agosto 31st, 2020 by V & A

¿Qué hay con el trío que tanto enloquece?

Es la fantasía erótica que ocupa el tercer lugar en el ranking de ambos sexos. Al parecer estamos de acuerdo en que luego de cumplir con los fetiches sumisos y con algunas exploraciones como la bisexualidad o vencer el temor a lo desconocido, lo que deseamos es ampliar el círculo e invitar al festín a alguien más.

Morena mía
Voy a contarte hasta diez
Uno el sol que te alumbra
Dos tus piernas que mandan
Somos tres en tu cama tres, tres[1]

Pero trío necesariamente implica que uno de los dos géneros está en ventaja, por lo menos numérica. Los hombres deliran por tener a dos mujeres y sentirse poderosos, a quien no se le eleva el ego con un par de mujeres dispuestas a satisfacerlo en todo. Conozco quienes tras experimentar un trio M-H-M jamás volvieron a ser los mismos, su umbral de la excitación cambió a tal punto que, para entrar en calor deben evocar a alguien más en plena acción, deben recrear sus experiencias de trio o solo pueden tolerar ir a la cama con mujeres que sean abiertas a la posibilidad de tolerar tal voltaje.

El trio-adicto es un semental buena onda pero muy proclive a al hedonismo. Incluso podría afirmar que tiene una tendencia un poco macabra a forzar situaciones de trio sin contar con la opinión de alguna de las partes. Esto podría herir a alguien porque si vamos a una fiesta queremos saber exactamente a qué temática nos enfrentamos; no es justo pensar que estamos en milonga y que nos salgan con un toque rockero súper pesado y hardcore con gente que estruja por todas partes.

Pero también nosotras podemos ser crueles y hacer que esa experiencia tripartita no sea tan magnífica. Ya en situación, sucede que ellas solo se dedican a sí mismas, denotan cierta aversión por la testosterona o posan de hiper insaciables;  es posible que la víctima con solo escuchar la palabra “trio” en el futuro sienta náuseas y entre en depresión. 

En gran medida, la actitud con la que vamos al trio es determinante, todos los intérpretes deben hacer lo necesario porque los demás estén bien. Mujeres con una tendencia homosexual marcada no disfrutaran sino de la parte que les compete, es decir la otra chica, y si bien es cierto que ver a dos mujeres en una situación erotica prende mucho a los varones, tambien sentirse excluidos de plano y quedar al margen de la mera observación es algo solo algunos pocos voyeuristas quieren experimentar.

Como todo en erotismo hay que buscar el equilibrio y poner claras las reglas de juego desde el principio. 

“Un, dos, tres, un pasito pa’ lante María… 
Que si te la bebes de seguro te va a matar”[2]

Hay quienes afirman que cuando son ellos los que tienen la ventaja numérica todos ganan, a la larga, una hembra alfa  complaciente puede atender a dos hombres sin problemas. Creo que el H-M-H es perfecto para aquellos hombres seguros de sí mismos, con cierta proclividad a la dominación y que saben comunicar muy bien lo que buscan de la experiencia.

Pero este trio 66% varonil causa tantos tabúes que incluso los chicos muy amantes de tener a dos mujeres lo desechan de plano -mmm un poco ventajosa y machista esta actitud-. ¿Será el eterno miedo a ver otro hombre desnudo? ¿Porque siempre se imaginan lo de las espaditas?. Muy pocas mujeres se atreven a confesar su deseo de experimentar con dos hombres como ellos lo hacen tan abiertamente respecto a dos mujeres; son tildadas de garosas, insaciables, mujer fatal y de ahí para adelante. Pero el umbral del placer para nosotras en un trío con dos hombres la verdad vale la pena para recibir toda esa clase de señalamientos. Porque cuando de mujer tienes toda la atención centrada en ti, ahi es cuando empiezas a sentirte realmente una diosa poderosa. 

Pero teniendo en cuenta que estas disertaciones mías se basan en la premisa de que debemos correr los límites y en erotismo tenemos que explorarlos sin incluir la típica frase de “no lo haría… porque no”. Entonces pasemos al umbral mental donde todo se recrea. Imaginar el ejercicio de un trío en la práctica con detalles y sin reprimirnos es una buena manera de poner a prueba nuestra imaginación, nuestro morbo y nuestros deseos. De pronto en un momento dado nos encontramos súper excitados disfrutando del guión que llevamos en nuestra mente. Sincerémonos no me digan que no es maravilloso imaginar una interacción con más de uno, el reto de complacer a dos y finalmente, en la práctica del sexo, felices los tres.

Un abrazo y nos vemos en AMIGOS CON DERECHOS este viernes.

Venus

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