Reviviendo Como Siempre el Deseo de Otra Vida (Saturno 3.1)
Porvenus
No se porque, pero hoy me dio por extrañarte, por echar de menos tu presencia: Será tal vez porque el primer amor le deja a uno más huellas que nungun otro. Mario Benedetti
En la temporada en que Lucifer empezó a desaparecer, como buen sagitario, a Venus le entró una melancolía por todo su recorrido de vida, no una melancolía propiamente triste solo curiosa, por eso, se dio a la tarea de buscar a Saturno; necesitaba saber que había sido de su vida y si todavía era tan deseable, enigmático y poderoso, habían pasado más de 10 años desde la última vez que lo vio y su curiosidad era infinita y al ser tan caprichosa …debía saciarla!.
Reviviendo el deseo …
Finalmente y ya entrada en la era digital armada con su nueva laptop, Venus consulta el Oráculo contemporáneo de las vidas pasadas: «Facebook» que muestra una foto de Saturno que ella reconoció enseguida: Ahí estaba! eureka!. le escribe este mensaje sin más preámbulos: «hola soy yo, Venus, cuánto tiempo Saturno! si quieres saber de mi márcame a este número ….», sabía que no debía hacer más. Recibe la llamada prontamente y hablan un rato, ese viernes (día de Venus) y comparten algo de música.
Al día siguiente él la llama para pedirle que le dicte la dirección de su casa; va para allá!, la quiere ver ya -esa característica de aparecer de inmediato era lo que más le gustaba a Venus de él-.
Era sábado (el día dedicado a Saturno), él llega en su camioneta Jeep propia de los ingenieros; la llama y le anuncia que acaba de estacionar, ella observa con picardía por la ventana, pero se retira justo cuando se abre la puerta y él se va a bajar del vehículo, claro, no lo quiere ver desde la ventana. Entonces se voltea y como ya esta lista; con sus jeans, su camisa a medio apuntar, cabello ondulado desordenado y un maquillaje tenue con labios rosa, se toma su tiempo, se dirige a la puerta del apartamento, bajando lentamente la escalera y recordando las pocas veces que lo ha visto en la vida real, pero lo tanto que lo ha recreado en su memoria por años. Gira la chapa, respira y abre el portón principal, se miran fijamente, todo se detiene por un instante y como si estuvieran hechos de algo magnético se abrazan muy fuerte, él rodea su cintura y rompe el silencio diciendo al oído de Venus: «Hola mi preciosa niña» y completa luego «Claro que ahora… mmm ¡es una hermosa mujer!», ese tipo de afirmaciones la hacen sentir infinitamente poderosa, ella lo olfatea tiene un humor que señala experiencia, el tabaco es la nota más alta en ese bouquet, pero también hay una especie de sosiego un aroma a madera que no conocía en él. Conserva ese cabello castaño con cejas de igual color y usa una barba cuadrada corta, conservando esa imagen de chico malo.
Van a dar una vuelta a un centro comercial, a ponerse al día en sus vidas. Ella cuenta algo de su historia con Orfeo, él también comenta sobre su divorcio, es padre soltero, Venus no lo puede creer, de todas las posibilidades, que Saturno tuviera que hacerse cargo solo de sus hijos por abandono del hogar por parte de su ex esa nunca fue un escenario para ella, después de todo; ¿que clase de mujer osaba dejar a su primer amor?! y si, sintió un poco de envidia por ella y un poco de rencor solidario con él también, tal vez, porque no entendía los extraños recorridos del destino, él hizo lo propio frunciendo el ceño y levantando sus cejas cuando Venus contó su historia, aunque no debería sorprenderle demasiado en verdad que ella priorizará el amor y el arte sobre todo lo demás, especialmente sobre la prosperidad. No ahonda en las razones de la separación de Saturno y no pregunta demasiado, porque respeta esos duelos y tampoco está dispuesta a revolcar en lo suyo para revivir ese dolor. Saturno y Venus se comunican de otra forma se cruzan miradas, se conocen de una manera muy íntima que no requiere tantas palabras, se conectan emocionalmente, así que empiezan a sonreír y a hablar mejor de sus logros profesionales mientras degustan un capuchino: el elixir de los recuerdos!.
Regresan a casa de Venus y ella abre la puerta de sus nuevo mundo a Saturno, quien entra y observa el apartamento de soltera de ella, su espacio, que habla por si solo de lo que ama; los colores del otoño, el incienso, las rumba, la libertad y tantas otras cosas que destilan feminidad y pasión por vivir.
Reconocer las ganas hacia alguien con quien has tenido una historia tan intensa es un torrente de sensaciones, como un fuego que consumía su razón, no paraba de obsérvalo, no paraba de pensar en que alguna vez tuvo 15 años y se enamoró irracionalmente de él y ahora lo tenía en frente suyo, en su casa, ella misma no se reconocía en la niña que otrora lo adoro: Saturno, el tiempo y sus fantasías se fundían en ese instante.
Siempre…
Se besan espontáneamente cuando él la atrae frunciendo los botones de su camisa con una mano y recuerdan el aroma del otro, ella muerde los labios de Saturno copiosamente para saborearlo, lo hace tal como él le enseñó a hacerlo hace tantos años y reconoce entonces el nacimiento de todas sus fantasías, de sus técnicas de conquista y de sus juegos eróticos, porque se parecen demasiado, después de todo nacieron ambos bajo la constelación de scorpius y la atracción hizo lo propio luego de que ella misma desde adolescente hubiera sentenciado que debía conocer a alguien con la misma intensidad erótica que ella poseía: un genuino escorpión!, ella lo llamó a su vida.
De tal forma que siente que la memoria de apresar esos labios entre sus dientes le da un poder especial y así es, porque él le dice que la desea desde que era una adolescente soñadora y tierna y que podrán haber madurado, pero que había una parte instintiva suya que la acompañaba y que sabe que para ella sucede algo similar, que se masturba en las noches pensando en lo que pudo ser, ella no habla y sigue recorriendo con besos a Saturno… en las mejillas, en el mentón, en el cuello, como un gato acicalando a otro y solo pronuncia un «Siempre» susurrado, lujurioso y jadeante cuando alcanza su oreja derecha. Sin pensarlo, él se desata de los brazos de Venus que lo rodean y toma sus muñecas con fuerza, ella ya está transportada y en ese estado solo logra decir algunas palabras claves como un rompecabezas de señales y Saturno continúa «No me digas ‘siempre’, mírame a los ojos Venus, no quieras jugar conmigo» ella responde, efectivamente clavando sus ojos en los de él y preguntando «¿Quién juega?» y sonríe maliciosa levantando las cejas .
Él entonces separa sus brazos en cruz llevándola contra la pared, a ella le gusta que le jueguen a esa sutil dominación porque además eso le ayuda a concentrarse en el momento y sacar de su mente cualquier otro pensamiento … «me encanta saber que no me olvidas y que de alguna forma vuelves a mi» le dice Saturno en contundente susurro, Venus entreabre su boca como permitiendo que todas las exhalaciones del momento se apoderen de ella; es el ritual del deseo, de dos almas que se empeñan en encontrarse, reencontrarse y desencontrarse contra todo pronostico del destino, incluso contra sí mismos y se tantean afanosamente buscando el deseo del otro acumulado en el tiempo… (Continuación en este enlace)
SaturnoDios del Tiempo (asociado a Crono) (en latínSaturnus) era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Fue identificado en la antigüedad con el titán griego Crono, entremezclándose con frecuencia los mitos de ambos.Aunque Saturno cambió enormemente con el tiempo debido a la influencia de la mitología griega, era también una de las pocas deidades claramente romanas que retuvieron elementos de su función original.
Y claro que habra continuación con muchos ingredientes ademas, gracias por leer y por apreciar la música que engloba tantas sensaciones. Un besoooteee VENUS
Quedo con el deseo de más… Así que lograste tu cometido… Admito que además la música en este caso la escucho con cierto dejo de nostalgia.
Un abrazo.
Y claro que habra continuación con muchos ingredientes ademas, gracias por leer y por apreciar la música que engloba tantas sensaciones. Un besoooteee VENUS