por un instante culpable de que Hércules la desee, de estarle dando rienda suelta a esa situación. Ya en el dormitorio y luego de mimar a los gatos se alista para dormir, al estar acostada de medio lado en la cama, jala el cuello de la camiseta de la pijama hacia afuera para hundir su cabeza y poder olfatearse a sí misma, esto le recuerda la comodidad del hogar de sus padres, tal vez porque heredó el aroma de su mamá, esa notica acaramelada que le brinda paz, luego con la otra mano alcanza uno de sus redondos senos y por primera vez se lo palpa detenidamente, no es muy grande pero es redondo, consistente y pasa sus dedos por su pezón que siempre está erguido, se siente cómoda con lo que siente y piensa que no puede evitar a Hércules, su mirada penetrante en cada parte de su cuerpo, todo el misterio que envuelve y esa especie de orgasmos reprimidos que son cada uno de sus mensajes … y ahora, su reciente declaración de deseo justo frente a ella. Finalmente concilia el sueño acariciando sus senos y llevando su otra mano entre sus piernas para hacer un poco de presión sobre su clítoris que está inflamado pero por la excitación que experimenta esa noche, así que su centro de placer palpita sutilmente bajo su mano anunciandole que su cuerpo esta ansioso y sensible a la vez.
Al día siguiente, un martes, Venus arribo al trabajo, luego llegó Plutón seguido de sus conductores, estaba malhumorado y todos tenían cara de acontecimiento, Venus busca infructuosamente a Hércules con la mirada, definitivamente no estaba por ninguna parte, esto no pintaba nada bien …
Plutón la llama a su oficina y le solicita pedir cita con un sastre para horas de la tarde, ella le informa en un tono muy tranquilo que el sastre había manifestado dos dias atras solo tener tiempo para el dia siguiente, la cita estaba agendada y ya se lo había comunicado a él, pero que sin embargo, lo llamaría para insistirle, dicho esto Plutón entró en cólera y gritó enérgicamente: que cualquier cliente era menos importante que él y que eso solo denotaba que ella era una mujer común y corriente, que no tenía madera para trabajar con él ni con nadie más. Venus sale de allí moralmente destruida y llama al sastre a rogarle que vaya, sin embargo no tiene éxito en su empresa, así que el miedo se apodera de ella.
Venus entra a refugiarse en la cocina para exorcizar su ira y frustración apoyándose contra la pared, temblando y respirando profundamente, siente que va a desfallecer. Hércules aparece! entrando afanosamente en la cocina y exhibiendo preocupación en sus bellos ojos, se nota en su expresión que ya le han narrado lo sucedido, se acerca a ella apoyando una mano en la pared, posando la otra en la mejilla de ella y declarando:“no eres nada de lo que él te haya dicho OK !, mírame, nunca, óyeme bien, NUNCA le daras el gusto de que te vea llorando, él no merece las lagrimas de una diosa y yo espero en cambio merecer tu sonrisa y be-sa-rte…” ella clava sus ojos enrojecidos en los de Hércules que en ese momento son su salvavidas, él por otra parte observa fijamente sus labios, se acercan suavemente, ella tiembla copiosamente y siente el halo de su aliento… como si fuera una especie de invitación a escapar de la realidad, cuando de repente la señora del servicio irrumpe y ese ansiado beso queda solo en un suspiro ahogado…se incorporan rápidamente y se ven en la necesidad de simular otra situación, como si Hércules le estuviese entregando a Venus unos recibos de gastos de la caja menor o algo asi.
Ese día almuerza cualquier cosa sola, porque Plutón no la quiere ver y ella tiene un apretado nudo en la garganta; Hércules en cambio si lo acompaña pero desde allá envía un mensaje de texto a Venus
-Ya está más calmado este loco del infierno, tu no te preocupes, todavía estoy temblando por ese beso que no te pude dar – ella responde
– Él no va a perturbar mi paz jamás, en cambio, gracias a ti hasta por el beso inconcluso y por todo!
– Me encantas Venus, Cuando te veo?
– Mañana?!
– En la tarde?, después de dejar a este loco en su casa
– Perfecto! yo te digo donde
– Ya estoy nervioso!!… y feliz
Ella también estaba dichosa pero no sabía de lugares de encuentros clandestinos, solo tenía claro que debía ser en un entorno conocido así que busca la dirección de un motel cerca a la universidad donde está estudiando su posgrado, así pueden verse primero en un café al que ella acude habitualmente luego de clases.
Si, esto continua ! Viene lo que todos esperan….
VENUS
Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo a intentar resucitarla. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los Misterios Órficos, rituales de contenido poco conocido. La versiòn màs completa del mito de Orfeo y Euridice se encuentra en la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas.
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Prometí contar esta historia hace algún tiempo, intenté que el momento fuera adecuado e incluso me trate de comunicar infructuosamente con su protagonista. Hércules: a veces la vida tiene recuerdos de todos los sabores, pero seguro los que atesoro de ti son dulces y no los abandonaré jamás así tenga un ataque de alta glicemia….por Venus
Trabajaba en un lugar absurdo en donde se sentía como si fuera perteneciente a una especie de secta religiosa extraña, una de esas cooperativas de trabajo asociado con todas las herramientas para evadir la ley laboral, fue el trabajo que Venus consiguió después de meses de desempleo (Ver: El acoso sexual laboral si existe).
Su vida cambió cuando recibió una llamada para asistir a una entrevista de trabajo y va allí con expectativas, aunque un poco escéptica. El futuro Jefe de Venus, a quien llamaremos “Plutón” era un hombre particular, alguien que estaba jugando a ser empresario con algo más de 58 años, luego de una existencia de lujos y placeres y de, como pocos en este mundo, tener la oportunidad de desarrollar su hobbie como “profesión” porque el dinero de la familia era suficiente para vivir en la opulencia y sin preocupaciones finacieras. Él la recibe en una entrevista poco usual en donde simplemente le hace un par de preguntas en inglés: do you speak english?, would you like to work with us? .
Orfeo se ocupaba de lo suyo: de soñar sin medida, de componer canciones, de inventar obras de arte en mundos sonoros surrealistasy de negarse a replicar el estilo de vida común en donde el trabajo más que un placer es una obligación sacrificante. Venus envidiaba el modus vivendi de su dios consorte al que trataba como un niño indefenso, ella era un reemplazo burdo de la madre de Orfeo; le daba consejos, lo invitaba a cenar en opulentos sitios, lo admiraba profundamente como artista, su creatividad y su disposición a hacer música diferente. Eran los mejores amigos sin duda, pero… algo estaba pasando entre ellos, Venus luchaba contra el conformismo en que fue levantada, mientras que Orfeo seguía en su doctrina del arte por el arte; había una conexión que se rompía poco a poco.
Tres días después de la entrevista recibe la llamada en donde le confirman que sería contratada, le realizan una visita domiciliaria en donde tuvo que enviar al padre de Orfeo a dar un paseo con los perros; Venus no lo soportaba, era el polo opuesto de su propio padre un hombre machista, de malas maneras, incapaz de trabajar o de hacer tareas domésticas. Por otra parte tener convivir con la familia de su pareja siempre fue un conflicto para Venus.
Así que, renuncia a la secta contra la dignidad laboral y llega a su nuevo empleo armada de ilusiones. Le impartieron un día completo de inducción y le detallaron sus responsabilidades laborales. Estuvo charlando con Plutón y con Morta quien lo conocía de años atrás y lo asistía en el Tártaro, especialmente en su afición de doblegar minotauros en el circo romano jineteando corceles. Morta se encargó de decirle a Venus que no podía olvidar que Plutón era del inframundo y que debía siempre pensar con cabeza fría para no dejarse arrastrar a sus dominios, no debía permitir que dañara su alma, tenía que mantenerse fiel a lo que era y sobretodo priorizar el valor de las cosas que son realmente importantes -tal como le enseño su padre-.
Plutón viaja a su tierra durante cuatro días, al regresar, llega a decirle a su nueva asistente de presidencia “Hola Venus, ven aquí, quiero que conozcas algunos de mis caprichos de hombre adinerado”. Detrás de él se acerca un dios al cual ella no pudo quitarle la mirada: cabello largo del color del fuego y recogido, tez blanca, labios exoticamente gruesos y unos ojos avellana que revoloteaban en sus pupilas mirándola fijamente. Tal vez uno de los momentos más enigmáticos y eróticos de su vida, que más se puede pensar cuando se conoce a un dios que se te ha presentado en sueños desde niña? “hola mmm soy Hércules, mucho gusto!” “Venus, igualmente” se dan la mano brevemente y ella siente su energía tal como la imaginaba: impenetrable, única, auténtica y poderosa.
Como Plutón era ególatra, luego de entrar en su oficina y explicarle que pasabocas, tipo de cigarrillos y marca de agua consume, sale a atender una llamada dejándolos solos viendo un video de sus enfrentamientos con minotauros, Hércules comenta sobre el video de Plutón que es un arte difícil de dominar, la técnica, la relación con el corcel, los movimientos gráciles todo esto sin alejar los ojos del televisor y luego hace esta afirmación:
– Ya mi hermana Morta me había hablado de ti, aunque se quedó un poco corta en sus apreciaciones.
-Perdón, ¿me hablas? – pregunta Venus, pensando en que no imaginaba que Morta y Hércules fuesen hermanos
– Pues a quien más, a la niña linda que tengo al lado- voltea a mirarla y se topa con una Venus sonriendo que piensa -convencidisimo, puede tener esos ojos y ese cabello pero eso no le da derecho!! jajaja- y responde
– por aqui nos estaremos viendo ¿no?
– No lo dudes, Ve-Nus!- sintió un corrientazo al escuchar su nombre pronunciado con un acento medio tártaro, medio romano de boca de Hércules que parecía retarla con el brillo de su mirada
Los días pasaron, entre reuniones y charlas, ya Venus empezó a entrever el verdadero carácter de Plutón. Por otra parte, Hércules apenas tenía oportunidad se acercaba al escritorio de la diosa y se inventaba alguna excusa para hacerla reír. Tenerlo cerca, sentir su humor y rozar aunque fuera brevemente su cuerpo, a ella la empezó a llenar de ansias y excitación, de esas que no se le confiesan absolutamente a nadie… En alguna ocasión se sienta justo frente a ella a leer y ella lo detalla maravillada, él sonríe malicioso levantando la mirada de tanto en tanto y cuando sabe que tiene la atención de ella pronuncia “di-vi-na” sin emitir sonido y mordiéndose los labios, Venus pierde la noción del tiempo y su corazón da un vuelco por tanto empieza a respirar agitadamente.
Cada vez llegaba más temprano a trabajar con la expectativa de lo que serían sus encuentros con Hércules, tuvieron fugaces charlas sobre arte, él era más adepto a los ritmos del pop latino, ska y rock urbano, ella en cambio era fiel a su rock clásico. Hércules confesó que una de sus películas favoritas era “El lado Oscuro del Corazón” y ella anotó en su memoria ese título para verla luego… un dia encuentra en el escritorio una hoja de papel con esto:
Como su labor en casa, con Orfeo, era de la aterrizada, la que pagaba las cuentas, la responsable, nunca, jamás entendió la profundidad de este detalle, además estaba estudiando matemáticas, por lo cual le pareció eso: solo una táctica fríamente “calculada” por Hércules, pero no dejaba de inquietarla este dios hipersexy y empezó a masturbarse en la noche con su imagen mientras Orfeo componía o hacía arreglos musicales hasta la madrugada. Como él estaba en época creativa no tocaba a Venus ni por error, ella a veces le decía coquetamente “Orfeo ven aqui! te quiero besar” a lo que él respondía “Venus no! tengo que terminar mi disco, tu no entiendes la trascendencia de esto?, ya estuve tomando un café contigo hace un rato ¿qué más quieres?” ella solo se ponía su pijama con los ojos encharcados -que triste es sentir que tu esposo es la persona más inalcanzable de tu vida-, a veces abrazaba a su gato y al oído le decía “tu eres mi verdadero amor, mi esposo en una dimensión onírica en la que soy naturaleza..” mientras se quedaba dormida. Empezó a pensar que el arte era una especie de maldición y que no tenía ya ella tiempo para tanta sensibilidad, eso solo le correspondía a Orfeo, cada lágrima la hizo más fuerte, cada desplante la volvió más fría …
Plutón llegó a pensar que Venus sería su nuevo juguete, una especie de exótica mujer joven de mostrar en las reuniones de negocios, admiraba su belleza y le decia que tenia genes italianos envolatados (Claro, Venus es Latina), ella empezó a usar faldas y Hércules enloquecía con su piernas, así como el mismo Plutón que incluso llegó a decir descaradamente que ofrecería un millon de dolares por esas piernas.
Ella compro un movil, el primero de su vida y Hércules aprovecha un momento de distracción de Plutón para pedir su número, desde entonces, aprendió para qué servían en verdad los mensajes de texto!. Hércules pasaba y saludaba de cualquier forma frente a su escritorio y luego escribía el verdadero saludo “Estas tan hermosa hoy… me pones a volar” “Venus hola, no veía la hora de ver tu sonrisa, eres muy guapa lo sabías?” “Cuándo podré tener el placer de mirarte a los ojos largamente?” ella se sonrojaba, leia y releia los mensajes y respondía “me gusta ese Blazer azul Hércules” “¿así de tanto me piensas?” “mmm y para que me quieres mirar, si aquí lo haces siempre, a mi y a las demás!” a lo que él siempre respondía con la frase final que a ella la enloquecía y que retumbaba en sus oídos “Me gustas un chingo!”*
Esas miradas lascivas y cómplices por parte de Hercules rescataron la sensualidad de Venus, quien tras el pago de su primer sueldo en esa compañía salió directo al salon de belleza más costoso que encontró, se compró una blusa color celeste y junto con una falda de cuero que le habían regalado años atrás, se decide a conquistar el mundo y a volver a ser quien era, por primera vez se daba gusto, por primera vez se sentía realmente independiente, su lucha estaba dando frutos… (continuación en este link)
Se les quiere y como siempre añoró comentarios y saludos !!!
VENUS
Hercules En la mitología clásica, Hércules, llamado Heracles por los griegos, era un héroe hijo del dios Júpiter y de la mortal Alcmenauna reina mortal, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna.5 Recibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo (Ἀλκαῖος, Alkaios);6 si bien esta misma palabra evoca la idea de fortaleza (griego άλκή). Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera.7 En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura
Morta en la mitología romana, la tercera de las tres Parcas romanas. Determina la muerte de las personas; es quien corta el hilo de cada una de las vidas humanas. Se relaciona con la concepción romana del destino de la mitología griega, las Moiras. Su padre es el dios de la noche (Júpiter) y su madre la diosa de la oscuridad, Nox. En la mitología griega corresponde a Átropos.
Los romanos identificaron las Parcas con las Moiras griegas (hijas de Zeus y Temis), también las llamaron la tría Fata, las tres hadas o los tres destinos, representando Nona el nacimiento, Décima el matrimonio y Morta la muerte.
Saturno pasa a tomar ambas muñecas de Venus por encima de su cabeza con una sola mano, haciéndolas fuertemente y con la que tiene libre empieza a acariciar los labios de Venus con su pulgar como dibujando ochos horizontales en ellos (el símbolo de la eternidad), finalmente y mirando sus labios fijamente introduce ese pulgar en la boca de Venus, ella lo saborea ansiosa, con sus ojos clavados en la mirada expectante de Saturno; no lo puede creer, no solo lo desea todavía sino que además le genera una vibración exuberante de querer recuperar parte de su pasado y de sus sentimientos de antaño, la aprieta con espasmos fuertes y rítmicos de sus caderas contra la pared y ella exhala un gemido ahogado, le suelta los brazos y entonces ella recorre con sus manos el pecho de Saturno de arriba abajo empezando por sus hombros enormes y terminando en su cintura y entonces hala su camiseta con fuerza para permitirse sentir el calor de su piel y tocar su abdomen, él hace lo propio y saca sus dedos de la boca de ella y empieza a desapuntar apuradamente los botones de esa camisa leñadora con una mano mientras con la otra aprieta su cabeza enredando en sus dedos el rizado cabello de Venus, los ojos de ambos empiezan a brillar y entonces la piel de los dos se junta cuando ella logra sacarle la camiseta, èl rodea su cintura y la trae hacia sí de un golpe «Seré lo que tu quieras, hasta saciarnos!» luego de escuchar esa declaración de labios de Saturno oye el sonido de la cremallera de sus propios jeans al ser bajada por sus audaces y varoniles manos.
– No te apures- dice Venus
– No me pidas eso amor o ¿piensas hacerme esperar otros 10 años para perderme en ti?- le dice Saturno mientras la mira a los ojos y agarra sus nalgas frenéticamente
– Cierto, el tiempo suele jugar en mi contra- dice Venus agitada y pausando cada palabra, haciendo un esfuerzo enorme porque se entienda que ha esperado esto largamente.
Aqui esta de nuevo la danza de besos que ella jamás olvida, como cuando por fin logró tener una tarde con Saturno cinco años después de haberlo conocido, en su transición de crisálida a diosa.
El poseía la llave mágica del cerrojo del erotismo de Venus y la tenía guardada esperando, para abrir de nuevo la puerta como lo hizo por primera vez años atrás. Ahí estaba el incontrolable movimiento de los senos de Venus erguidos mientras respiraba fuertemente y recordaba cuanto podía entregar sin esperar nada a cambio, sólo por satisfacción y deseo.
Quería saciarse en ese instante para siempre y regocijarse en cada sensación en cada espasmo acompañado de un torrente de humedad que la empezaba a invadir y la ahogaba en placer sin permitirle hablar, mientras él la llevaba y la conducía al pasado diciéndole al oído cuántas ansias le producía.
Al abrir la compuerta y descubrir el éxtasis que los embriagaba, ella sentía sus varoniles manos en cada rincón suyo, mientras sus bragas húmedas eran arrastradas por sus jeans que ya caían al suelo y entonces decide volver a besarlo con la mente en blanco y hacer lo propio bajando la cremallera de la bragueta de Saturno, jala el cinturón con fuerza como un látigo y arranca luego el botón con la violencia y el apuro que los caracterizaba… entonces buscan la cama en medio de un beso ansioso porque es inevitable para ese momento fundirse.
Saturno la tumba en la cama y luego de terminar de quitarse prestamente sus propios jeans, se acomoda encima de ella para decirle “ningún beso será como el primero que te di, lo se, pero este también será memorable” y apoyando sus manos en el colchón la besó haciendo un recorrido desde su boca hasta su sexo pasando por el mentón, el valle entre sus senos y su ombligo con besos cada vez más agudos y estremecedores hasta llegar hasta el punto vital (álgido) de la diosa quien solo dice:
– Pues he vivido varios así, en mis fantasías
– Ninguna fantasía superará esto! – afirma èl, mientras con sus dedos la penetra mirando fijamente en la acción que empieza a suceder allí en su vulva y detallando cada espasmo acompañado de humedad delirante y sigue besando su clítoris mientras retadoramente clava sus ojos en la expresión de éxtasis en el rostro de Venus.
– Ahh, mas fuerte! Mmmm– exclama ella retorciéndose de placer y reprimiendo un grito
– Dime lo que quieres y cuánto lo quieres
– Maaas Saturno!
– Venus, sabes que el tiempo no importa, sabes que hay historias para ser vividas repetidamente y no me importa cuántos hombres conoces desde que pueda siempre verte transportada como estas ahora con tu humedad en mis manos, te tengo en mis manos!
– Y yo, te tengo en mis ganas! – Hay un brillo propio de la lujuria en los ojos de Venus que tiene nuevamente un tinte malvado
Saturno besa nuevamente la abertura de Venus pasando su lengua como quien saborea un helado y en un instante, para ella infinito, se apresta para penetrarla y lo hace diciendo:
– Aqui esta el tiempo para recordarte de que estas hecha y para reclamar esas fantasías que le pertenecen.
– Apropialas y llenalas entonces- Responde Venus amiga de las sensaciones intensas apretando con los dientes la falange de su dedo medio derecho.
Ella estruja su espalda y entonces él la embiste con toda la fuerza que tiene el tiempo, con la fuerza de poseer la llave primigenia de su volubilidad y de tener la clave secreta en su forma de hablar, estaba dentro de ella, ocupando el lugar que simbólicamente le pertenecía en sus memorias atesoradas… tal vez entonces, al verla así suspendida en el instante, Saturno sabe que es ahora su momento de acompañarla y acelera el ritmo frenéticamente, ella lo ayuda fundiéndose con él y moviendo sus caderas rítmicamente y se chocan en el éxtasis y la exuberancia de sus deseos más bien guardados y desentrañados.
Pasaron por su mente los pasajes de esas elaboraciones mentales románticas humanas; las cenas que jamás tuvieron, la cotidianidad fantaseada, los fracasos y éxitos juntos inventados, los aciertos y desaciertos. Todo en unos segundos como dicen que sucede justo antes de morir y sentía taquicardia porqué solo hay una vida, solo una y a veces sentía que solo había una oportunidad de amar por primera vez y de tatuarse la mente con deseos y semblanzas agónicas hechas de humo y sudor en momentos de autocomplacencia. Por que a la larga un orgasmo es como una pequeña agonía, una pequeño fallecimiento y nacimiento a la vez mientras experimentaba cada embestida con más y más calor sofocante. Allí se presentan los espasmos del clímax como es habitual en ella y en ese momento en que hierve lo abraza y hace que él de la vuelta para cabalgar encima suyo, sin pestañear, porque quiere grabarse cada gesto del orgasmo de este dios que reta el tiempo una y otra vez, observa también el lobo tatuado en su hombro y en un instante absurdo y demente incluso tiene la visión de verlo aullar a la luna que para entonces ya empieza a vislumbrarse por la ventana de la habitación. Hasta que llega el momento culmen de verlo transfigurado de placer apretando los dientes y diciendo “Nada te supera Venus; ni de niña, ni de diosa”
Otra vida…
Sin embargo Saturno pertenece a otro mundo, uno que Venus no entiende y que a veces se torna lleno de misterios, ella no sabe a que se juega con él y todo se convierte en una montaña rusa, no hay tiempo real con Saturno, porque él mismo es el tiempo: el pasado (conocerlo, lo que aprendió) , el presente (conocerse ella misma) y el futuro (amar cada vez màs la vida y con ella el erotismo) pero el deseo se conserva intacto a pesar de los años, el olvido no es una posibilidad así lo abrigue porque es imposible alimentarlo cuando el recuerdo lo sobrepasa y dos escorpiones auténticos no se pueden olvidar. Después de todo al viernes le sigue siempre el sábado.
De alguna forma, existen dioses con los que se experimenta una fuerza de gravedad incontrolable y eso fue lo que sucedió con Saturno desde que se miraron por primera vez y estaban destinados tal vez, por un juego extravagante del destino a desearse y a saciarse cada tantos años, no importa, acababan de burlar ese destino nuevamente, seguirán así, gravitando el uno al otro; por eso, Venus tendida a su lado luego de concebir ese orgasmo explosivo dijo “Vamos a vivir esto sin tiempo y sin eternidad, siempre!”
Importante que escuchen esta cancion (banda sonora) y encuentren los sentimientos de este encuentro en cada acorde….Como un vicio…SIEMPRE habrá: amor?
Venus, no siente melancolía por Saturno como antes, lo ve como lo que es, un símbolo perpetuo de lo que ella es en lo más recóndito de su alma. Pero siempre se permitirá amarlo, porque existen tipos de amor y para él tiene separado un capítulo especial en su corazón y en su piel.
Todas las diosas tenenos en nuestra vida un Saturno apasionado que nos hace sentir muy mujeres y nos recuerda la genesis de nuestras fantasias pase al tiempo… Ahora los invito a visitar la lista de reproducción de Saturno en nuestro canal de Youtube
y los reto a comentar en cualquier medio porque incluí la última canción de la lista?, una de mis favoritas, si aciertan y son creativos hay un regalito esperando !
Código Cronologico: JD06II
VENUS
SaturnoDios del Tiempo (asociado a Crono) (en latínSaturnus) era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Fue identificado en la antigüedad con el titán griego Crono, entremezclándose con frecuencia los mitos de ambos.Aunque Saturno cambió enormemente con el tiempo debido a la influencia de la mitología griega, era también una de las pocas deidades claramente romanas que retuvieron elementos de su función original.
Eran las 2 de la madrugada de un día cualquiera, y por supuesto me encontraba con insomnio, así que decidí revisar las redes sociales. Tal como lo hace mi querida Venus, obvio con mas frecuencia que yo. De pronto escucho esa onomatopeya que se evidencia cuando entra un mensaje del chat de aquella red social:
– “Hola, como están?
– Hola!!! Buenas noches.
– Quien habla?
– Afrodita, en que te puedo ayudar?
-Son pareja?”
– No!, Somos dos mujeres que tenemos un blog de sexo.
– Wow!, que bien. Suena interesante ¿Y de que hablan en él?
– Abordamos muchos temas, desde relatos de algún episodio de nuestras vidas o de alguna amiga. O temas de tipo general. Deberías echarle un vistazo a nuestro blog www.venusyafrodita.com. Así te darás una idea que quienes somos.
-Ahh, que bien ya mismo abro la página.
30 MINUTOS MÁS TARDE…
-He quedado enamorado al leer sus perfiles. Me han gustado mucho. Al igual que algunos de los otros relatos, pero sobretodo una conversación que hay entre Venus y Afrodita. El de las palabras sucias…
– Ah!, muy bien. Espero nos sigas leyendo.
–Y supongo que unas mujeres que hablan de erotismo tan abiertamente, claramente les gusta el sexo de la misma forma, o no?
– No se a que viene el comentario…..
– Me encantaría conocerlas y porque no, tal vez en algún momento podamos tener una de esas “faenas” de las que tanto hablan en sus historias… y eso si! Ojala pudiéramos recrear ese chat de palabras sucias, que me dejo bastante “arrechito” que ricoooo!
….
QUE HORRROOOOORRRRR!,… ERROR GARRAFAL!!!
Notas como ésta, o similares nos encontramos muy a menudo en nuestras redes sociales. Desde simples mensajes de textos, hasta fotografías tan explícitas de penes en erección (ver El Ataque de los Falos Asesinos del Buen Gusto), mujeres dejando ver sus senos o traseros en su máximo esplendor, para los cuales, en ambos casos, son poco agradables para nosotras. Obvio no todos los mensajes son de este tipo. Hay muchos donde nos aplauden por nuestro blog, por las cosas que escribimos y la forma en que lo hacemos. Varios de ellos son de mujeres y por su puesto de hombres también, que de alguna manera se identifican con cada post que dejamos impreso cada semana. Sin embargo, son esos primeros a los que me quiero referir hoy, y por los cuales siento una gran indignación frente a lo que nos encontramos en varias ocasiones.
Existe LA FALSA CREENCIA de pensar que porque Venus y Afrodita (de por si, el nombre tiene una carga de erotismo bastante alta) somos dos mujeres de mente abierta, que además pensamos distinto a la gran mayoría de nuestras congéneres, o simplemente el sexo es algo tan natural, que va con nosotras como todo aquello que se te mete el la piel, tanto hombres y mujeres en algunos casos creen que estamos dispuestas a ligarnos con cualquiera y bajo cualquier motivo. Se atreven a juzgar que somos mujeres que vivimos en función del sexo en todo momento, para lo cual están completamente equivocados. Somos mujeres como cualquier otra, con una mirada distinta frente a todo lo que esta relacionado con el sexo y el erotismo. Obvio que nos gusta el sexo, el erotismo y todo lo que conlleve a él, pero eso no quiere decir que vamos por el mundo ofreciéndonos a el primer personaje que nos lo proponga.
Si muchos se han detenido a leernos a conciencia se darán cuenta que nosotras aunque bastante sexuales, tenemos unas normas: somos selectivas y sobretodo nos damos el lugar que merecemos como cualquier mujer y como diosas que somos. Nos encanta el erotismo y mucho, pero nos enamora la conquista, el flirteo. Obvio cuando hablo de enamoramiento y de conquista, me refiero al hecho de saberse deseada y sentir ese mismo deseo por alguien, una noche, tal vez un tiempo y por supuesto claro esta, por y hacia nuestras parejas, en mucha mayor proporción.
Sin embargo ese enamoramiento, como lo llamo yo, no se refiere obviamente a tener una conversación con un pene erecto, como bien lo dijo Venus en su interesante, divertido y real artículo (ver El Ataque de los Falos Asesinos del Buen Gusto). O en otro caso el simple hecho de hablar con un personaje con el cual no puedo tener una conversación frente a frente y de manera normal, pero sobretodo inteligente, me aburre. Ese enamoramiento así sea momentáneo. Se trata de tener una rica charla que a medida de que van pasando los minutos y los segundos, me haga sentir un grado interesante de excitación por su elocuencia, su forma de seducirme con la palabras, y no por su repertorio de galán de telenovela, si no con una conversación inteligente e interesante.
Así que encontrarnos casi que a diario con mensajes o fotografías explícitas, me da pie para tocar este tema y decir que el acoso sexual no solo existe en el transporte público, en transmilenio o en al ámbito laboral, sino que también está latente por internet y se presenta en todos los ámbitos sociales. Es claro que muchos hombres y mujeres en este caso, sufren o han sufrido de acoso sexual en internet. No es un fenómeno que se da sólo por el hecho de ser nosotras blogueras. Aunque debo reconocer que por el tema que tratamos este tipo de mensajes son aún más recurrentes. El tipo de acoso o mensajes van desde los mas suaves por así decirlo, hasta los mas pesados, ligas mayores. Con ellos podríamos hacernos una pregunta. ¿El internet esta vetado para las mujeres? de ser así, nos encontramos con una triste realidad. El hecho de pensar que el ser acosadas por medio de las redes sociales, es una verdad tan cruda, como sentir el mismo acoso en el ámbito laboral (ver El Acoso Sexual Laboral SI Existe) o en nuestro diario vivir .
«En Colombia, de las casi 2.400 denuncias formales por delitos informáticos reportadas el año pasado, el abuso y el acoso son los casos que más se destacan luego del robo y la estafa, según la Dijín» http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13515495
En el caso de los acosadores sexuales, es increíble admitir que el internet se ha vuelto una herramienta de uso para muchos hombres y mujeres con un grado mayor o menor de alteración sicológica de origen sexual. Bueno eso no quiere decir que de vez en cuando, y soy muy reiterativa con esto, muy de vez en cuando, es hasta divertido sentarse a conversar por chat, acerca de un tema hot. Pero ojo, cuando este patrón de conducta se presenta en repetidas ocasiones y con un lapso de tiempo no prolongado, estamos frente a un problema de origen sicológico. Además que ese tipo de encuentros, son mejor cuando se practican con el hombre que nos gusta, ese macho que nos hace vibrar y nos hace sentir maripositas en el estómago, por no decir que en clítoris. jeje!
“En general las víctimas de estos ataques son mujeres que tienen una opinión definida sobre temas que pueden ser tabú como sexo, relaciones, política, religión, feminismo. También en casos de acoso es común ver adolescentes que comparten fotos sensuales posiblemente con el fin de recibir aprobación o de sentirse bonitas y terminan en muchos casos siendo acosadas”. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13515495.´` Así mismo es un fenómeno recurrente en las redes sociales, que hombres de diferentes regiones del mundo agreguen a estas mujeres y las hostiguen. Y sin querer señalar ni generalizar, un patrón bastante repetitivo e interesante es, el gran numero de hombres árabes que se interesan en practicar este tipo de acoso y ademas enviando fotos de sus genitales a sus víctimas por decirlo de alguna manera. Sin embargo, jamas pasaría por mi cabeza que a alguna mujer le gusta sentirse acosada, hasta tal punto que dichos acosos terminen generando un problema de depresión severa como en algunos casos ha ocurrido de manera aislada. A las mujeres nos gusta que nos halaguen si, que nos admiren, que nos traten bien. No con palabras insultantes y cortejos salidos de un baúl de hombres que piensan que acosar es tan divertido para nosotras, como para ellos. Y debo reiterarles una y otra vez que NOOOO!.
Tal vez hay muchas cosas más para tratar, y el tema del acoso sexual hacia la mujer se presenta en muchísimos ámbitos. Sin embargo, hoy quería ser puntual frente a un item del cual ya se torna un poco aburridor para nosotras.
Así que, aprovecho para decirle a todos estos hombres y mujeres que antes de imaginar que necesitamos encontrarnos con mensajes soeces, imágenes poco atractivas y chats bastantes pasados, queremos hallar notas llenas de admiración y gusto. Intentar llevar una conversación interesante, puede ser mucho más erótica e indulgente para nosotras, que el simple hecho de que nos bajen de las nubes a punta de palabras e imágenes llenas de poca imaginación y que además, distan mucho del verdadero erotismo.
Como siempre, con amor
Afrodita
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Generalmente la magia sucedía los miércoles, él la llamaba o le escribía y le decía que botella de licor tenia haciendo fila para experimentar sus efectos desinhibidores y obviamente eróticos. Venus se ponía bella y lo mejor, dispuesta a ser ella misma!, hacia una lista de reproducción en Itunes para trasmitir con música lo que su alma estaba ávida de expresar, él también contribuyo a esa biblioteca musical, dejando copiar de su Ipod algo mas de 5.000 canciones de todos lo géneros y épocas que ella disfruto inmensamente, en especial porque descubrió y vibró con curiosidades sonoras como In a Manner of Speaking de Nouvelle Vague (original de Toxido Moon), cuando Venus descubre una buena canción abre los ojos en éxtasis, luego se concentra, los cierra, normaliza su respiración para que no interfiera con el ritmo de la canción, después la escucha entre 8 y 12 veces seguidas, la llora o la rie según el mensaje del tema y posteriormente se la aprende para siempre… igual que con los buenos amantes!, si por el contrario, la melodía le disgusta, la corta luego de 20 segundos con expresión de ‘y esto!, ¿que carajos es?’ , tal como con aquellos pésimos besadores, los que muestran el hambre o los que no tienen nada interesante de que hablar. Lucifer era entonces un jazz con cambios de ritmo, con un saxofón muy bien interpretado y cantado por una contra alto de voz madura y rotunda, en líricas impecables que erizaban la piel, con acordes contundentes, pero también con silencios que dejaban sin aliento, dejando en los ojos una lágrima tímida que uno se seca sonriendo al darse cuenta que tiene la sensibilidad de dejarse transportar por tan exquisitos sonidos .
No había rutina en sus encuentros, siempre tenían de que hablar, siempre había licor y Venus se encargaba de la comida, le encantaba experimentar en la cocina y sorprenderlo con sus preparaciones gourmet que incluían: Salmón, Lomo, Chop Suey y claro: pasta!, haciendo homenaje al Italiano que Lucifer tenia envolatado en su interior.
Se instauro una comunicación de egos picaros entre ellos, así que Lucifer le decía «Si Venus, mmm aguantas» y la miraba de arriba a abajo con ojos brillando porque estaba actuando como un niño convencido e insoportable, a lo que ella respondía «Si, para su edad usted tampoco esta nada mal» levantando la cabeza en gesto de superioridad pero inmediatamente se mordía los labios para reprimir la risa que sobrevenia a esa interpretación de pretenciosa diosa inaccesible. Seria su cómplice esporádico, la escucharía y le daría consejos sabios que generalmente se resumían en: ‘deja de preocuparte por eso, eres muy diosa, deja tus hormonas casonas a un lado, vive! y ven, bésame, bésame como si fuera la última vez‘… y ella sentía que era la última vez y lo dio todo en cada beso, saboreando sus labios y sentándose encima de él cuando ya quería ser llevada a un plano mucho más sensual en donde se entrelazaban y eran coautores de momentos únicos.
No se trataba de que Lucifer fuera un buen amante, era la comunicación, la atmósfera, ese mensaje implícito de ‘Yo te permito esto porque confío en ti’, de tal suerte que Lucifer estableció un código en el cual solo ingería el licor directamente de la boca de Venus, así, juntos administraban el ritmo en que Baco* los ponía calientes
Alguna vez ella le mostró uno de sus programas favoritos: South Park, porque consideraba que era la serie perfecta para Lucifer a quien veía como una personificación de Dr. House; calculador, inteligente, sarcástico, categórico y sexy. La veían juntos en medio de carcajadas porque ambos disfrutaban del humor negro y desalmado. Venus por otra parte le explicó porque siempre ‘mataban a Kenny #@$%#!’.
Siempre llegaron a la ducha en medio de besos sin decir más y luego Venus se permitía todo lo que la noche deparase: sexo oral, palabras sucias, fuerza, besos o mordiscos por todo el cuerpo, ternura…. se dejaba transportar por sus caricias y por su aroma a un imperio erótico, en donde, gracias al efecto etílico, podía incluso tener eyaculaciones femeninas que alcanzaba con gritos sucedidos de calambres en sus largas piernas, quedando exhausta y sobrellevada por la excitación y el placer.
Pasaron a hacer planes fuera del templo de Venus y así lo llevo junto con sus amigos (Domitius1 y Penates2) alguna vez a un Karaoke, ese día escoge la canción que va a cantar con mucho detenimiento y finalmente el Dj Anuncia «seguimos con Más y Más- interpretada por Venus, bienvenida al escenario!». Le da un pico a Lucifer, se pone de pie y le suelta la mano, se sube a la tarima, respira profundo, prueba el micrófono que toma con las dos manos y se para imponente en la pinta rockera que lleva ese dia: maquillaje pronunciado, jeans oscuros, camiseta y chaqueta negros…
…. Y con los ojos clavados en él canta:
[[Video de la canción interpretada por Venus frente a Lucifer en algún Karaoke de Roma]]
Mas si te acercas un poquito mas me meterás, en ti mas si te sueño mas ya no podré dormir nunca jamás asi susurrándome, tu te vienes a mi y mi habitación se llenara de verde agua de mar verde q me pierde mas y mas si mas te quiero, quiéreme tu mucho mas mas y mas dentro de mi entraras mas y mas tu mas y mas yo no se como abrazarme a tus brazos y no sufrir voy por la vida pidiéndote un amor de suicida asi susurrándome tu te vienes a mi mas y mas si mas te quiero quiéreme tu mucho mas ….. tu mas y mas tu mas y mas …
Nunca había cantado para nadie diferente a Orfeo y lo hizo con toda la pasión que pudo, sin pensar en la afinación perfecta o en respirar con el diafragma y esas cosas – romántica hasta el cansancio-. Luego retoma su lugar al lado de Lucifer que tenia algo extraño en su mirada, tal vez mil preguntas, nunca lo supo, pero, cuando él le apretó firmemente su pierna con una mano debajo de la mesa, supo que había logrado su objetivo y que su dios moría de ganas por hacerla sentir precisamente eso… «más y más».
Como los amigos de Venus no la aceptaban como era y querían que fuera sumisa, tonta y puritana; como las mujeres que a ellos agradaban, odiaron a Lucifer, porque representaba la potencializacion del lado oscuro que detestaban en ella: la arrolladora, la de cero en conducta, la incontrolable, la que es capaz de afirmar sin remordimientos «SI! estoy saliendo con este dios y me encanta tener sexo con él y pues que las parcas* hagan su tarea, !yo solo me dejo llevar!»
Ese día fueron cómplices totales y él le preguntaría en el carro de regreso a casa:
– Venus! ¿Eso fue una dedicación? -a lo que ella respondió
– ¿Que pregunta es esa?, lo dejó a tu imaginación.
– ¿Estabas nerviosa? cierto?... Entonces si, ¡fue una dedicación! – ella queda muda y sólo puede mirarlo fijamente, mientras aprieta los dientes y parpadea rápidamente, ¡odia que la descifre!, pero al mismo tiempo quiere que esa noche, como la canción, sea inolvidable y llena de acordes místicos.
Efectivamente esa noche tendrían sexo desenfrenado porque había un incontrolable deseo de abarcar todas las sensaciones que los rodeaban, no había necesidad de dejar nada para luego, solo estremecerse con sentir que él la tenia, la poseía y que ya no solo estaba en su piel sino en sus pensamientos y en sus deseos cotidianos. Disfrutaron de la melodía que interpretaban juntos; él la pondría de frente a la pared, mientras en su espalda la agarraría del cabello y con su cuerpo la empujaba con fuerza y le decía «¿Quieres más entonces? tómalo todo Venus!». Le daría también algunas palmadas firmes y controladas en sus nalgas, porque conscientemente jamás le haría daño …y ella lo sabia.
En ese momento ya no era dueña de si y estaba invadida por la adrenalina de experimentar esa atracción incontenible que despertaba cada uno de sus poros, al sentir las manos y el cuerpo de Lucifer ocupando sus más íntimos espacios, pero simultáneamente apreciaba como se hacia poseedora de los delirios propios de su sexualidad y ya no estaba recelosa de expresarlo. Ese día, a Venus se le escaparía un: «No quiero renunciar a tu infierno!» y él solo le respondería «Dale llega.. con todas tus fuerzas!, quiero verte gritar».. y así seria, sentiría un orgasmo demente que la obligaría a estrujar las sabanas con sus manos y los dos quedarían temblando de placer.
Hubo un bache de ausencia por parte de Lucifer, que inicio en un episodio oscuro y tenebroso que le costo a Venus un teléfono celular nuevo que estrello contra la pared, todo lo que tenia que ver con él era excesivo … Luego vería en esa escena lo obvio: Lucifer era como ella y así como ella no tenia exclusividad con él, él tampoco la tenia para con Venus y pues bueno más que nada era su amigo y ya!. Las diosas perdonan, tal vez no olvidan, pero perdonan con el corazón y redefinen sus destinos después del perdón y él era en si mismo perene en su memoria.
Aquí, empieza una etapa de semidioses, plebeyos y extravió en la compañía no de un dios, sino de una diosa, hermosa y divertida que coqueteaba con la vida y construía también su propio imperio….
El Legado de Lucifer en el imperio de Venus:
– Todo debe tener una razón así sea difícil de explicar, pero todo buen momento de pasión debe estar justificado.
– El buen sexo es como el buen licor o la buena música, debe tomarse o escucharse a conciencia y disfrutar sus efectos.
– Los buenos amantes (dioses) son hipersexuales, en ese orden de ideas siempre tendrán alguien más, esto aplica para dioses y diosas indistintamente.
– Existen dioses que las parcas ponen en tu vida con una misión específica en preparación a lo que vendrá después ….
*Baco: En la mitología clásica, Dioniso (en griego antiguo Διώνυσος Diônysos o Διόνυσος ) es el dios de la vendimia y el vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis, y un personaje importante de la mitología griega. Aunque los orígenes geográficos de su culto son desconocidos, casi todas las tragedias lo presentan como «extranjero».1
*Las Parcas: En la mitología romana, las Parcas (en latínParcae) eran las personificaciones del Fatum o destino. Sus equivalentes griegas eran las Moiras y las Nornas en la Mitología nórdica de los pueblos germanos septentrionales. Controlaban el metafórico hilo de la vida de cada mortal e inmortal desde el nacimiento hasta la muerte. Incluso los dioses temían a las Parcas: el propio Júpiter estaba sujeto a su poder. 1 Las parcas son las diosas del destino. Son tres hermanas hilanderas que personifican el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Escribían el destino de los hombres en las paredes de un enorme muro de bronce y nadie podía borrar lo que ellas escribían.
1. Domitius o Domidius: Dios que se encargaba de hacer que las mujeres cumplieran sus tareas en el hogar (Machista).
2. Penates: Di Penates o en forma abreviada Penates eran, originalmente, dioses protectores (en realidad genios) del almacén de la casa.
En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida. Karl Wilhelm Von Humboldtrft
Aprendí a encontrar sin buscar.Francis Picabia
Algún jueves en la tarde Venus estaba pensando en lo mismo de siempre: Que poco auténticas podemos ser las mujeres al admitir nuestras sexualidad, cuanto nos cuesta asimilar el deseo y el placer como parte integral de nuestras vidas.. basadas en el amor propio, orientando conscientemente nuestros sentimientos. En eso suena el teléfono, es un amigo, Zeus. La invita a tomar una copa, después de todo el esposo de Venus no se encuentra en la ciudad – ¡Creo que necesito urgentemente esa copa!- piensa «Voy para allá» dice sin preámbulos.
En otro lugar, Afrodita, que ya estaba convidada a la reunión con Zeus y otras diosas más, esa tarde estaba pensativa, necesitaba escapar por un rato de un sitio que coartaba su libertad como una especie de cárcel, en la que se encontraba trabajando por esos días. -¡No tengo idea con quienes más me encontraré, pero la verdad, necesito un aire, estar encerrada en estas cuatro paredes, hacen que mi yo interior quiera escapar!. – Piensa. Eran cuatro, con ella, las diosas invitadas además del imponente Zeus. Estaba un poco inquieta y expectante, ya que sólo conocía a dos de ellas, una, muy amiga, pero la otra… no lo era tanto. En alguna oportunidad, tiempo atrás, habían tenido un pequeño roce. Nada trascendental, sólo la típica competencia femenina, esta vez con ocasión de la búsqueda de un mismo objetivo: La admiración de Zeus. Sin embargo, no podía resistirse a la idea de conocer a la famosa Venus. Admirada por el grande Zeus. Se preguntaba. -¿quién seria la otra diosa que causaba tanta expectativa en ella y de la cual le habían hablado tanto? Lo único que Afrodita sabia, era su nombre y las maravillas que Zeus hablaba acerca de ella. Tenia que comprobarlo por sí misma, porque Afrodita tiene un lema –Si de entrada no hay química, no la va haber por nada en el mundo- es algo que tiene claro. Sin embargo, quería darse a la tarea de conocer a la famosa diosa Venus. Tal vez, se la llevarían de maravilla.
Ya en el lugar, Zeus reúne a las cuatro diosas para que lo acompañen esa noche. Él exalta los atributos de cada una de ellas, lo que hace la velada muy especial, de alguna forma las conoce bien y disfruta de elevar sus egos!, es un caballero no hay duda.
Venus y Afrodita se miran, no como suelen mirarse las mujeres cuando se conocen, lo hacen de una forma transparente, no están allí para competir, solo para pasar un buen momento. Hay algo en cada una, que la otra no sabe definir, pero que de alguna manera mutuamente las atrae, es como esa sublime sensación de sentir que están frente a un espejo -ella es como yo, tiene algo de mi, su forma de sentir, su mirar, sus sensaciones…– piensa cada una. Es una conexión inmediata que las lleva más allá, de tal forma que cuando la charla se torna más amena, desnudan sin problema sus almas y descubren, que en el fondo son la misma mujer con un tema en mente que las trasnocha: El SEXO, en todas sus formas de expresión. Venus tiene alguna experiencia escribiendo, Afrodita siempre ha querido expresar su posición sobre el tema de una manera directa, sin tabús, pero con clase … artística y al parecer han encontrado una cómplice. «Hagamos un diario de nuestras experiencias y de las diosas que nos rodean» y como todo viaje en la vida se sueña, se proyecta y se encuentra un coequipero o un alterego para balancear las cargas.
Este es un viaje a través de la sexualidad femenina sin rodeos, sin tapujos, sin perjuicios, sin censura desde las vivencias de dos diosas latinas que estaban en mora de mostrar su lado intimo y mas sensual; se quitan la venda, se entregan y deciden explorar lo que nos puede dar las máximas satisfacciones en la vida.
Bienvenidos y gracias por acompañarnos en el inicio de esta expedición !! Aquí estaremos felices de saber de ustedes.