El imperio de la experiencia: Carta abierta a un pollo que se quemó
*La imagen de este post corresponde a la carátula del libro Cougar: a guide for older women dating younger men de Valerie Gibson
Sigo creyendo que absolutamente todo en esta vida sucede por alguna razón. Hace algún tiempo una de mis amigas a la que le encantan los hombres menores me decía que no podía decir si me gustaban o no si en realidad no había probado alguno; para el efecto estamos hablando de diferencias de más de 8 años, por eso Hércules no cuenta para mi en la categoría de “pollo”. Mi amiga, incluso me decía que debía escribir respecto a esa experiencia que ella encuentra supremamente excitante, a lo cual me rehusé porque no podía hablar de una fiesta a la cual hasta el momento no había sido invitada.
Nunca he forzado situaciones en mi vida y para el caso particular debo agregar que encuentro muy curioso como los chicos que hoy tienen muchos años menos que yo, me miran con deseo y ganas de esas que no se ocultan ya que nunca fueron accesibles en la época en que yo gozaba de una edad similar a la que ellos ostentan hoy, es decir, nunca tuve suerte con mis pares de edad, pudo ser algo relacionado con mi estatura o con mi madurez o vaya uno a saber… realmente siempre he tenido mi “varita mágica para los más viejitos” como suelo decir.
Es un hecho que siempre sido más de hombres mayores; tal vez es un esquema aprendido con abuelos y padres en cuyas parejas él superaba por mucho la edad de ella en algo asi como 14 o 21 años, tal vez es que me gusta ser mimada o que encuentro que el erotismo es una dialéctica en donde la madurez, la experiencia y por ende (en la mayoría de los casos) la edad sí cuenta, también tengo cierta aversión a enseñar, a mi el tema de brindar iniciación en estos temas se me da bien poco.
Hoy quiero entonces contar a mis lectores que sí, que finalmente tuve la oportunidad de salir con un hombre menor hace algunos meses, ¡por fin viví esa experiencia!, así que ya tengo argumentos para responder a mi amiga Madelene y narrar como siempre y como me gusta, a partir de mi propia visión de los acontecimientos, asi que lo haré con esta epístola:
Querido Orfeo vesión 2.0,
Primero te agradezco entre otras cosas haberme dado la oportunidad de verte por última vez, a veces las diosas si queremos tener una despedida digna después de las experiencias vividas, el que manifestaras tus ganas de verme puso un dulcecito en la puerta de mi ego al cual no me pude resistir.
Llegaste a mi vida por casualidad, como debe ser, un amigo nos presentó, tu tienes un conocimiento importante para mi y yo quería aprender de ti. Gracias por esas lecciones, por la paciencia, siempre la valoraré.
En principio, debo reconocer que tus miradas lujuriosas y todos esos detalles bonitos, como tus historias de tragos y estados de trance, tus manos inseguridades y tus “estas linda” hicieron que saliera de mi letargo, cómo suelo llamar a ese etapa en donde el duelo y mi crisis de vida se conjugaron para hacerme sentir poco deseable, triste, melancólica y en la cual olvide mis pasiones, mi lujuria y la diversión de coqueteo.
De la interpretación de Deep Purple (nombre de pila de mi Saxofón) pasamos a mirarnos con ganas, yo empecé a imaginar tu piel al tiempo que hacía especulaciones sobre tu edad y aunque me sonroje también de tu dotación. Las de la edad se vinieron al piso cuando te vi sin barba supe que entre nosotros podia haber más de una decada de distancia y empece entonces a delirar. Si, Orfeo eres extremadamente sexy con tus ojos oscuros, tus cejas pobladas, tus rasgos angulosos y una delgadez que también puede ser un fetiche excitante.
Hicimos un trecho hasta ese beso intenso en el que supe que la suerte estaba echada y que mi cuerpo quería tenerte tanto como tú a mi. No hubo vacilaciones cuando me dijiste que no había vuelta atrás y que debíamos encontrarnos para por fin poder arrebatarnos mutuamente las ganas, las mismas ganas que me hicieron buscar la lencería sexy , el perfume irresistible y el maquillaje provocador, amo esos rituales y en ese momento más que nunca los extrañaba.
Fue ahí también cuando se consolidó otro ritual diferente, uno que me investía de cierto poder místico; porque yo escogía donde y pagaba la cuenta, mientras tu elegias cuando y te dejabas atender.
Fueron incontables los orgasmos en donde redescubrí mis squirts, al tiempo que con una fascinación muy mía volvía a sentirme dueña de este mundo en donde puedo gemir sin parar, en donde soy soberana de mi cuerpo al que amo con todo y sus imperfecciones. Un imperio en donde el rato de motel no alcanza, pero tu siempre debias correr para hacer algo importante en tu mundo de Ofeo renovado al servicio de la musa de musas, la música.
Confieso que fuiste una droga potente y que cuando desaparecias entraba en algo parecido a un síndrome de abstinencia, algo extraño para alguien como yo que a estas alturas de la vida se precia de tener total control de sí misma ya que tengo además multiples actividades y compañias con que distraer mis días.
Te ofrecí mi amistad porque siempre he pensado que pasar del affair al amigo sexual es un paso grato, creo que para ti no fue igual, porque fui testiga de tu falta de conversación y de los múltiples desplantes con respecto a proyectos en los que te ofreciste a ayudarme pese a que te insistí en que si era tu trabajo lo justo era que recibieras alguna retribución económica por ello, porque en ese sentido siempre seré justa y tengo claro que hacer las cosas por ´amor al arte´ es bonito pero también frustrante para quien tiene una actividad artística como profesión.
Entre una y otra de tus virtuosas apariciones y desapariciones un buen día me dijiste que ya no podíamos vernos más y fue claro que tenías una relación, pero también fue evidente que yo ocupaba un lugar algo oscuro en tu vida, mientras que para mi si tenias el lugar de «amigo» que no merecías, porque así soy, sincera y transparente en mis afectos. Mi ego explotó como hace mucho no lo hacía, ¿quién eras tú para despachar a una diosa?, ¿pero si hasta te estaba organizando un trío con una de mis mejores amigas? y vocifere las frases de cajón respecto a los pollos y me recrimine por tonta, por libidinosa y por romantizar como siempre mis hormonas. Aprendizajes de diosas que a veces llegan con Diógenes como mensajero y en esas transiciones la vida se encarga en mostrar que el camino se despeja para que otros dioses lo puedan transitar.
Pero con el tiempo también comprendí que fuiste un regalo, uno de esos que como una crema o un perfume un día se acaban, sin que por eso sean menos importantes que los duraderos como las joyas. Al estilo KongFuPanda supe que el presente, como me lo enseñó Lucifer, es lo único que tengo, es lo único que hay y que ese presente que fuiste y que ahora es pasado fue necesario en mi vida y que guardaré el recuerdo de ese aroma sobre mi piel cuando lo iba consumiendo y la satisfacción que sentía de poderlo tener, cada orgasmo, cada arracada de ropa, cada mirada, cada mojada y cada beso.
Ahora que resurgiste de tus propias cenizas para decirme que me extrañas y que anhelabas verme y luego de constatar por mis propios poros que la experiencia ya está agotada y que mis sentidos están habidos de otro tipo de vivencias, más espirituales tal vez y más complejas también, en donde me pueda reconocer a mi misma sin tener que marcar la pauta y brindando sin miramientos lo que soy bajo el convencimiento de que el erotismo se construye siempre desde el alma y sin reservas. No me queda más que agradecerte nuevamente por permitirme escribir esta carta y de paso para todas las diosas que también quieran vivir esto de disfrutar con alguien menor, no sin el warning de que si son mujeres como yo sólo será un peldaño que hay que subir sin mirar atrás.
Besos, Venus
Mi querida Madelene aquí resumo mi experiencia y te la comparto, gracias por la sujerencia, seguiré disfrutando a carcajadas de tus anecdotas en el galpón y recordando ¿por qué no? a mi pollito que se quemó en la puerta el horno de mi madurez, tal vez vengan otros, o de pronto me quedo con mis intelectuales mayores. Volver a escribir es un alivio para el alma y agradezco a quienes me leen siempre, dejenme saber de ustedes.
Grato volverte a leer!! Y sentirte en tus letras! Muchos besos!
Grato volver a escribir tambien !!! se les quiere muaaak
Sexy details! I love it.