La Castración Sexual de una Sociedad

Este post está escrito a propósito de nuestro primer taller (inscribirte aquí antes del 16 de junio) . 

por Afrodita.

Gracias al temor que sentimos de quedarnos solos en algún momento de nuestra vida, de una u otra manera nos hemos visto obligados a mentir y lo que es peor, mentirnos a nosotros mismos; es por tanto que, muchas veces nos sometemos a situaciones o relaciones que no nos agradan, con tal de seguir un patrón cultural y social; y así evitar el señalamiento colectivo.

Colombia, así como gran parte de América Latina, no es ajena a este tema, ya que ha vivido con el yugo del machismo impuesto por la sociedad, heredado generación tras generación, siendo en ocasiones, las mismas mujeres quienes fomentan esto. Muchas de ellas dispuestas a servir, de modo que aveces prefieren, someterse y ser tratadas como un objeto sexual; sin embargo es importante también no dejar de lado el feminismo radical o el feminismo mal interpretado por aquellas que de cierta manera se sienten oprimidas o agobiadas, y que de algún modo, ven al género masculino como una amenaza para su entorno… creo que todo debe tener su propio equilibrio en la balanza.

Día tras día, nos debatimos entre relaciones que nos agobian y en tal sentido, en ocasiones nos hemos atrevido a cuestionar o señalar diferentes situaciones, que la sociedad nos ha puesto en el inconsciente colectivo de manera determinada. Por ejemplo, si un hombre no se casa, o es homosexual o un verdadero promiscuo. Y en el caso de las mujeres no es diferente, o es lesbiana, poco mujer o una vagabunda.

Nos hemos pasado toda la vida buscando la aceptación por parte de otros para encajar socialmente, tanto que, nos olvidamos de nuestra verdadera esencia, nuestro “YO” interior. Es por tanto, que a diario nos encontramos con miles de familias que demuestran una perfección inexistente dentro de su núcleo. Pero si miramos al interior de estas, nos podemos preguntar realmente ¿qué tan felices son? Si en muchos casos, tanto mamá como papá, duermen en camas separadas, o incluso en habitaciones distintas. Con una comunicación completamente fracturada y en ocasiones, con relaciones extramatrimoniales, de uno o de ambos, porque ya ni siquiera se soportan. Pero de alguna forma seguimos ahí, llenando esos vínculos de fachada y de rótulos, con el único propósito de aparentar e intentar sentirse mejor que los demás. Criando hijos de tal manera, que continuén con la tarea de aparentar lo que no son, donde a futuro puedan encajar en círculo social que se ha encargado de lo mismo, generaciones atrás. Y lo peor, golpeando, señalando, criticando y de algún modo, destruyendo a aquellos que se atreven a salir de su absurda zona de confort. Tal vez, porque se desea estar allí, justamente del otro lado de la barrera; pero el miedo se apodera de nosotros, nos acobarda y preferimos quedarnos exactamente donde la sociedad nos permite, para evitar cuestionamientos propios o ajenos.

¿Qué nos ha hecho tan desdichados, o querer vernos de esa manera? Con los años me he dado cuenta que cuando alguien intenta salirse del camino trazado o de la curva de la llamada “normalidad” dictaminada por las normas sociales, de manera inmediata los diferentes entes, llámense religión, sicología, familia sociedad y más.., actúan para poder “CORREGIR Y DE NUEVO ENCAMINARNOS POR LA VÍA, QUE DEBEMOS SEGUIR”, en lugar de ayudarnos a pensar en la forma en que podamos para alcanzar la libertad y ejercer con autonomía e independencia, no solo espiritual, económica, cognitiva y en tal sentido sexual.

Así mismo, nuestro caminar por la vida está ha estado dirigido a preocuparnos por lo que hacen los demás, antes que encaminarnos hacia lo realmente importante, ahondar en nuestro autoconocimiento. Es gracioso pensar en los orgasmos que nuestras parejas deben darnos, sin antes habernos regalado muchos más, para saber lo que realmente nos gusta. Es por tanto que, los individuos se casan, no para vivir y construir propósitos en pareja, sino para aparentar y pertenecer al selecto grupo de entes que encajan perfectamente, bajo los patrones del yugo y la falacia de una sociedad con doble moral.

Con todo lo dicho anteriormente, es necesario traer a colación el amplio y complejo campo de la sexualidad humana. Y debo decir que: La mayoría de las personas no se conocen puesto que NO saben dar ni recibir SEXO, de manera que, la exploración del mismo, está demarcada por los parámetros que dispone la sociedad, la iglesia o en el peor de los casos la pornografía. De igual forma, las tres producen taras sexuales, que en muchas ocasiones son difíciles de derrocar. Ya sea por falta de interés, por vergüenza o por el simple hecho de creer que ya tiene todo aprendido. Esto ocurre en hombres y mujeres, siendo los primeros, quienes incurren en mayor proporción, y esto se debe generalmente, a su lado machista y/o egocentrista. Para lo anterior quiero poner unos ejemplos concretos.

  • Santiago, quien es de ascendencia costeña y machista, a sus tan solo 8 años de edad, su padre, su abuelo y sus hermanos mayores le preguntaban acerca de ¿cuántas hembritas tenía?. al día de hoy él tiene su esposa con la que comparte la crianza de sus tres hijas, además de 5 mujeres fuera del matrimonio, a las cuales tiene engañadas, a quienes complace en la cama y algo económicamente, con la única defensa de sentirse el macho alfa.
  • Por otra parte, cuando Juanita tenía entre 8 y 10 años, fue descubierta por su madre mientras se masturbaba. Ella, con el afán propio que le dan los estigmas sociales, irrumpe explicándole a Juanita, las razones por las cuales no debe practicarlo y que bajo ninguna circunstancia debe repetirlo. Luego de 10 años, Juanita le niega a la sociedad que ella recurre casi a diario a la masturbación para proporcionarse placer, obvio no sin antes cerciorarse de que nadie la vea.
  • Por otra parte, en otro escenario, Carmen, quien fue testigo del maltrato físico y sicológico que su padre le dió a su madre; hoy en día Carmen es la que le propina golpes a su esposo, para asegurarse de que ella es quien manda en la casa.

Definitivamente esta sociedad se encuentra llena de paradigmas demarcados los cuales son objetos de ensayos que a su vez, terminan en la mayoría de casos, en un fatídico ERROR. De esta forma, lo que en ocasiones funciona bien para algunos individuos, no se puede proyectar a modo general, porque seguramente no funcionará en otros. Por ejemplo:

  • Carlos quien nunca antes había tenido alguna experiencia sexual, quiere proporcionarle placer a su novia, masturbándola, tal como lo ha visto en algunas películas porno o como según él, le han dicho sus amigos. Pero en su ingenuidad trata de hacerlo introduciendo sus dedos dentro de ella, como si fuera una batidora. Entre tanto Betty, su novia, desconoce el mundo de los orgasmos por falta de masturbación, puesto que toda su vida ha escuchado que solo las RAMERAS y las necesitadas lo hacen. En tal sentido, Betty finge disfrutar delante de Carlos  de estos movimientos. Pero en lugar de proporcionarle algo de placer, la alejan aún más del desconocido mundo del placer sexual. Carlos, convencido total de hacer bien lo que hace, lleva más de las mitad de su vida, masturbando de igual forma, a todas las mujeres que han pasado por su cama. Además de eso, todas ellas, sin las agallas suficientes para desmentirlo. Ya sea, por falta de identidad, miedo al qué dirán, o desconocimiento total de sí mismas.
  • En otro caso: María vive hace más de 10 años con su esposo, quien es un experto en finanzas. Ella por acuerdo de ambos, dejó su trabajo hace más de 5 años, para dedicarse al hogar. María es una mujer a la que le gusta leer temas de interés para mantenerse al día. Un dia cualquiera le comenta a su esposo que leyó acerca del famosísimo “squirt” del que últimamente han hablado mucho. Así que le propone hacerlo para experimentar. Durante días se disponen a practicarlo, con resultados fallidos porque él no le estimulaba de manera correcta su “punto G”. Tanto que ella muy esperanzada, se lo hace saber. Él con su posición de ejecutivo sabelotodo, la insulta, tildándola de “Ganosa y enferma sexual”, puesto que según Sebastian, su esposo, esas prácticas son de mujeres de la vida alegre y no de una señora casada y decente. Ahora María se masturba una y otra vez a escondidas de su marido, dándose placer a sí misma y obteniendo en pocos minutos, el deseado “squirt” que tantas mujeres anhelan probar.

En tal sentido, los ejemplos antes mencionados, son sólo un abrebocas de las múltiples historias que podría mencionar y todas ellas con un componente principal. LA DESINFORMACIÓN, LA IGNORANCIA Y LOS TABÚES.

Estas letras son una invitación a reflexionar acerca de lo que ocurre en nuestro caminar por la vida,  lo que queremos de ella, es un llamado a cuestionarnos sobre la influencia que ha tenido la sociedad, e indudablemente también la iglesia en cuanto a lo que es bueno o malo para nosotros y lo que esperamos de nuestra entorno erótico-sexual y amoroso. Llenarnos de argumentos es importante a la hora de tomar una decisión, madura. Y nunca, nunca juzgar sin tener conocimiento de causa. Construyamos relaciones a partir de su autosinceridad, autoconciencia y autoconocimiento, en el que la comunicación sea el ingrediente principal en nuestro diario vivir y el de nuestra pareja. De modo que, hablar de sexo de forma libre, abierta y transparente sea un claro reflejo de la confianza mutua. Porque si decidimos callar, seguiremos haciendo parte de la castración sexual de esta sociedad.

Un beso gigante para todos y en mi próximo post, esperen la segunda parte de Hermes (ver acá 1ª parte).

Con amor,

Afrodita

mayo 21st, 2016 by

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